bck_fig_001

Editado por el Departamento de Publicaciones
de la Universidad Externado de Colombia
en diciembre de 2016

NOTAS AL PIE

LA CAJA REGISTRADORA

1 Anif, “Auge minero-energético en Colombia. ¿Hasta cuando?”, agosto de 2014.

2 Anif, Informe Semanal, septiembre 8 de 2014.

3 El Espectador, agosto 28 de 2014.

4 El Espectador, julio 22 de 2012.

5 Énfasis propio. Anif, Informe Semanal, septiembre 8 de 2014.

6 El Espectador, agosto 28 de 2014.

LA DESTORCIDA DE LOS PRECIOS DEL PETRÓLEO

1 El Tiempo, octubre 29 de 2014.

2 The Wall Street Journal, octubre 29 de 2014.

3 Portafolio, noviembre 13 de 2014.

4 El Tiempo, octubre 28 de 2014.

CRISPACIÓN POR PRECIO DEL GAS

1 Documento Conpes 3762 del 20 de agosto de 2013.

USUARIOS EN ASCUAS

1 Énfasis propio. Resolución UPME 355 de julio de 2004: 130 kWh/mes en los municipios cuya cabecera municipal esta situada por encima de los 1.000 metros sobre el nivel del mar y 173 kWh/mes si está por debajo.

GANADORES Y PERDEDORES

1 Énfasis propio. El Espectador, diciembre 13 de 2014.

2 Énfasis propio. Ibíd.

3 AMYLKAR D. Acosta M., “La destorcida de los precios del petróleo”, noviembre 13 de 2014.

4 Portafolio, diciembre 23 de 2014.

5 El Tiempo, diciembre 8 de 2014.

6 El Tiempo, diciembre 7 de 2014.

7 Ibíd.

8 AMYLKAR D. Acosta M., “Alerta temprana”, noviembre 21 de 2014.

9 AMYLKAR D. Acosta M., “La trampa de la reprimarización de la economía”, septiembre 18 de 2011.

10 El Tiempo, diciembre 23 de 2014.

EL COLETAZO DE LA BAJA DE PRECIOS

1 Énfasis propio. www.universo.com, diciembre 23 de 2014.

2 El Tiempo, diciembre 24 de 2014.

3 El Espectador, enero 20 de 2015.

4 El Espectador, enero 20 de 2015.

5 Portafolio, diciembre 23 de 2014.

6 El Tiempo, enero 14 de 2015.

7 El Espectador, enero 13 de 2015.

8 Portafolio, diciembre 18 de 2014.

9 Portafolio, enero 20 de 2015.

10 El Confidencial, enero 20 de 2015.

11 Ibíd.

12 www.ecopetrol.com.

13 El Espectador, enero 21 de 2015.

DE LAS VACAS GORDAS A LAS VACAS FLACAS

1 Portafolio, enero 30 de 2015.

2 El Tiempo, agosto 31 de 2014.

INJUSTA E INEQUITATIVA

1 AMYLKAR D. ACOSTA M., “Crispación por precios del gas”, diciembre 6 de 2014.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

1 El Tiempo, agosto 31 de 2014.

LA CRUDA REALIDAD

1 El Espectador, diciembre 15 de 2014.

2 El Tiempo, febrero 4 de 2015.

3 AMYLKAR D. Acosta M., “El coletazo de la baja de precios”, enero 25 de 2015.

4 AMYLKAR D. ACOSTA M., “De las vacas gordas a las vacas flacas”, enero 31 de 2015.

5 Énfasis propio. Proyecto de Plan Nacional de Desarrollo “Todos por un nuevo país”, artículo 167.

6 Acto legislativo 05 de 2011.

7 Ley 1744 de 2014, artículo 40.

8 AMYLKAR D. ACOSTA M., “De las vacas gordas a las vacas flacas”, enero 31 de 2015.

9 Ibíd.

EL TIJERETAZO A LAS REGALÍAS

1 Boletín del FMI, abril 9 de 2015.

2 El Nuevo Siglo, mayo 3 de 2015.

3 El Tiempo, marzo 18 de 2015.

4 Ley 1744 de 2014.

5 Bogotá, marzo 24 de 2015.

6 Decreto 0722, abril 17 de 2015.

7 Palabras del presidente de la República en el Congreso Nacional de Municipios, Cartagena, marzo 27 de 2015.

8 Ibíd.

9 Énfasis propio. Ibíd.

LOS PRECIOS DEL CRUDO: BAJOS Y OSCILANTES

1 AMYLKAR D. Acosta M., “La destorcida de los precios del petróleo”, noviembre 13 de 2014.

2 Énfasis propio. El Nuevo Siglo, junio 11 de 2015.

3 Ibíd.

4 El Tiempo, junio 2 de 2015.

5 El Nuevo Siglo, junio 11 de 2015.

SE DISPARAN LAS ALARMAS

1 AMYLKAR D. Acosta M., “Ganadores y perdedores”, enero 5 de 2015.

2 PIN, Portal Informativo Industrial, mayo 2 de 2015.

3 Ministerio de Hacienda y Crédito Público, Marco Fiscal de Mediano Plazo, junio de 2015.

4 Énfasis propio. Portafolio, junio 22 de 2015.

5 MAURICIO Cabrera, El País, “Incentivos a los capitales golondrinas”, marzo 10 de 2013.

6 Énfasis propio. El Tiempo, enero 29 de 2012.

7 AMYLKAR D. Acosta M., “La enfermedad holandesa”, julio 3 de 2010.

8 AMYLKAR D. Acosta M., “La trampa de la reprimarización”, septiembre 18 de 2011.

9 La República, abril 17 de 2015.

10 Portafolio, marzo 19 de 2015.

11 Énfasis propio. La República, abril 17 de 2015.

12 Portafolio, abril 12 de 2015.

13 Portafolio, agosto 17 de 2004.

14 El Tiempo, junio 25 de 2015.

15 El Tiempo, junio 13 de 2015.

16 Énfasis propio. Banco de Colombia, Observador Semanal, junio 19 de 2015.

17 Énfasis propio. El Tiempo, abril 12 de 2015.

18 Portafolio, junio 22 de 2015.

HACIA UNA NUEVA POLÍTICA INDUSTRIAL

1 El Tiempo, julio 27 de 2015.

2 Ibíd.

3 Énfasis propio. El Tiempo, enero 29 de 2012.

4 El Tiempo, “Pregunta Yamid”, mayo 31 de 2015.

5 Énfasis propio. El Espectador, julio 9 de 2015.

6 AMYLKAR D. Acosta M., “La enfermedad holandesa”, julio 31 de 2010.

7 AMYLKAR D. Acosta M., “Una sorpresa desagradable”, septiembre 13 de 2008.

8 Énfasis propio. El Espectador, julio 26 de 2015.

9 El Espectador, agosto 13 de 2015.

10 El Espectador, El Salmón, agosto 9 de 2015.

11 Mercado de Dinero, julio 25 de 2015.

12 AMYLKAR D. Acosta M., “La trampa de la reprimarización”, septiembre 18 de 2011.

13 Documento Conpes 3439, Institucionalidad y principios rectores para la competitividad y productividad, agosto 14 de 2006.

14 Énfasis propio. El Espectador, julio 10 de 2015.

15 El Nuevo Siglo, junio 22 de 2015.

16 Énfasis propio. Semana, julio 25 de 2015.

17 Consejo Privado de Competitividad, Informe Nacional 2012-2013, Ruta a la prosperidad colectiva.

18 Portafolio, mayo 22 de 2015.

19 Énfasis propio. Ibíd.

EL DILEMA DEL PRISIONERO

1 El Tiempo, agosto 29 de 2015.

LAS CABAÑUELAS PETROLERAS

1 www.inteligenciapetrolera.com.co, enero 5 de 2016.

2 El País, Madrid, diciembre 19 de 2015.

3 Ibíd.

4 Ibíd.

LOS DÉFICITS GEMELOS

1 Énfasis propio. El Nuevo Siglo, “John Baffes, autor principal del reporte trimestral sobre materias primas del Banco Mundial”, enero 27 de 2016.

2 Ley 1473 de 2011.

LA NUEVA NORMALIDAD

1 Énfasis propio. JOSEPH Stiglitz, El Tiempo, enero 24 de 2016.

2 www.americaeconomia.com, Economía & Mercados, octubre 6 de 2015.

3 Ibíd.

4 www.20minutos.es, enero 18 de 2016.

5 Énfasis propio. JOSEPH Stiglitz, El Tiempo, enero 24 de 2016.

6 Portafolio, diciembre 5 y 6 de 2015.

7 El Nuevo Siglo, enero 21 de 2016.

8 Énfasis propio. El Espectador, Morgan Stanley, enero 12 de 2016.

COLOMBIA: HACIA UN PAÍS DE ALTOS INGRESOS

1 Énfasis propio. BID, Colombia: Hacia un país de altos ingresos con movilidad social, 2016

2 Énfasis propio. El Tiempo, febrero 18 de 2016.

3 Énfasis propio. El Tiempo, febrero 21 de 2016.

4 Énfasis propio. El Espectador, febrero 18 de 2016.

5 Énfasis propio. El Espectador, octubre 30 de 2014.

6 El Espectador, febrero 18 de 2016.

frn_fig_003.jpg
frn_fig_004.jpg

Acosta Medina, Amylkar David, 1950-

El shock petrolero y su impacto en las finanzas públicas / Amylkar D. Acosta Medina. - Bogotá: Universidad Externado de Colombia. 2016.

187 páginas : gráficos ; 21 cm. (Colección de Estudios en Derecho Minero y Energético ; 9)

ISBN: 9789587726091

1. Industria del petróleo – Precios – Colombia 2. Industria minera -- Aspectos económicos – Colombia 3. Conservación del petróleo – Colombia 4. Gas – Precios – Colombia 5. Regalías – Colombia 6. Conservación de los recursos naturales -- Colombia I. Universidad Externado de Colombia II. Título III. Serie.

348.31   SCDD 15

Catalogación en la fuente -- Universidad Externado de Colombia. Biblioteca. EAP.

Diciembre de 2016

ISBN 978-958-772-609-1
ISBN EPUB 978-958-772-670-1

Calle 12 n.º 1-17 este, Bogotá

Teléfono (57-1) 342 0288

publicaciones@uexternado.edu.co

www.uexternado.edu.co

CONTENIDO

Presentación

Vamos por más reservas

La caja registradora

Retos y desafíos

La maldición de los recursos naturales

La destorcida de los precios del petróleo

Crispación por precio del gas

Usuarios en ascuas

El shock petrolero

Ganadores y perdedores

El coletazo de la baja de precios

De las vacas gordas a las vacas flacas

Injusta e inequitativa

Preguntas y respuestas

La cruda realidad

¿Garantías para qué?

El tijeretazo a las regalías

Los precios del crudo: bajos y oscilantes

Se disparan las alarmas

El reflujo del capital

Hacia una nueva política industrial

El dilema del prisionero

Las cabañuelas petroleras

Los déficits gemelos

La nueva normalidad

Colombia: hacia un país de altos ingresos

Los grandes retos de las regiones en el SGR

PRESENTACIÓN

Esta publicación, que compendia mis escritos atinentes al comportamiento de los precios internacionales del crudo y su impacto en las finanzas públicas nacionales, no tiene otra pretensión distinta a despertar el interés de legos y expertos para que profundicen en el análisis de los antecedentes y las consecuencias que se derivan del mismo, y se replanteen el modelo económico imperante.

Como es bien sabido, Colombia no se puede catalogar como país petrolero, sino como un país con petróleo, dada la modestia tanto de sus reservas, en declinación, como de su producción. Desde 2014 las reservas de crudo han venido cayendo sin remedio y los volúmenes de producción se alejan cada vez más de la meta de enantes del millón de barriles/día. Y lo más preocupante es que la perspectiva no es alentadora, dado el declive de la actividad exploratoria. Colombia está a menos de cinco años de tener que importar crudo para poder cargar sus refinerías y ya sabemos lo que ello puede llegar a significarle. Se repetiría la historia: en 1975 el país perdió la autosuficiencia petrolera y durante diez años tuvo que importar crudo, hasta que se le apareció la Virgen con el yacimiento de Caño Limón.

Colombia se ha visto afectada mayormente por la actual coyuntura porque a la caída de los precios internacionales, que son una variable exógena, se ha venido a sumar la caída de la producción. De allí los niveles récord de déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, la caída de la inversión extranjera directa (IED) y el descuadre de las finanzas públicas. Son las finanzas de la nación las más afectadas, pues después de percibir una renta petrolera de 23 billones de pesos hace sólo tres años, ahora le ha quedado a deber a las empresas petroleras, a las que les tiene que reintegrar más de $800.000 millones. En menor medida se han visto afectadas las regiones también y ello en razón de que las empresas tienen que pagar las regalías sobre su producción y no sobre sus utilidades.

La vulnerabilidad de la economía nacional frente a los embates de la caída de precios es mayor por el proceso de reprimarización que ha experimentado los tres últimos lustros, igual que ha ocurrido en el resto de Latinoamérica, con una marcada dependencia con respecto a los commodities. Se plantea ahora, tardíamente, el cambio de modelo hacia la que han dado en llamar “nueva economía”, que no es otra cosa distinta a la diversificación del aparato productivo, como desde hace rato lo venía recomendando la Cepal. Pero ello toma tiempo y esfuerzo continuado. Y no se puede caer en el garlito, en aras de impulsar otros sectores de la economía, de no hacer esfuerzos para reactivar el alicaído sector minero-energético, con el que tendremos que seguir contando.

Espero contribuir con este texto al debate, a la controversia y a poner el tema en la agenda pública. Mi ya larga vinculación a la Especialización en Derecho Minero-Energético que ofrece la Universidad Externado de Colombia y a su grupo de investigación, me han estimulado a seguir estudiando y profundizando sobre este apasionante mundo del petróleo, que mueve y va a seguir moviendo por varias décadas más la economía global. Mis agradecimientos por haber hecho posible esta publicación, la cual espero sirva de material de estudio y de referencia para quienes quieran incursionar en él.

Amylkar D. Acosta Medina

VAMOS POR MÁS RESERVAS

La primera prioridad del país es incorporar más barriles de crudo a sus reservas probadas, dada la precariedad de estas, toda vez que los 2.445 millones de barriles con los que cuenta a duras penas le alcanzarían para sólo 6,6 años de autosuficiencia. Por ello se dice de Colombia que en lugar de ser un país petrolero es un país con petróleo. No obstante, es de resaltar el hecho de que gracias a los esfuerzos exploratorios realizados en los últimos años, en el año 2007 se detuvo la caída de las reservas y estas han registrado un repunte desde 2008. En los últimos cuatro años (2010-2013), las reservas probadas se incrementaron el 18% y ello es tanto más meritorio si tenemos en cuenta que las extraídas en ese mismo lapso crecieron más que proporcionalmente, un 27,3%, al pasar de un promedio de 785 mil barriles/día-año a más del millón de barriles.

Y ello ha sido posible sin encontrar en los últimos veinte años ni un Caño Limón ni un Cusiana, pero ayudados por una seguidilla de pequeños hallazgos que sumados han permitido incorporar mayores reservas, al tiempo que le han ganado al país una mayor prospectividad petrolera. Desde luego, también ha contribuido a ello la aplicación de nuevas tecnologías de recobro mejorado. Para destacar, el hecho de que la participación de las mayores reservas que corresponde a nuevos descubrimientos ha venido in crescendo, el año pasado alcanzó el 39%.

No obstante, dado que la meta del Gobierno es pasar de una relación reservas-producción (R/p) de 6,6 actual a 10 en el año 2018, para alcanzarla se requerirá pasar de una adición de reservas del año anterior de 436 millones de barriles a adicionar anualmente 615 millones de barriles. Dicho de otra manera, se necesitaría pasar de un índice de reposición de reservas actual de 118% al 167%, ímproba tarea esta. Para ello el país tiene que apretarle el paso a la actividad exploratoria, ya no sólo limitada a los yacimientos convencionales sino también ampliando la frontera hacia los no convencionales, amén de la campaña en que ya está comprometido de búsqueda de hidrocarburos off shore.

Esa es la apuesta de Colombia con la reciente Ronda Colombia 2014. De hecho, en el país pasamos de perforar 21 pozos exploratorios en 2004 a perforar 131 en 2012, registrándose una leve caída en 2013 cuando se perforaron 115 de 130 que era la meta, y ahora se proyecta perforar 135 para el presente año. Claro que para alcanzar esta meta es preciso remover tres grandes escollos que están frenando la actividad petrolera en el país: los ataques terroristas contra su infraestructura, la conflictividad social y la dilación en los procesos de licenciamiento ambiental y consultas previas.

Creemos que no hace falta promover cambios en la normatividad legal para atraer la inversión y estimular la actividad hidrocarburífera en el país, cuyos últimos ajustes se hicieron para incentivar la producción incremental y, más recientemente, en lo atinente a la exploración y desarrollo de yacimientos no convencionales. De lo que se trata es de que tales reglas se cumplan y de esta manera ganar en seguridad jurídica, que es lo que a ratos queda en entredicho cuando se presentan circunstancias en el entorno de la actividad que la ponen en riesgo. Un estudio reciente de Arthur D. Little muestra a Colombia como el país más atractivo de Latinoamérica por sus términos fiscales, así como por su clima político y de inversión, recibiendo una calificación de 3,9 sobre 5, superando entre otros a México y Brasil. Es decir, que Colombia sigue siendo competitiva y atractiva para la inversión y los inversionistas de la industria petrolera.

Bogotá, septiembre 14 de 2014

www.amylkaracosta.net

LA CAJA REGISTRADORA

Prefiero tener vagamente la razón que
estar equivocado con precisión.
KEYNES

EL CUARTO MENGUANTE

El sector minero-energético y los hidrocarburos en particular cobraron una gran importancia en la economía nacional merced a un largo ciclo de gran demanda y altos precios internacionales, al punto que uno y otro llegaron a representar el 10,3% del PIB para el sector en 2012 y el 5,6% los hidrocarburos, que marcaron su punto de inflexión a partir del cual entramos en lo que he denominado el cuarto menguante del auge de este sector a escala internacional. Es bien sabido que dicho boom tuvo su principal impulso en la creciente demanda por los commodities por parte de los países emergentes, encabezados por China y la India, catalogados como las “aspiradoras” de materias primas, cuyas economías lograron desacoplarse de la economía global en momentos que el crecimiento de esta se ralentizaba por cuenta de la recesión de la Unión Europea y la lenta recuperación de la crisis hipotecaria de Estados Unidos.

Las economías de los países emergentes terminaron resintiéndose del ya largo letargo de las economías líderes de Occidente y los crecimientos de la economía china e hindú por encima del 10% y del 7%, respectivamente, son cosa del pasado pues, como es apenas lógico, con una tasa de crecimiento del 7,5% en el primer caso y de 5% en el segundo, demandan menos materias primas y ello ha contribuido a la contracción de sus mercados, así como también a la destorcida de los precios de las mismas. Dada la enorme dependencia de los países latinoamericanos de sus exportaciones de materias primas, al revertirse la tendencia de la demanda y de los precios, el decenio virtuoso, durante el cual la economía de la región creció por encima del promedio histórico, llegó a su final. Colombia, de alguna manera, fue la excepción, dado que los precios del crudo se mantuvieron a niveles altos favorecidos por la crisis del Medio Oriente y más recientemente por la ofensiva del Estado Islámico en Irak.

Sin embargo, desde el año anterior el crecimiento de la economía colombiana, no obstante que supera al del resto de países de la región, se ha visto lastrado por el menor crecimiento del sector minero-energético que venía jalonándolo. Esta locomotora ha perdido velocidad a causa no sólo de un entorno internacional que ha cambiado desfavorablemente debido a la variación de dirección de los vientos que soplan, sino también a obstáculos más ligados a la turbación del orden público en las regiones en donde operan las empresas que adelantan la actividad extractiva, amén de los desencuentros con las comunidades asentadas en dichos territorios y la incertidumbre en torno a las licencias ambientales y a las consultas previas, a falta de reglas claras y consensuadas. En efecto, después de haber alcanzado un máximo de crecimiento del PIB de 7,9%, que no se veía desde la década del setenta con su bonanza cafetera, en contraste con el crecimiento promedio de 1,8% entre los años 2004 y 2007, ese ritmo decayó y sólo el último año se ha notado un repunte, pero aupado por el sector de la construcción que relevó al sector minero-energético como principal dinamizador de la economía nacional. Y no es para menos, pues en la medida en que decae la producción de hidrocarburos y minerales, se impacta el ritmo de crecimiento de la economía. Como lo advierte Anif, “si el sector minero-energético pasa de un crecimiento de 11,3% (2008-2011) a 6-7% anual, ello significa medio punto porcentual de crecimiento potencial de la economía (de 4,5% a 4%)”1.

GRÁFICA 1. CRECIMIENTO ANUAL DEL PIB

chpt_fig_001.jpg

Fuente: DANE.

Después de que en la década anterior el sector minero-energético creció por encima del crecimiento de la economía (2010-2013, crecimiento promedio del sector 11,7% vs. 4,8% del PIB total), ahora su crecimiento es menor que este y se ha venido rezagando con respecto a otros sectores. Todavía en 2012 y 2013 el crecimiento del sector, 4,6% y 7,8% respectivamente, superó el crecimiento de la economía, 4% y 4,7% respectivamente. La economía nacional mostró un repunte sorprendente en el primer trimestre de este año con un crecimiento del PIB del 6,4%, el segundo mayor crecimiento de la economía en el mundo después de China; entre tanto el crecimiento del sector minero-energético fue del 5,6%. Para el segundo trimestre, el crecimiento del PIB global fue del 4,3%, al tiempo que el sector minero-energético cayó -2,2%. Para el consolidado del primer semestre de 2014, mientras el PIB total creció 5,4%, el del sector minero-energético creció un anémico 1,7%. Este comportamiento del sector se tradujo en una pérdida de participación en el PIB, pasando del 10,3% en 2012 a 10,1% en el primer trimestre de 2014 y en el caso de los hidrocarburos particularmente se pasó del 5,6% en 2013 a 5,3% en el primer trimestre de este año (gráfica 1).

EL DESBALANCE COMERCIAL

Con el decaimiento de la actividad minero-energética se vino abajo también la afluencia de inversión de capitales al sector, que hasta hace muy poco crecía de manera sostenida. Aunque este sector sigue siendo el mayor receptor de inversión extranjera directa (IED), viene perdiendo participación: entre el primer semestre de 2013 y el primer semestre de 2014 pasó del 61% al 50% del total. No obstante que en el primer semestre de este año se incrementó 9,8% la IED con respecto al primer semestre del año anterior, en lo que hace relación al sector minero-energético no sólo no creció sino que tuvo una baja del 9%.

El sector de los hidrocarburos representa el 56% de las exportaciones, pero también representa el 13% de las importaciones, las cuales han multiplicado por seis su peso en el total de estas. Preocupa sobremanera el progresivo deterioro de nuestra balanza comercial, dado que mientras las exportaciones caen, las importaciones crecen sin parar. A guisa de ejemplo, en el mes de agosto de este año las exportaciones registraron una baja del 3% al pasar de US$4.977,7 millones a US$4.829,5 millones con respecto al mismo mes del año anterior. Es muy diciente que después de que en el primer semestre del año pasado las exportaciones del países superaron a las importaciones en US$1.811 millones, en el primer semestre de este año se invirtió el saldo de positivo a negativo en US$1.163 millones. Ello llevó a afirmar a Anif que “vamos camino a un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos en el rango 4,2% a 4,5% del PIB al cierre del presente año”2. El sector externo se ha visto impactado en gran medida por la entrada en vigencia de los tratados de libre comercio (TLC) que se firmaron a la topa tolondra con el espejismo de que con ellos se catapultarían nuestras exportaciones, pero hasta ahora el tiro nos ha salido por la culata. El caso del TLC con Estados Unidos es patético, a julio de este año el déficit de nuestra balanza con Estados Unidos, el segundo mayor después del de China, fue del orden de los US$2.275 millones cuando, un año antes, para este mismo mes, era superavitaria en US$2.501,9 millones (¡!).

Pero preocupa más el hecho de que al desagregar las cifras se puede constatar que la caída mayor fue en el renglón correspondiente a la industria extractiva, que cayó el -8,1%, debido principalmente a la baja en las exportaciones de petróleo y sus derivados, de un -10,2%. Tanto la balanza comercial como la cuenta corriente, que se aproximan peligrosamente a un déficit del -4%, vienen en declive y ello empaña el buen desempeño que ha venido teniendo el crecimiento de la economía colombiana, que no le ha alcanzado para erigirse como la tercera economía de Latinoamérica, el sueño que viene acariciando hace rato el ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas (gráfica 2). Según cifras recientes del Banco Mundial, Venezuela (¡sic!) desbancó a Colombia del cuarto lugar en el ranking basado en el PIB en 2013 al alcanzar los US$438.284 millones, sólo superado por Brasil con US$2,2 billones, México con US$1,2 billones y Argentina con US$611.755 millones y la economía colombiana queda de quinta con US$378.148 millones, sólo por encima de Chile (US$277.199 millones) y Perú (US$202.296 millones) en la región.

GRÁFICA 2
CUENTA CORRIENTE Y BALANZA COMERCIAL
(ANUAL, PORCENTAJE DEL PIB)

chpt_fig_002.jpg

EL DESCUADRE DE LAS FINANZAS PÚBLICAS

Ahora que la meta del millón de barriles diarios se ha vuelto tan esquiva, Colombia requiere con urgencia aumentar su producción de hidrocarburos, puesto que este sigue siendo su principal renglón de exportación y el mayor generador de divisas, así como también constituye la principal fuente generadora de ingresos para el Estado. No hay duda que el sector minero-energético se ha convertido en la caja registradora de la nación y también de las regiones, que tiene en el mismo su principal fuente de financiamiento. Basta con decir que en el año 2013 de los $46 billones recaudados por concepto de impuesto de renta, $13 billones correspondieron a lo tributado por la industria petrolera, y si a ello se suman los ingresos por concepto de regalías y dividendos, este sector le reporta a la nación el equivalente al 21% de los ingresos corrientes. En total, los ingresos provenientes del sector minero-energético le representan al Estado 4,5 puntos porcentuales del PIB. De modo que el estancamiento o la caída en la producción, como la que se ha venido dando recientemente, afecta notablemente las finanzas públicas. Lo acaba de manifestar el ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, “deberíamos proponernos como sociedad seguir aumentando esa renta petrolera, porque cada peso que se deje de recibir por esa renta es un peso más que tenemos que cobrar en impuestos”3.

MFMPMFMP