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Los derechos exclusivos de la edición quedan reservados para todos los países de habla hispana. Prohibida la reproducción parcial o total, por cualquier medio conocido o por conocerse, sin el consentimiento por escrito de los legítimos titulares de los derechos.

 

Primera edición: marzo de 2013

 

De la edición impresa:

© Bonilla Artigas Editores, S. A. de C. V., 2013

Cerro Tres Marías número 354

Col. Campestre Churubusco, C. P. 04200

México, D.F.

editorial@libreriabonilla.com.mx

www.libreriabonilla.com.mx

 

© Universidad Nacional Autónoma de México

Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán,

C. P. 04510, México, D. F.

 

ISBN 978-607-7588-76-4 (Bonilla Artigas Editores)

ISBN 978-607-02-4163-5 (UNAM)

ISBN edición digital: 978-607-8348-02-2

 

Cuidado de la edición: Juan Carlos H. Vera, Carmen Sánchez

y Javier Rico Moreno

Responsable de la edición Bonilla Artigas editores

Formación: Saúl Marcos Castillejos

Portada: Teresita Rodríguez Love

Hecho en México

A la Universidad Nacional Autónoma de México

 

 

Agradecimientos

 

Este libro tiene una deuda de gratitud con la historiadora Gloria Villegas, quien alentó el proyecto desde que era apenas un pequeño manojo de ideas e intuiciones en el campo de la historiografía y la cultura; luego se dio a la tarea de seguir el curso de la investigación y leer cuidadosamente el texto. Interesantes conversaciones con miembros de la Fundación Octavio Paz me permitieron descubrir valiosas pistas que en ocasiones ampliaron la perspectiva del estudio, en especial debo señalar las sugerencias de Guillermo Sheridan, Adolfo Castañón y Anthony Stanton. Otras indicaciones estimulantes llegaron oportunamente de Álvaro Matute, Vicente Quirarte, Antonia Pi-Suñer y Sonia Corcuera. El diálogo con mis estudiantes de los cursos de historiografía de México en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, ha sido una importante fuente para revisar y corregir mis ideas. En 1998 el proyecto inicial se sometió a concurso y ganó la beca Octavio Paz en la categoría de ensayo; el aliento recibido fue no sólo económico, sino ante todo moral.

Por último, aunque desde siempre, la poeta Carmen Sánchez ha sido una interlocutora solidaria en todo momento; buena parte de mis indagaciones sobre la relación de la historia y la poesía se han orientado por largos diálogos con ella y con su propia producción poética.

Agradecimientos

PRÓLOGO

PEQUEÑA BIOGRAFÍA EDITORIAL Y ALGO MÁS

Un librito de 120 páginas

El laberinto… y la historiografía

E–VOCACIÓN FAMILIAR

La patria o la vida (el abuelo)

El vendaval de la Revolución (el padre)

EL CAMINO A EL LABERINTO

Primeras imágenes e intuiciones

El tema de la filiación histórica

Mito, historia, mexicanidad

El escenario previo

ARQUITECTÓNICA HISTORIOGRÁFICA

El centauro y El laberinto...

Primer plano: mito y carácter

Segundo plano: la indagación histórica

El origen: desamparo y abandono, inclusión e inmovilismo

Negación, ruptura y ocultamiento

Actualización del pasado y apertura

Mexicanidad y universalidad

La lógica de la historia y el Estado mexicano

De la unidad perdida a la unidad por recobrar

El laberinto de la soledad en la tradición historiográfica mexicana

POESÍA E HISTORIA: ESCISIÓN Y REENCUENTRO

La escisión

Claves de la poética de la historia en El laberinto…

Estética de la realidad

El ritmo histórico

El sustrato historiográfico

El modelo antropológico

Explicación y comprensión históricas

Las formas y el devenir

La metáfora envolvente

Simbología del laberinto

Breve historia de la soledad

El reencuentro

Anexo I. Ediciones y reimpresiones de El Laberinto de la Soledad (1950 a 1999)

Anexo II. Traducciones de El Laberinto de la Soledad a otras lenguas

Anexo III. Ireneo Paz como editor e impresor

FUENTES

Archivos

Fuentes bibliográficas

Fuentes hemerográficas

Sobre el autor

PRÓLOGO

A diferencia de muchos historiadores, Octavio Paz sí tenía una idea de la historia. Del curso general y de la particular mexicana. Ésta fue puesta de manifiesto en su lúcido ensayo de 1950, El laberinto de la soledad, sin duda, uno de los libros más influyentes del México del siglo XX. Para tener una idea de la historia no hace falta tener un conocimiento puntual de la misma; no hacen falta las referencias exactas, los detalles, la incursión monográfica, la comprobación al pie de la página. En cambio, es necesaria la percepción del sentido, de las características de los grandes conjuntos que integran el devenir; del carácter del elemento humano que la protagoniza. Observación, meditación, imaginación. La historia, así, es una poética de la historia en el mejor sentido aristotélico del término: no reproducir las cosas como son, sino como podrían o deberían ser esencialmente. La historia auténtica, profunda, es una metahistoria, un producto al que se ha dotado de sentido, ya que la reproducción de lo sucedido, en sí, carece de sentido, aunque esté documentada.

El laberinto de la soledad contiene, además de muchas otras cosas, una idea de la historia mexicana, la cual puede ser objetada por muchos historiadores a causa de su improbabilidad. El positivismo nunca ha muerto del todo. Las objeciones se deben a que los elementos con los cuales Paz explica son precisamente metahistóricos. Producto de un poeta y ensayista –recuérdese a Montaigne– el carácter metafórico de sus interpretaciones de la historia, otorgan a El laberinto no sólo su originalidad, sino –sobre todo– su profundidad.

Javier Rico Moreno ha ensayado con una lectura de El laberinto de la soledad desde la historiografía, pero de manera inteligente, comprensiva y no desde la elementalidad de quienes pretenden que Paz justifique al pie de página sus afirmaciones con citas de archivo. Para los historiadores de oficio, el libro de Paz es insatisfactorio, tanto como lo es gran parte de la producción de los historiadores académicos para el público lector.

La historia y el laberinto. Hacia una estética del devenir en Octavio Paz, libro que ahora nos convoca, es fruto de una paciente y penetrante investigación emprendida por Javier Rico Moreno para dar cima a su preparación como historiador, ya que fue su tesis de doctorado, la cual, en versión revisada, ofrece ahora a los lectores. Paciente y penetrante, porque además de partir de una lectura atenta y puntual del libro en cuestión, abarca todo aquello de la bibliografía del gran poeta y ensayista que le sirve de marco y prolongación de lo ofrecido en el texto famoso de 1950. El recorrido inicia con “una pequeña bibliografía editorial y algo más”. Capítulo inicial en el que establece la génesis del libro, que habría de ser una novela y, una vez logrado el ensayo, su trascendencia a través de un puntual seguimiento de su vida en los talleres de impresión, es decir, las múltiples ediciones en nuestra lengua y otras ajenas, esto es, lo que se conoce como factor de impacto o recepción del libro que durante más de medio siglo ha sido leído por millares de personas y ha propiciado múltiples reflexiones. Después vendrá algo más que una glosa del poema en que Paz refiere las conversaciones de su abuelo Ireneo sobre las guerras de Reforma y el inicio porfiriano, así como las de su padre, activo en el zapatismo; más que una glosa, porque en “E-vocación familiar”, que tiene como motor al poema aludido, Javier Rico hace un recorrido por la vocación de las tres generaciones de Paz que llegan a la plenitud con Octavio segundo. El capítulo representa un logro muy pleno. Para llegar a la vida del poeta, traza sendas semblanzas de abuelo y padre. Lo que evoca Paz en las breves palabras de su poema, Javier Rico lo sustancia con plétora de datos que permiten conocer de dónde venía. Es especialmente significativo el recuento de la vida de Octavio Paz Solórzano, el zapatista. Aparecen en pocas líneas la madre de Paz y una tía, Amalia, que le enseñó francés y le dejó huella.

Más adelante, en los capítulos tercero y cuarto el autor aborda el meollo de El laberinto. Se trata de “El camino a El laberinto” y “Arquitectónica historiográfica”. En el tercero traza la trayectoria vital que encaminó al poeta a la concepción de su afamado libro. Le da un peso importante a la experiencia del viaje a España durante la Guerra civil y las consecuencias que trajo a la postre la derrota de la República, que marcó su distanciamiento con la política soviética, como fue el caso de Orwell y Dos Passos, entre otros escritores. Además del peso político también está el camino intelectual. Por fin, la concepción y escritura del trabajo. En el cuarto desarrolla propiamente el análisis historiográfico de la obra de Paz, su construcción y el porqué de su ser laberíntico, el cual se explica en el análisis de la arquitectónica, elemento fundamental que hace del libro participar de la historia y más que eso, de ser uno de esos libros que –más allá de la historia– penetran en el devenir mexicano con elementos de las filosofías existencialistas y el psicoanálisis y muchos otros más de índole literaria, ya que Paz, en El laberinto de la soledad recorre la historia mexicana, no de manera puntual, como si aspirara a ser un libro de texto del bachillerato, sino como un gran ensayo sobre los significados de cada una de las etapas históricas planteadas. En eso, también participa en plenitud de la corriente historicista; sin ella, no hubiera habido libro, ya que es fruto de una indagación, que no investigación, histórica, como bien lo establece Javier Rico en su análisis.

El tema de la mexicanidad y la universalidad es el gran detonador de las preguntas que Paz resuelve en el ensayo. Lo histórico adquiere una gran relevancia; es un diálogo permanente con ella, es conciencia histórica. Esto lleva a Javier Rico a concluir con un capítulo reflexivo en el que reúne las piezas, que si bien estaban ordenadas de manera clara, lo avanzado hasta el capítulo cuarto no alcanzaba para llegar al final de un abordaje tan lúcido como riguroso: “Poesía e historia: escisión y reencuentro” palabras clave para inducir ahora, ya no el sentido de la historia abordado por Paz, sino el sentido del libro, de su naturaleza como ensayo, de los vasos comunicantes entre la poética de la historia y la historia sólo acontecida, sin elementos metahistóricos que le den sentido y significado. Si la obra de Paz es marcada por la dialéctica de lo universal y lo particular, tema, por cierto, fundamental en el historicismo, Javier Rico aborda la particularidad de El laberinto dentro del marco de la universalidad teórica con el que fue concebido, tanto en los términos explícitos como en los implícitos.

Una invitación a releer El laberinto de la soledad, lo cual lo confirma en su carácter de clásico del pensamiento mexicano del siglo XX en el cual las brechas existentes entre la historia puntual y la recreación metahistórica reclaman la necesidad de estrecharse, sobre todo en un ambiente caracterizado por la dispersión, “la historia a migajas”, el saber mucho de poco.

Javier Rico Moreno salió airoso de su compromiso ante una obra que no se puede omitir, pese al rechazo que ciertos sectores que se proclaman científicos le tienen. Al poner el acento en la estética, Javier Rico le da al trabajo historiográfico la dimensión hermenéutica que requiere.

 

Álvaro Matute