NOTAS

CAPÍTULO 1

1. Consejo de Europa, Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria, Bruselas, marzo de 2012. El Tratado redujo el nivel de déficit presupuestario del 3 al 0,7%. Ángela Merkel lo exigió así como condición para apoyar, no sin renuencia, las OMT, las operaciones monetarias directas que el BCE pudiera hacer para proteger —por ejemplo mediante la compra automática de obligaciones de deuda— a aquellos países de la zona euro en los que se cebasen los ataques de los mercados financieros. Si bien esta medida a corto plazo «salvó el euro», no cabe decir que así sea a largo plazo por la insistencia en la austeridad que conlleva.

2. Jeremy Rifkin, The European Dream, Tarcher-Penguin, Nueva York, 2004.

3. Convención Europea, Propuesta para un Tratado por el que se establece una Constitución para Europa, CONV 850/03, Bruselas, 18 de julio de 2004.

4. El 55% de los Estados miembros representaban el 65% de la población de la Unión Europea. Véase John Maynard Keynes, The Economic Consequences of Peace, Nueva York, Harcourt, Brace & Howe, Inc., 1919, cap. 1.5.

5 Si bien se intentó aplicar el procedimiento de votación por mayoría cualificada en el ECOFIN, cuando Alemania y Francia incumplieron las condiciones de endeudamiento y déficit fijadas en el Tratado de Maastricht esta modalidad de votación fracasó.

6 Sobre el refuerzo de la democracia, véase más adelante el capítulo 7.

7 En los Países Bajos, entre los que votaron «no» y respondieron a esa misma batería de preguntas, un 78% decía creer que Europa era «algo bueno»; un 71% se mostraba favorable a un «tratado más social» y un 73% era partidario de un tratado que «defendiese mejor los intereses nacionales». Robert Manchin, After The Refrerenda, Gallup Europe, Bruselas, 29 de junio de 2005.

8 J. Cresswell y G. Bowley, «Misreding signs of Greek woes», The New York Times, 11 de diciembre de 2011.

9 «Standard & Poor’s cuts ratings of nine Eurozone countries», The Telegraph, 13 de enero de 2012.

10 David Hume, A Tratise on Human Nature: beign an Attempt to Introduce the Experimental Method of Reasoning into Moral Subjects, 1739, 1740, 1911, Dent Londres. Adam Smith, The Theory of Moral Sentiments, 1759.. Artur Schopenhauer, Die Welt als Wille und Vorstellung, Brockhaus, 1819.

11 J. Jastrow, «The Mind’s Eye», Popular Science Monthly, núm. 54 (1899), págs, 299-312. Véase también Ch. S. Pierce y J. Jastrow, «On small differences in sensation», Memoirs of the National Academy of Science, núm. 3 (1884), págs. 75-83.

12 E. Husserl, Ideas, en D. Welton, (dir.), The Essential Husserl, Basic Writings in Transcendental Phenomenology, Bloomington, Indianapolis, 1999.

13 M. Merleau-Ponty, The Phenomenology of Perception, Routledge, Londres, 1962.

14 P. Bourdieu, The Logic of Practice, Polity Press, Cambridge, 1990.

15L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, Blackwell, Oxford, 1953.

16 Joseph Alois Schumpeter, The Theory of Economic Development. An inquiry into profits, capital, credit, interest and the business cycle, (1911), Harvard University Press, Cambridge MA, 1934.

17 T. Hobbes, Leviathan: or the Matter, the Form and Power of a Common Wealth Eclesiastical and Civil (1651), 2ª ed. a cargo de Ian Shapiro, Yale University Press, 2010.

18 H. Vaihinger, Die Philosophie des Als Ob, 1912 (trad. inglesa The Philosophy of ‘As If’: A System of the Theoretical, Practical and Religious Fictions of Mankind, 1º ed. Routledge & Kegan Paul, 1924. Posteriores ediciones fueron publicadas en inglés por Barnes & Noble, Nueva York, 1968.)

19 G. Tett, Fool’s Gold: How Unrestrained Greed Corrupted a Dream, Shattered Global Markets and Unleashed a Catastrophe, Brown, Little, 2009.

20 V. Pareto, «Les principes générales de l’évolution sociale» en Manuel d’économie politique, 2 vols., [Giard et Brière, París: 1909] 4ª ed., Droz, Ginebra-París, 1981, pág. 46.

21 Voltaire, Candide ou l’optimisme, 1759 (trad. inglesa, Candide and Other Tales, Dent, Londres, 1937).

22 L. Wittgenstein, op. cit.

23 F. Nietzsche, Zur Genalogie der Moral. Eine Streitschrif, Verlag aus C. G. Naumann, Leipzig, 1887 (trad. inglesa, The Genealogy of Morals trad. de Francis Golffing, Anchor Books, Nueva York, 1956).

24 A la inversa, por hacer fuego con las chispas que lanzaba el carro de Apolo, Prometeo fue encadenado a una estaca y su hígado expuesto a las águilas, situación que no deja de guardar cierta analogía con el destino que corren hoy los Estados débiles de la periferia europea y los miembros de una zona euro en crisis.

25 J. von Weizäcker y J. Delpla, «The Blue Bond Proposal», Brueghel Institute Policy Brief, núm. 3 (2010).

26 GCEE, German Federal Council of Economic Advisers, noviembre de 2011. Véase para más información la dirección www.sachverstaendigenrat-wirtschaft.de/aktuellesjahrsgutachten.

27 G. Amato y G. Verhofstadt, «A plan to save the euro, and curb the speculators», The Financial Times International Edition, 4 de julio de 2011.

28 M. Klein, The Psycho-Analysis of Children, Hogarth, Londres, 1932. M. Klein, Developments in Psychoanalysis, Hogarth, Londres, 1952. M. Klein, Narrative of a Child Analysis. The Conduct of the Psychoanalysis of Children as Seen in the Treatment of a Ten-Year-Old Boy, Basic Books, Nueva York, 1961, reeditado en R. Money-Kyrle (dir.), The Writings of Melanie Klein, vol. 4, Free Press, Nueva York, 1984.

29 D. Augenstein, «The reluctance to ‘glance in the mirror’ Darker Legacies of Law in Europe Revisited», German Law Journal, 7 (2006), págs. 71-82.

30 J. Sandler, (dir.) Projection, Identification, Projective Identification, Karnac, Londres, 1987.

31 D. Dinnerstein, The Rocking of the Cradle and the Ruling of the World, Souvenir Press, Londres, 1978, pág. 130.

32 M. Schneider, Neurosis and Civilization, Seabury Press, Nueva York, 1975. B. Richards, Images of Freud: Cultural Responses to Psychoanalysis, Dent, Londres, 1989.

33 Véase el capítulo 7.

34 H. Vaihinger, op. cit.

35 Bain & Company, Global Private Equity Reports, 2012, 2013, 2014.

36 U. Guérot, Reinventing Europe: Germany debates political union, European Council on Foreign Relations, 2012. www.ecfr.eu. 12 de septiembre de 2012. Véase asimismo Ulrich Beck, German Europe, Polity Press, Cambridge, 2013.

37 F. Fischer, Griff nach der Weltmacht: Die Kriegzielpolitik des kaiserlichen Deutschland 1914–1918, Droste Verlag, Düsseldorf, 1961.

38 Q. Hoare y G. Nowell Smith, Antonio Gramsci, Selections from the Prison Notebooks, International Publishers, Nueva York, 1971. L. Fusaro, Gramsci’s concept of hegemony at the national and international level, 2010 en www.iippe.org/wiki/images/.../CONF_IPE_Fusaro.

39J. Fischer, «Fischer schlägt Alarm», Süddeutsche Zeitung, 4 de junio de 2012.

40 «Die Gezeichneten», Der Spiegel. 11 de septiembre de 2011.

41 «IMF urges Germany to show eurozone vision», Eurobserver, 13 de agosto de 2013.

42Véase www.suddeutsche.de/.../euro-krise-kohl-kritisiert-merkel.17/07/2011.

43 A. Bullock, Hitler: A Study in Tyranny, Nueva York, Knopf, 1952. W. Patch, Heinrich Brüning and the Dissolution of the Weimar Republic, Cambridge University Press, Nueva York, 1998.

44 S. A. Schuker, «American ‘Reparations’ to Germany, 1919-1933», Princeton Studies in International Finance núm. 61, julio de 1988.

45 A. Bullock, Hitler…, op. cit. K. D. Bracher, Die deutsche Diktatur: Entstehung, Struktur, Folgen des Nationalsozialismus, 1969, trad. inglesa The German Dictatorship: The Origins, Structure, and Effects of National Socialism, Praeger, Nueva York, 1970.

46 En las elecciones que tuvieron lugar el 20 de mayo de 1928, los nazis obtuvieron en Alemania solo un 2,6% de los votos; en las elecciones del 14 de septiembre de 1930, ese porcentaje había subido hasta el 18,3%; en las que tuvieron lugar el 31 de agosto de 1932, los nazis obtuvieron el 37,3% de los votos. Con la caída del desempleo, aquel apoyo se redujo de manera significativa hasta quedar en un 33,1% de los votos en las elecciones que tuvieron lugar el 6 de noviembre de 1932. Sin embargo, en las elecciones del 5 de marzo de 1933, con un desempleo que de nuevo iba en aumento, el porcentaje de votos que los nazis obtuvieron subió hasta situarse en el 43,9% y obtuvieron 288 del total de 647 escaños en el Reichstag.

47 Andrew Shonfield, Modern Capitalism: the Changing Balance of Public and Private Power, RIIA y Oxford University Press, Londres-Oxford, 1965.

48 Al igual que ocurre con el término Schuld, que significa deuda y a la vez culpa, en alemán hay un problema con que «Gift» no significa dar, como cuando se habla del don de la vida, o dar como ganancia, tal como analizaremos después, sino que significa veneno y muerte.

49 M. Weber, The Protestant Ethic and the Spirit of Capitalism, 1905, reedición en The Protestant Ethic and Other Writings, Penguin, Nueva York, 2002.

50 R. H. Tawney, Religion and theRise of Capitalism, Nueva York, Harcourt Brace, 1926.

51 A. Fanfani, Catholicism, Protestantism, and Capitalism, Roma, IHS Press, 2009.

52 J. Viner, Religious Thought and Economic Society, Duke University Press, Durham, 1978

53 E. Crowell, «Weber’s ‘Protestant Ethic’ and his critics», Tesis de Máster, University of Texas at Arlington, 2006, pág. 8. L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, 1953, op. cit.

54 H. W. Loewald, «Ego and Reality», International Journal of Psychoanalysis, núm. 32 (1951), págs. 10-18. M. S. Mahler, «On Human Symbiosis and the Vicissitudes of Individuation», Journal of the American Psychoanalytical Association núm. 15 (1967), págs. 740-763.

CAPÍTULO 2

1 M. Weber, «Some Consequences of Bureaucratization», en L. Coser y B. Rosenberg, (dirs.). Sociological Theory, Macmillan, Nueva York, 1957, pág. 182. [Trad. española, La ética protestante y el espíritu del capitalismo, Istmo, Madrid, 1998, pág. 259.]

2 Frente a ello, en lugar de la designación de por vida, Weber aconsejaba que los altos funcionarios debían ser elegidos y reelegidos, algo que en principio podría haber sido recogido como propuesta en el proyecto de constitución europea de Giscard d’Estaing.

3 R. Michels, Political Parties: A Sociological Study of the Oligarchical Tendencies of Modern Democracy (1915), Collier Books, Nueva York, 1962.

4 Véase, además, Jacques Delors, «The Decline of French Planning», en S. Holland (dir.), Beyond Capitalist Planning, Basil Blackwell, Oxford, 1977, capítulo 2.

5 Estas palabras fueron pronunciadas el 18 de abril de 1951, en la firma del Tratado de la CECA en París.

6 Véase B. Crozier y G. Mansell, «France and Algeria», International Affairs, vol. 36 (núm. 3, 1960).

7 Comentario de Guy Mollet al autor en Chequers un día del mes de noviembre de 1967.

8 C. Attlee, Statement on the Schumann Plan. Hansard, 13 de junio de 1950; reimpreso en Uwe Kitzinger et al., The Second Try: Labour and the EEC, Pergamon Press, Oxford, 1968.

9 Es decir, no según un programa sino tras la constitución de la V República y una vez negociada la independencia argelina.

10 Archivo personal.

11 A. Shonfield, Modern Capitalism: The Changing Balance of Public and Private Power, op cit., 1965.

12 La fuente de esta anécdota, y quien se la comentó al autor, fue Robert Marjolin que a la sazón era el adjunto de Jean Monnet en el Plan francés.

13 Para una exposición de todo este asunto véase el capítulo 2 de Stuart Holland, UnCommon Market: Capital, Class and Power in the European Community, Basingstoke MacMillan, Londres, 1980.

14 The Economist, «The Rise of State Capitalism: The Emerging World’s New Model». Informe espacial, 27 de enero de 2012.

15 Hans von der Groeben, Competition Policy in the Common Market, Comisión de la Unión Europea, Bruselas, 1965.

16 W. Münchau y R. Atkins, «Working longer to save jobs: but will it help Europe close the productivity gap?» The Financial Times, 23 de julio de 2004. P. Hollinger, «Bosch’s French subsidiary seeks 40 hour week for no extra pay», The Financial Times, 20 de diciembre de 2005. R. Milne y J. Mackintosh, «VW targets 20,000 job cuts», The Financial Times, 12 de febrero de 2006.

CAPÍTULO 3

1 Paul-Marie de la Gorce, De Gaulle entre deux mondes, Fayard, París, 1964.

2 Harold MacMillan, Winds of Change: 1914-1939, MacMillan, Londres-Melbourne-Toronto, 1966.

3 Michael Stewart en realidad defendía la adhesión a la Comunidad para evitar que «De Gaulle dirigiese Europa». Véase el capítulo introductorio en O. J. Daddow, Harold Wilson and European Integration, Frank Cass, Londres, 2002.

4 La franqueza de Saingeour era extraordinaria. Aunque cuando nos reunimos con él ya estaba al corriente de que me iban a nombrar asesor de Wilson para temas europeos.

5 J.-J. Servan-Schreiber, Le Défi Américain, Denoël, París, 1967.

6 European Commission, Avant-Projet de Premier Programme de Politique Économique à Moyen Terme 1966-1970. 787 / II / F Final, Bruselas, 25 de marzo de 1966. En cuanto al informe Spaak véase Intergovernmental Committee on European Integration, Report on the General Common Market, Mimeo, Bruselas, 1956.

7 Tiempo después Marjolin me dijo que uno de sus mejores colaboradores había pasado días tratando de descubrir algo con que justificar la existencia del Comité en el Tratado de Roma, tratado de rápida redacción, pero también apresurada y preliminar, y que terminó de cidiéndose por los artículos 105 y 145, para persuadir al Consejo de Europa de que aprobara su creación en abril de 1964.

8 Wilson había planteado la cuestión del informe Marjolin en su gabinete, y les dio el título en francés, al tiempo que le preguntó a George Brown qué pensaba de aquel informe. George entonces entró echando pestes en el Foreign Office y exigió saber de qué trataba aquella maldita propuesta de planificación francesa sin haber apuntado el título.

9 Wilson se había entrevistado con De Gaulle en el mes de junio de 1965, pero la agenda y la reacción de De Gaulle eran negativas. Los británicos quería desechar el tratado de 1962 por el que se comprometieron con el Concorde. Habían suspendido su proyecto de un cazabombardero TSR-2 a favor del norteamericano F-111 y estaban reduciendo su compromiso con la Organización Europea de Desarrollo de Lanzadores.

10 Desde más del 24% en 1955 hasta algo menos del 16% en 1965 y con previsiones de un índice similar de disminución en el porvenir.

11 La insuficiencia surgía de la diferencia entre un precio preacordado por una cantidad determinada de animales, cereales o leche, etc., y cuál sería el valor de venta más bajo si los precios caían a escala internacional por debajo del nivel preacordado.

12 Wilson despachó con Michael Palliser, su secretario particular para asuntos exteriores, sobre la iniciativa una vez que ya había prosperado. Con la clásica amnesia diplomática, sobre todo desde que había sorteado a un complaciente e incompetente Foreign Office, Palliser le declaró a Andrew Blick, un investigador independiente, que no podía acordarse de ello. En cambio, Marcia Williams, la secretaria política de Harold Wilson lo confirmó. A. Blick, People who Live in the Dark: The History of the Special Adviser in British Politics, Politico’s, Londres, 2004.

13 Discurso pronunciado en el Consejo de Europa reunido en Estrasburgo el 23 de enero de 1967, recogido en Uwe Kitzinger, The Second Try, Pergamon Press, Oxford, 1968. En este discurso Harold Wilson denunció una «servidumbre industrial propia de ilotas en la que en Europa producimos solo equipos convencionales de una economía moderna mientras cada vez somos más dependientes de las empresas norteamericanas en los equipos sofisticados que van a marcar el paso en la industria durante las décadas de 1970 y 1980», y quería que Europa llegase a desarrollar «plenamente toda su capacidad industrial de manera que podamos, en los asuntos industriales, hablar desde una posición de fuerza con nuestros socios atlánticos».

14 En la reunión informal mantenida con Louis Joxe, para responder a su argumentación en contra del ingreso del Reino Unido, me serví del resumen de la conferencia de prensa que había dado De Gaulle y que Le Monde había publicado hacía pocos días. Me alojé en casa de Pierre Joxe, en el apartamento que tenía en la residencia de su familia en la Île de la Cité. Louis vivía en el piso de abajo. Cuando subió el sábado por la mañana para transmitirme que la respuesta del Elíseo había sido positiva, nos sugirió a Pierre y a mí que hiciéramos una lista con los títulos de los principios que habían de quedar reflejados en la solicitud de adhesión, para dárselos a De Gaulle y a Wilson, cosa que hicimos.

15 Esto da cumplida respuesta a la pregunta que se formulaba Oliver Daddow sobre las redes de contactos y los métodos de persuasión que se utilizaban en el 10 de Downing Street, en el Whitehall y en el extranjero para asegurar los apoyos a un segundo intento de adhesión a la CEE. Véase O. Daddow, op. cit., 2002, pág. 17.

16 En este sentido, la mayoría de los colaboradores de O. Daddow estaban en lo cierto.

17 S. Wall, The Official History of Britain and the European Community, vol. II: From Rejection to Referendum, Routledge, Londres, 2013.

18 A petición de Harold Wilson hice llegar una copia del resumen de las reuniones que había mantenido con Joxe y de los principios acordados con De Gaulle a Michael Palliser, el secretario particular de Wilson para Asuntos Exteriores. Tiempo después hice llegar una copia de esta documentación acompañada de otros documentos a Alan Milward, que se había encargado de la publicación del primer volumen de la historia oficial del Reino Unido de la Gran Bretaña y la CEE, y que trabajaba ya en el segundo volumen cuando Alan, que aún no había entrado en la senectud, murió trágicamente. Parece que Stephen Wall no debió de tener acceso a la documentación que le entregué a Alan, o bien optó por desplazarla y dejarla a un lado, con el resultado de que, al basarse sólo en los informes oficiales de los embajadores, ha pasado por alto señalar la razón por la que De Gaulle estuvo de acuerdo con el principio de una segunda solicitud de adhesión británica. Stephen Wall, The Official History of Britain and the European Community, vol. II, Routledge, Londres, 2013.

19 Philip Lynch, «The Conservatives and the Wilson Application», en O. Daddow, op. cit.

20 Mientras tanto, Ted Heath, que por entonces era aún el líder de la Oposición, al enterarse de mi dimisión de la Political Office en el número 10, me invitó a sumarme a su equipo como asesor. Se lo agradecí pero decliné su ofrecimiento; cuando me preguntó por qué razón no lo aceptaba, le respondí que tal vez no tenía mucha fe en Harold, pero que no era un conservador.

21 Entre tanto, por mi parte, había presentado una solicitud para una beca de investigación en la Universidad de Sussex. Sin embargo le dije a Wilson que me quedaría hasta que encontrase a alguien que me sustituyera, algo que postergó durante varios meses, de modo que no dejé el 10 de Downing Street hasta entrado el mes de julio de 1968.

22 Había destacado en un documento anterior este tipo de contratos franceses (contrats de programme) que Wilson primero aceptó y que luego pasó a Peter Shore, por entonces Secretario de Estado en el Departamento de Asuntos Económicos. Pero Shore no le dio curso y Wilson no volvió a insistir en ellos.

23 Partido Laborista, Labour’s Programme for Britain, Londres, 1972, 1973.

24 Comisión de la Unión Europea, Memorandum de la Commission au Conseil sur la coordination des politiques économiques et la cooperation monétaire au sein de la Communauté, 12 de febrero de 1969, (primer Informe Barre).

25 P. Aghion, J. Boulanger, y E. Cohen, Rethinking Industrial Policy, Brueghel Policy Brief 4, 2011.

CAPÍTULO 4

1 Véase, además, la parte en la que hablamos de « Contabilidad y una rendición de cuentas responsable» al final del capítulo 8.

2 R. Maldague et al., Structural Factors in Inflation, Expert Report for the European Commission, Bruselas, Mimeo, 1976, que fue editado íntegro en diciembre de 1976 por el sello Agenor bajo el título The Maldague Report y que fue recogido también en los dos últimos capítulos de S. Holland (dir.). Beyond Capitalist Planning, op. cit. Blackwell, Oxford, 1978.

3 Para una distinción entre integración positiva e integración negativa, véase J. Tinbergen, Economic Integration, Sythoff, Leiden,1995.

4 El Programme Commun de 1972 fue la primera vez que, desde el efímero frente popular de 1936, el Partido Socialista y el Partido Comunista de Francia habían sido capaces de acordar una plataforma conjunta para gobernar el país.

5S. Holland (dir.). Out of Crisis: A Project for European Recovery, Spokesman, Nottingham.

6 Cuando rechacé una referencia a un documento concreto de la Comisión que Wolfgang Roth había sugerido, él aceptó esta agenda política más amplia.

7 Por ejemplo A. Schaff, «Le segunda revolución industrial y un nuevo reto para la idea del socialismo», en A. Guerra, A. Schaff, R. Cotarello, J. Galtung,, G. Therborn, M. Escudero, S. Holland, J. M. Benegas y J. Tejanos, El Nuevo Compromiso Europeo, Editorial Sistema, Jávea III, Madrid, 1987.

8 Véase Karl Georg Zinn, en S. Holland, (dir). Beyond Capitalist Planningop. cit.

9 W. Brandt y M. Manley, Global Challenge, Pan Books, Londres, 1985.

10 N. Kinnock, New Deal for Europe, New Socialist, marzo-abril, 1984.

11 J. Delors, discurso ante el Congreso de los Sindicatos, Bournemouth, 8 de septiembre de 1988.

12 S. Holland, The European Impe rative: Economic and Social Cohesion in the 1990s, Prólogo de Jacques Delors, Spokesman Books, Nottingham, 1993

13 S. Holland, Towards a New Bretton Woods, Spokesman Books, Nottingham, 1994.

14 En una de estas ocasiones, abogué en favor de los acuerdos de planificación o lo que más tarde serían «programmaitiki sinfonias». A diferencia de Harold Wilson, que no hizo nada con la propuesta que le fue presentada en 1966 sobre acuerdos de planificación, y se opuso a los mismos cuando volvió a formar gobierno en 1974. Papandreu me asignó luego a un grupo de trabajo en el ministerio de Coordinación para elaborar la legislación que podía ser importante para ellos cuando el PASOK ganó sus primeras elecciones. Véase S. Holland, «Alternative Economic and European Strategies,» en L. Black, H. Pemberto y P. Thane (dirs.). Reassessing 1970’s Britain, Manchester University Press, Manchester, 2013.

15 Entre las personalidades que asistieron cabe mencionar a Costas Simitis, antiguo primer ministro; Gerasimos Arsenis, ministro de Coordinación, Costas Laliotis y Giorgios Gennimattas.

16 Pero no en beneficio propio. Aquel programa más positivo del PASOK significó que, por espacio de dieciocho años de los siguientes veintitrés, el gobierno de Grecia iba a estar en sus manos y no en las de Nueva Democracia.

17 Stan Draenos, Andreas Papandreou: The Making of a Greek Democrat and Political Maverick, I. B. Tauris, Londres y Nueva York, 2012.

18 Pese a las informaciones difundidas por algunos medios como Wikipedia en el sentido de que la iniciativa DNE fue una creación de Edward Thompson, debo señalar que fue concebida e impulsada con gran éxito por Ken Coates. En una de las reuniones del comité del DNE, del que Robin Cook y yo mismo formábamos parte, y éramos ya miembros del parlamento, Edward dijo «no necesitamos a Papandreu ni a nadie que sea un jodido político. Lo que necesitamos es organizar una protesta en la Plaza Roja y que nos detengan». Gracias a la gran notoriedad pública de Edward Thompson, cuando tuve que negociar los términos en los que debía formularse un comunicado de prensa conjunto que se haría público tras la primera visita de Neil Kinnock como líder laborista a Moscú, me pasé más de una hora tratando de convencer al por entonces número dos de la sección internacional del PCUS, Anatoly Cherniaev, de que la iniciativa DNE no era una trama de la CIA.

19 E. Thompson y D. Smith, Protest and Survive, Merlin Press, Londres, 1981.

CAPÍTULO 5

1 Delors consiguió que los actores sociales tuviesen el derecho de proponer medidas políticas y no dependieran de que lo hiciese la Comisión. Ello fue posible gracias al llamado esquema Val Duchesse que luego fue recogido en forma de una disposición en el Tratado que permitía: (1) que si así lo deseaban la dirección y los trabajadores, el diálogo entre ambas partes a nivel de la Comunidad podía conducir a relaciones contractuales, e incluir acuerdos y, (2) que esto podía referirse a una propuesta que la Comisión hiciese al Consejo pero no dependía de esa propuesta. Para su mayor desprestigio, Manuel Barroso, uno de los últimos presidentes que ha tenido la Comisión, ni se acogió a lo dispuesto ni presidió tampoco ninguna reunión sobre la base de los compromisos del Tratado con las propuestas de Val Duchesse.

2 El edificio al que Delors aludía era la sede central de la Comisión en el edición Berlaymont de Bruselas.

3 Informe Cecchini, 1992: The Benefits of a Single Market. The Overall Challenge, SEC (88) 524 final, 13 abril de 1988.

4 Comprensiblemente furioso, el funcionario de alto rango afectado se fue. A todas luces se mostraba escéptico acerca de que tuviera ese encargo de Delors o acceso directo a su despacho. Cuando más tarde en Bruselas le entregué un ejemplar del informe sobre la cohesión, me dijo que se encargaría personalmente de que nunca le llegara a Delors; me alegró poder decirle que Jacques ya lo tenía en sus manos.

5 Informe Cecchini, op. cit.

6 Stuart Holland, The European Challenge: Economic and Social Cohesion in the 1990s. Con prólogo de Jacques Delors. Spokesman, Nottingham, 1993.

7 Comisión de la Unión Europea, Growth, Competitiveness, Employment: The Challenge and Ways Forward into the 21st Century. COM 93 700 Final, Bruselas, 5 de diciembre de 1993.

8 En sus memorias, Delors refiere con todo detalle la aprobación del Libro Blanco por parte de la mayoría de los jefes de Estado y de gobierno de entonces. En cuanto a que fue el «punto culminante» de su presidencia, véase Will Hutton, The World We’re In, Abacus, London, 2003.

9 Consejo de Europa, Conclusiones de la Presidencia, Essen, 9-10 de diciembre de 1994. Véase www.europarl.europa.eu/summits/ess1_es.htm#empl.

10 Consejo de Europa, Ibíd.

11 H. Mahony, «Nine states call for revival of social Europe», Eurobserver.com, 15 de febrero de Bruselas, 2007.

12 Comisión Europea, Libro verde sobre la viabilidad de la introducción de bonos de estabilidad. COM (2011) 818 final, 23 de noviembre 2011.

13 Cuando, en 1992, tuvo lugar el Consejo de Europa en Edimburgo, Delors ya había visto el enunciado inicial de la defensa de los bonos en el informe provisional que le hice llegar sobre la cohesión económica y social.

14 François Mitterrand, «L’Heure de Verité», France 2, 25 de octubre de 1994.

15 Con la diferencia de que mientras los recursos propios de la Comisión provienen principalmente de la aportación vía fiscal y conllevan gastos, en cambio la financiación con bonos tiene un efecto multiplicador mayor de casi un 3%. Véase el capítulo 8.

16 Cuando Antonio Guterres le emplazó a decir por qué se había opuesto inicialmente, Tony Blair le contestó que le habían informado que debía hacerlo así con todos los nuevos instrumentos financieros europeos, lo que aludía claramente a la persona que movía los hilos detrás del trono más que a la que estaba sentada en él. En el momento de la reunión del Consejo de Europa en Luxemburgo, meses más tarde aquel mismo año Blair ya había decidido que era él.

17 A. Striedinger y B. Uhart, (dirs.), The EU Lisbon Agenda - An Introduction ESIB, Bruselas, 2006, pág. 10.

18 European Commission, Feasibility of Introducing Stability Bonds. Green Paper, COM (2011), 20 de noviembre de 2011.

19 Congreso de la ETUC (2010). The ETUC Will Fight For A European New Deal. 19 de mayo de 2010.

20 Comité Económico y Social, «Restarting Growth: Two Innovative Proposals», EESC 474/2012. Bruselas, 22-23 de febrero de 2012.

21 J.-C. Juncker, Un nuevo comienzo para Europa: mi Agenda en materia de empleo, crecimiento equidad y cambio democrático. Orientaciones políticas para la próxima Comisión Europea, Estrasburgo, 15 de julio de 2014.

22 Jean-Claude Juncker y Giulio Tremonti, «E-bonds would end the crisis», The Financial Times, 5 de diciembre de 2010.

23 M. Szczurek, Investing for Europe’s Future. Discurso ante el Bruegel Institute, Bruselas, 4 de septiembre de 2014.

24 Les Echos. «Plan d’investissements: Paris veut utiliser le fonds de secours européen», 25 de septiembre de 2014.

25 Agencia Reuters. «Berlin slams Commerzbank CEO for urging eurozone bonds», 3 de septiembre de 2014.

26 B. de Witte, «The European Stability Mechanism and the Treaty of Stability, Coordination and Governance: the role of the EU Institutions and Consistency with the EU Legal order», Parlamento Europeo, 2012.

27 Euroactiv, «French wary of ‘fake money’ in EU’s €300bn investment plan», 26 de septiembre de 2014.

28 Emmanuel Macron citado en Euroactiv, ibíd.

29 S. Holland (2015). «The Delors Agenda, the Juncker Agenda and an European New Deal», European Economic and Social Committee, 5 de junio de 2014.. www.eesc.europa.eu/?i=portal.en.industry-monetary-policy-documents.36006.

30 The Telegraph, «Standard & Poor’s cut ratings of nine Eurozone countries», 13 de enero de 2012.

31 Bain & Company, Global Private Equity Reports, 2012, 2013, 2014.

32 Agencia Reuters, «Norway’s $ 610 bn wealth fund to cut Europe exposure», 30 de marzo de 2012.

33 www.upi.com/Business_News/2012/07/25/Chinas-sovereign-wealth-fund-reports-loss/.

34 J. Valero, «China uses Juncker Plan to boost involvement in Europe», EuroActiv.com 6 de octubre de 2015.

35 J. Valero, ibíd.

CAPÍTULO 6

1 A, Abiad, D. Furceri, y P. Topalova, «The Macroeconomic Effects of Public Investment: Evidence from Advanced Economies», IMF Working Paper WP/15/95, 2015.

2 A. Damasio, Descartes’ Error: Emotion, Reason and the Human Brain, Grosset and Dunlap, Nueva York, 1994. A. Damasio, The Self Comes to Mind: Constructing the Conscious Brain, Pantheon, Nueva York, 2010.

3 J. Cutting, Principles of Psychopathology, Oxford University Press, Oxford, 1997. J. Panksepp, «At the interface of the affective, behavioral and cognitive neurosciences: decoding the emotional feelings of the brain», Brain and Cognition, 52 (2003), págs. 4-14. I. McGilchrist, The Master and His Servant: The Divided Brain and the Making of the Western World, Yale University Press, New Haven y Londres, 2009.

4 M. Polanyi, Personal Knowledge, University of Chicago Press, Chicago, 1958. M. Polanyi, «Tacit knowing: Its bearing in some problems of philosophy», Review of Modern Physics, 34 (1962), págs. 601-616. M. Polanyi, The Tacit Dimension, Routledge, Londres, 1968. J. A. Schumpeter, The Theory of Economic Development, Harvard University Press, Cambridge MA, 1949.

5 El concepto de «racionalidad limitada», aunque sin referencia expresa al funcionamiento de los hemisferios cerebrales ha sido divulgado por Daniel Kahneman, un psicó-logo cognitivo al que le fue conce-dido en 2003 el premio Nobel de Economía por el trabajo que había realizado con Amos Tversky. No obstante quienes desestiman la intuición por considerarla irreflexiva y poco fiable, olvidan que puede ser el resultado de un procesamiento preconsciente de nuestra mente para recabar puntos de vista que la inferencia por sí sola puede no ser capaz de lograr. Los postulados de Kahneman y Tversky en favor de una racionalidad superior del razonamiento basado en premisas que dependen unas de otras, sin embargo, desplazan el hecho de que todo los criterios que proponen para cumplir esa condición, los cumplían las teorías de las «expectativas racionales» y de los «mercados eficientes». Véase para más información, Kahneman, (2011). Thinking, Fast and Slow, NY: Mac millan. Para una crítica sucinta de estos postulados véase, T. C. Oliveira, Rethinking Interviewing and Personnel Selection, Palgrave Macmillan, 2015; y para un crítica más completa véase T. C. Oliveira y S. Holland, After The Financial Crisis. Are We Still in Two Minds? En proceso editorial.

6 J. Cutting, op cit. I. McGilchrist, op cit.

7 M. Klein, op cit. Vahinger, op cit.

8 J. Panksepp, op cit.

9 I. McGilchrist, op cit, pág. 81.

10 Las principales fuentes acerca del funcionamiento del cerebro que hemos consultado son J. Cutting, Principles of Psychopathology, Oxford University Press, Oxford, 1997; J. Panksepp, «At the interface of the affective, behavioral and cognitive neurosciences: decoding the emotional feelings of the brain», Brain and Cognition, 52 (2003), págs. 4-14 y McGilchrist, The Master and His Servant: The Divided Brain and the Making of the Western World, Yale University Press, New Haven y Londres, 2009.

11 M. Friedman, «Crowding Our or Crowding In? The Economic Consequences of Financing Government Deficits», Brookings Papers on Economic Activity, 3 (1978), págs. 655-685.

12 F. Block, y M. Keller, «Where do innovations come from?» en F. Block, y M. Keller (dirs.), State of Innovation: The US government’s role in technology development, Paradigm, Columbia, 2011. M. Mazzucato, The Entrepreneurial State. op. cit. M. Mazzucato, «Let’s Rethink the Idea of the State», The Observer, 13 de diciembre de 2013.

13 Un «fármaco huérfano» es aquel que tiene un mercado inferior a 200.000 consumidores, un tamaño de mercado que las principales empresas farmacéuticas habían desdeñado porque no llega a tener una escala suficiente como para justificar la investigación y los costes de desarrollo. Véase para mayor detalle Mazzucato (2011). op. cit.

14 El lector encontrará más pruebas que así lo demuestran en Stuart Holland (1987). The Global Economy, op. cit., capítulo 7.

15 K. Coates, S. Holland, y M. Barratt Brown, Dear Commissioner: Will Unemployment Break Europe?, Spokesman, Nottingham, 1996.

16 F. Giavazzi, y M. Pagano, «Can Severe Fiscal Contractions be Expansio-nary? Tales of Two Small European Countries», NBER Macroeconomics Annual (1990) 5: págs. 75-116. F. Giavazzi y M. Pagano, «Non-Keynesian Effects of Fiscal Policy Changes: International Evidence and the Swedish Experience», Swedish Economic Policy Review, (1996) 3: págs. 67-103.

17 A. Alesina y R. Perotti, «Fiscal Expansions and Fiscal Adjustments in OECD Countries», NBER Working Paper 5214 (1995), Cambridge, MA, agosto de 1995. A. Alesina y S. Ardanga, «Tales of Fiscal Adjustment», NBER Macroeconomics Annual 1998 and Economic Policy (1998) 13: pág. 27.

18 K. Coates, S. Holland y M. Barratt Brown, Dear Commissioner: Will Unemployment Break Europe? op. cit. 1996.

19 Ibíd.

20 Ibíd.

21 R. Boyer, «The four fallacies of contemporary austerity policies: the lost Keynesian legacy», Cambridge Journal of Economics, (2012) 36, págs 283-312. P. Krugman, End This Depression Now!, Norton & Co., Nueva York, 2013. [Trad. española, ¡Acabad ya con esta crisis!, Crítica, Barcelona, 2012.] D. Whitfield, Unmasking Austerity: Lessons for Australia, Australian Workplace Innovation and Social Research Centre en asociación con la ESSU, University of Adelaide, Adelaida, 2013 op. cit. M. Blyth, Austerity: The History of a Dangerous Idea, Oxford University Press, Nueva York, 2013.

22 John Quiggin, Zombie Economics: How Dead Ideas Still Walk Among Us, Princeton University Press, Princeton, Nueva Jersey, 2010.

23 C. M. Reinhart, y K. S. Rogoff, «Growth in a Time of Debt», American Economic Review: Papers & Proceedings 100 ((2010).), págs. 573–578.

24 T. Herndon, M. Ash y R. Pollin, «Does High Public Debt Consistently Stifle Economic Growth? A Critique of Reinhart and Rogoff», Political Economy Research Institute, University of Massachusetts Amherst, abril de 2013.

25 N. Klein, The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism. Penguin Books, Harmondsworth, 2007.

26 Ibíd, pág. 80.

27 Ibíd, pág. 81.

28 J. Kregel, E Matzner y G. Grabher, The Market Shock, Michigan University Press, Ann Arbor, 1992. J. E. Stiglitz, Globalization and its Discontents, Penguin, Londres, 2002.

29 S. Strange, Mad Money, Manchester University Press, Manchester, 1998.

30 Véanse además, para los años en cuestión, los anexos a The World Bank, World Development Reports, los Informes sobre el desarrollo del mundo que publica el Banco Mundial, en ellos se encuentra una crónica de los hechos que así lo prueban pero que fueron por completo ocultados y desplazados al no dar marcha atrás en el mantra de la deflación, devaluación y desregulación.

31 S. Holland, Towards a New Bretton Woods…, op cit., 1994.

32 S. Holland (dir.), Out of Crisis: A Project for European Recovery. Spokesman Books, Nottingham, 1983.

33 W. Brandt y M. Manley, Global Challenge, op cit. 1985.

34 S. Holland, «The World Bank - Where Now?», en International Bank for Reconstruction and Development, Recovery in the Developing World, Washington DC, 1986.

35 George Orwell, Nineteen Eighty-Four, Martin Secker & Warburg, Londres, 1949.

36 Consejo de Europa, Tratado de estabilidad, coordinación y gobernanza, op cit., 2012.

37 Sobre la prevención y corrección de desequilibrios macroeconómicos véase COM 199 Final. Results of in-depth reviews under Regulation (EU) Bruselas, 4 de octubre de 2013.

38 W. Watt, «EU Commission Makes A Mockery Of Imbalance Procedure», Social Europe Journal, 4 de noviembre de 2013.

39 Daniel Gross (2012). How to Deal with Macroeconomic Imbalances? Centre for European Policy Studies, Special Report 69, noviembre de 2012.

40 The Telegraph, «Standard & Poor’s cut ratings of nine Eurozone countries», 13 de enero de 2012. Bain & Company, Global Private Equity Reports, 2012, 2013, 2014, op. cit. Reuters «Norway’s $610 bn wealth fund to cut Europe exposure», op. cit. Private Equity Intelligence, Sovereign Wealth Fund Review, op. cit.

41 P. De Grauwe, «The Eurozone’s conundrum of power without responsibility», The Financial Times, 7 de agosto de 2005.

42 W. Münchau, «Europe’s unhealthy fiscal obsession», The Financial Times, 4 de julio de 2005.

43 Comité Económico y Social, Restarting Growth: Two Innovative Proposals, ces474-2012_ac_en Bruselas, 2012.

44 Sistema Europeo de Bancos Centrales, presidido por el BCE.

45 Estatuto del Sistema Europeo de Bancos Centrales y el Banco Central Europeo: www.ecb.int/ecb/legal/pdf/en_statute_from_c_11520080509en02010328.pdf.

46 Observaciones preliminares del profesor doctor Ewald Nowotny, gobernador del Banco Central de la República de Austria, ante la cuadragésimo primera Conferencia Económica del Banco, Viena, 10 de junio de 2013.

47 Die allgemeine Wirtschaftspolitik der Bundesregierung zu unterstützen. www.iuscomp.org/gla/statutes/BBankG.htm.

48 D. Marsh, The Bundesbank, Heineman, Londres, 1992.

49 Ibíd.

50 Pöhl citado en D. Marsh, op. cit.

51 J. Paulick, «German-German monetary union caused economic shockwaves», 18 de septiembre de 2010, Véase www.dw.de/german-german-monetary-union-caused-economic-shockwaves/a-5769854.

52 E. Domar, «The ‘Burden of the Debt’ and the National Income». American Economic Review 34: (4), 1944, págs. 798-827. L. Pasinetti, «The Myth (or Folly) of the 3% Deficit / GDP Maastricht ‘Parameter’», Cambridge Journal of Economics (1998) 22, págs. 103-116.

53 Jörg Bibow, «The Economic Consequences of German Unification: The Impact of Misguided Macroeconomic Policies», Levy Economics Institute of Bard College, Policy Brief 67ª, 2001. J. Bibow, «On the ‘Burden’ of German Unifica tion: The Economic Consequences of Messrs. Waigel and Tietmeyer», The Levy Economics Institute of Bard College, Working Paper (2001) 328.

54Ibíd.

55 A. Evans Pritchard, «Germany’s brother gladiators battle over euro destiny in constitutional court», The Telegraph, 11 de junio de 2013.

56 Wall Street Journal, «German Court Refers ECB Bond Program to Europe’s Top Court», 7 de febrero de 2014.

57 ETUC, Report on the functioning of the Troika in the programme countries. Bruselas, febrero de 2014. www.etuc.org/a/11966.

58 Open Europe, 26 de marzo de 2014.

CAPÍTULO 7

1 M. Kalecki, (1943). «Political Aspects of Full Employment», Political Quarterly, vol. 14, (1943), págs. 322-331 y reeditado en Selected Essays on the Dynamics of the Capitalist Economy 1933-1970, Cambridge University Press, Cambridge, 1973, págs. 138 y ss.

2 Ibíd. Véase para más información K. Raffer, «Neoliberalism and Globalisation – Justifying Policies of Redistribution». Indian Journal of Applied Economics, 8 (1999), 1. [Parte II de un número especial publicado a la memoria de John Hicks], págs. 191-215.

3 A. Shonfield, op. cit. 1965.

4 M. Kalecki, op. cit., 1943, pág. 144.

5 S. Holland y T. Oliveira, «Missing Links: Hume, Smith, Kant and Economic Methodology», Economic Thought, 2, 2 (2013), págs. 46-72.

6 J. M. Keynes, (1919). The Economic Consequences of the Peace. Macmillan-Harcourt Brace, Londres-Nueva York, 1920.

7 F. A. von Hayek, The road to Serfdom, Routledge, Londres-Nueva York, 1944.

8 B. Ambrosius, Die Durchsetzung der Sozialen Marktwirtschaft in Westdeutschland, Dt. Verl.-Anst., Stuttgart, 1977.

9 F. A. Von Hayek, Law, Legislation, and Liberty: The Mirage of Social Justice, University of Chicago Press, Chicago, 1976.

10 Mises Daily (2009) «Keynesianism Loves the Total State», Von Mises Institute, 18 de septiembre de 2009.

11 M. Rothbard, «Keynes, the Man», en M. Skousen (dir.), Dissent on Keynes: A Critical Appraisal of Keynesian Economics, Preager, Nueva York y Londres, 1992.

12 Charles Bettleheim, L’économie allemande sous le nazisme, un aspect de la décadence du capitalisme, Rivière, Paris, 1946.

13 Véase W. Eucken, The Foundations of Economics: History Theory and the Analysis of Economic Reality, Springer, Berlin-Nueva York, Londres, (1942) 1992. Véase también M. Blyth, Austerity: The History of a Dangerous Idea, Oxford University Press, Nueva York, 2013.

14 J. M. Keynes, (1936). The General Theory…. op. cit. págs. 378 y 379, el subrayado es nuestro.

15 J. M. Keynes, Ibíd, capítulo 24. Para Keynes el problema de la frugalidad [ahorro] era doble. Si los ahorros era cuantiosos y no se invertían, el efecto era deflacionario. Por «teoría clásica contemporánea» Keynes entendía lo que hoy llamamos «teoría neoclásica».

16 J. Robinson, The Economics of Imperfect Competition, Basil Blackwell, Oxford, 1933.

17 R. Hilferding, Finance Capital. A Study of the Latest Phase of Capitalist Development. (1910). Edición a cargo de Tom Bottomore, Routledge & Kegan Paul, Londres, 1981.

18 R. Lacey, Ford: The Men and the Machine, Heinemann & Pann Books, Londres, 1987.

19 J. B. Say, Traité d’économie politique, ou simple exposition de la manière dont se forment, se distribuent, et se composent les richesses, (1803), Calmann-Lévy Éditeur, París, 1972. En inglés fue traducido como A Treatise on Political Economy, or the Production, Distribution and Consumption of Wealth, Lippincott, Grambo & Co., Filadelfia.

20 J. M. Keynes. The General Theory, op. cit.. pág. 325.

21 J. R. Hicks, A Contribution to the Theory of the Trade Cycle, Oxford University Press, Oxford, 1950. Este tardío reconocimiento se dio en uno de los últimos seminarios que impartió antes de retirarse como catedrático de la cátedra de economía Drummond en Oxford.

22 Datos publicados por Eurostat el 13 de agosto de 2014 de mostraban una caída del 0,3% de la producción en las economías de la zona euro. En cambio, los funcionarios de la Dirección General de Asuntos Económicos y Financieros de la Unión Europea, había pronosticado erróneamente, una vez más, que 2014 iba a marcar el inicio de una recuperación lenta pero constante.

23 R. Kahn, «The Relation of Home Investment to Unemployment», The Economic Journal, (1931) 41, págs. 173-198.

24 K. Coates, S. Holland y M. Barratt Brown, Dear Commissioner: Will Unemployment Break Europe?, Spokesman Press, Nottingham 1996.

25 Fondation Robert Schumann, Pour une relance de l’investissement en Europe, 22 de septiembre de 2014.

26 O. Blanchard y D. Leigh, World Economic Outlook, FMI, 2012.

27 O. Blanchard y D. Leigh, «Growth Forecast Errors and Fiscal Multipliers», FMI WP 13 (2013) 1. A. Auerbach, Y. Gorodnichenko, «Fiscal Multipliers in Recession and Expansion», National Bureau of Economic Research, Working Paper 17447, Cambridge, MA, 2011.

28 Para una valoración del alcance y límites de la teoría keynesiana en relación a los ciclos de fluctuación de la actividad económica (stop-go cycles) en el Reino Unido, véase S. Holland, (dir.) The State as Entrepreneur, Weidenfeld & Nicolson, Londres, 1972, capítulo 1.

29 W. Schäuble, «We Germans don’t want a German Europe», The Guardian 19 de julio de 2013.

30 D. Ricardo, On the Principles of Political Economy and Taxation, (1817), edición a cargo de Piero Sraffa, Cambridge University Press, Cambridge, 1951.

31 B. Ohlin, [1933] International and Interregional Trade. Harvard University Press. 2º ed. 1967. La paginación a la que hacemos referencia corresponde a la edición inglesa de 1967. Heckscher se publicó originalmente en sueco en la revista Ekonomisk Tidskrift, 21, 1919 y fue traducido posteriormente al inglés con el título The Effect of Foreign Trade on the Distribution of Income, véase H. Ellis & L. Metzler (dirs.). Readings in the Theory of International Trade, Allen & Unwin, Londres, 1950. P. A. Samuelson, «International Trade and Equalisation of Factor Prices», The Economic Journal, 58 (1948), págs. 163-184. P. A. Samuelson, «International Factor-Price Equalisation Once Again», The Economic Journal, 59 (1949), págs. 181-197.

32 Adam Smith, «The Glasgow Lectures» (1763), en C. Napoleoni, Smith, Ricardo, Marx, op. cit., 1975, págs. 141-142.

33 T. Piketty, Le Capital au XXIè siècle, Seuil, París, 2013. Trad. inglesa Capital in the 21th Century, Belknap press, Cambrdige MA, 2014.

34 T. Piketty, op. cit., pág. 71. UNCTAD, Multinational Corporations in World Development, Ginebra, 1973.

35 McKinsey, Growth and Competitiveness in the United States: The Role of its Multinational Companies, McKinsey Global Institute Report, junio de 2010; véase asimismo Barron, Wall Street’s Outlook on China, 28 de mayo de 2013.

36 UNCTAD, Multinational Corporations in World Development, Ginebra, 1973.

37 UNCTAD, The Triad in Foreign Direct Investment, Ginebra, 1991. UNCTAD, Foreign Direct Investment Report, Ginebra, 2009. UNCTAD, World Investment Report, Ginebra, 2011. UNCTAD (1991), op. cit.

38 S. Holland, «After Ricardo, after Marx, after Keynes: Comparative advantage, mutual advantage and implications for global governance», Review of Keynesian Economics, vol. 3 núm. 1, enero de 2015.

39 UNCTAD, op. cit. 1991.

40 UNCTAD, op. cit. 2009.

41 S. Holland, « After Ricardo, after Marx, after Keynes» op. cit., 2015.

42 R. Lipsey, I. Kravis, «The Competitive Position of US Manufacturing Firms». NBER Working Paper 1557, 1985.T. Kono, Strategy and Structure of Japanese Enterprises. Macmillan, Londres, 1984.

43 T. Kono, Strategy and Structure of Japanese Enterprises, MacMillan, Londres, 1984.

44 S. Holland, The Global Economy: From Meso to Macroeconomics, Weidenfled & Nicolson, Londres, 1987.

45 D. E Hague, W.E. Oakeshott, y A. A. Strain, Devaluation and Pricing Decisions, Allen & Unwin, Londres 1974. P. Holmes, Industrial Pricing Behaviour and Devaluation, MacMillan, Londres, 1978.

46 S. Holland, The Global Economy, op. cit.

47 Giovanni Cozzi y Stephany Griffith-Jones, «Bringing Europe back to life using investment», FEPS Economic Policy Viewpoint, núm. 4, julio de 2014.

48 Ibíd.

49 Unión Europea (2014), Investment Offensive for Europe, 9 de diciembre de 2014. Europa.eu/rapid/press-release_IP-14-2480_en.htm.

50 Véase para más detalles S. Holland (2015). «The Delors Agenda, the Juncker Agenda and an European New Deal», European Economic and Social Committee, 5 de junio de 2014. www.eesc.europa.eu/?i=portal.en.industry-monetary-policy-documents.36006.

CAPÍTULO 8

1 Y. Varoufakis, «Why has the Eurozone Bond Market stabilised?» http://yanisvaroufakis.eu/, 2014. Hubo también divisiones dentro de los partidos gobernantes. La Alianza de Izquierdas, un partido menor miembro del gobierno finlandés, decidió abandonar la coalición de gobierno en protesta contra las medidas de austeridad acordadas por los otros cinco socios que formaban la coalición. Alegaron que serían demasiado duras para las personas con rentas bajas y que eran imposibles de aceptar para un partido comprometido con la reducción de las desigualdades de ingresos. K. Vita, «Finland’s Left Alliance Quits Government Over More Austerity», Bloomberg, 25 de marzo de 2014.

2The Financial Times