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DR. CAMILO CRUZ

SIETE

PASOS PARA CONVERTIR TUS SUEÑOS EN

REALIDAD

TALLER DEL ÉXITO

SIETE PASOS PARA CONVERTIR TUS SUEÑOS EN REALIDAD

Copyright © 2011 - Dr. Camilo Cruz • Taller del Éxito

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Publicado por:

Taller del Éxito, Inc.

1669 N.W. 144 Terrace, Suite 210

Sunrise, Florida 33323

Estados Unidos

Editorial dedicada a la difusión de libros y audiolibros de desarrollo personal, crecimiento personal, liderazgo y motivación.

Diseño de carátula y diagramación: Diego Cruz

ISBN 10: 1-931059-10-1

ISBN 13: 978-1-93105-910-7

EPUB X Publidisa

PRÓLOGO

Te contaré la historia acerca de un viajero que andaba por la antigua Grecia en busca del monte Olimpo y temiendo estar perdido, se acercó a un hombre que se encontraba a la vera del camino para preguntarle: -“¿Cómo hago para llegar al monte Olimpo?” Entonces el sujeto, quien resultó ser Sócrates, le respondió: -“Muy fácil, simplemente asegúrate que todo paso que

des vaya en esa dirección”.

Sócrates estaba en lo correcto. El camino óptimo para llegar a nuestro destino, cualquiera que éste sea, es asegurándonos que cada paso que demos vaya en dicha dirección. Igualmente, la única forma para poder convertir tus sueños en realidad es asegurándote que todo paso, toda acción, toda actividad que realices estén encaminados hacia la realización de metas claras. Es imposible triunfar actuando con inconsistencia frente a los principios del éxito.

El convertir tus sueños en realidad no es el resultado de la suerte o la coincidencia, como suelen creer algunos. Las personas de éxito triunfan a propósito; su éxito es el resultado de un plan preconcebido y puesto en marcha. Tu plan de acción es el mapa que te guiará y te ayudará a encontrar el camino hacia el logro de tus metas, sueños y aspiraciones. Desafortunadamente, por cada gran idea o descubrimiento que cambió el curso de la humanidad, miles de sueños nunca se hicieron realidad debido a que quienes los concibieron no desarrollaron un plan de acción para lograrlos.

El logro de un sueño no es más que la consecuencia lógica de un proceso, de un plan. El problema es que muchos de nosotros empleamos más tiempo en planear nuestras vacaciones que el que invertimos en planear nuestro futuro. Ese es el objetivo de este libro, ayudarte a desarrollar tu plan personal de éxito. En sus páginas encontrarás ideas que te ayudarán a vencer los obstáculos que seguramente encontrarás a lo largo del camino; aprenderás a dar prioridad a tus metas más ambiciosas y descubrirás cómo ir de donde hoy te encuentras a donde quieres llegar.

Después de casi dos décadas de estudiar el comportamiento humano, puedo decir sin temor a equivocarme, que todos nosotros triunfamos o fracasamos a propósito. Tú puedes estar pensando, ¿quién en su sano juicio fracasa a propósito? Por supuesto que las personas no fracasan porque planeen su fracaso; lo hacen porque no planean su éxito, y al no planear su éxito, de por sí están planeando su fracaso.

Piensa en los siete pasos que describiré en los siguientes capítulos como en los siete escalones de la escalera que te permitirá ascender hacia la cumbre del éxito. Si tu objetivo es llegar a la cima de la escalera, empiezas por el primer escalón y continúas con el siguiente hasta llegar al final. Tú no te pararías en el cuarto peldaño para luego devolverte al segundo porque eso no tendría mucho sentido.

Por ejemplo, cuando tomé la decisión de empezar mi empresa, el primer paso fue determinar la misión y visión que guiarían los destinos de mi compañía y las metas a seguir. Esta es la esencia del primer paso: determinar hacia dónde vamos.

Puesto que empezar una empresa propia significaba un gran cambio en mi vida, me puse en la tarea de identificar las razones que me habían impulsado a tomar dicha decisión. En otras palabras, encontrar el porqué de mi decisión, que es la esencia del segundo paso que daremos.

Posteriormente desarrollé el cronograma de las diferentes tareas y objetivos que debía realizar, asegurándome de tener claro cuándo tendrían que estar terminadas (el tercer paso), con qué contaba y qué necesitaba aprender para lograrlas (el cuarto paso), y qué posibles fuentes de ayuda podrían facilitar el logro de estos objetivos, que constituye el quinto paso de este proceso.

Una vez identificados los diferentes elementos que influirían en el éxito de mi empresa, el siguiente paso era desarrollar una estrategia precisa que ilustrará cómo me proponía alcanzar dicha meta. Este es el sexto paso que discutiremos. Terminada esta labor de investigación, planeación y preparación, el séptimo paso era empezar.

Si tú sigues este plan de trabajo y mantienes una actitud persistente y firme hacia el logro de tus metas, no habrá nada que no puedas alcanzar.

Curiosamente, sólo el 3% de las personas toman el tiempo para desarrollar un plan de esta naturaleza; lógicamente, son ellos quienes triunfan y logran realizar las metas que se han propuesto. La inmensa mayoría de las personas nunca dan este paso, no porque la decisión sea difícil, ni porque la clave del éxito requiera un esfuerzo sobrehumano, o porque demande talentos o habilidades que ellas no poseen. La verdadera razón por la cual la gran mayoría de los seres humanos no logra romper la inercia que los mantiene atados a una vida mediocre que no les permite realizar sus sueños, es porque el hacerlo requiere un compromiso total, y para eso, estos sueños deben convertirse en un deseo ardiente.

Son tus sueños más ambiciosos los que suelen sacar a relucir tu verdadero potencial; de ahí la gran importancia que tiene el identificarlos claramente. A esto se debe que este sea el primer paso para iniciar tu plan de éxito.

Tus sueños no sólo le proveen dirección a tu vida, sino que te proporcionan la disciplina y el carácter para desarrollar los hábitos que te ayudarán a lograr tus metas y propósitos. Ya seas consciente o no de ello, tus sueños son seguramente la razón más importante por la cual dedicas gran parte de tu vida a tu trabajo.

Aunque en algunas ocasiones sintamos que no tenemos sueños o metas que nos impulsen a seguir adelante, la realidad es que sí los tenemos y queremos verlos realizados. Por eso nuestra primera gran tarea es indagar en lo más profundo de nuestro ser, en búsqueda de aquellos sueños que en el pasado nos hicieron vibrar de entusiasmo. Es vital hacer de ellos la fuerza que nos vuelva a indicar el camino, y nos provea de la energía y el coraje necesarios para encontrar nuevamente el significado de nuestra vida.

La historia de Stephen Hawking, decano del departamento de Matemáticas de la Universidad de Cambridge, es un vivo ejemplo de la lucha de un hombre por re encontrar sus sueños; su vida ilustra el poder que se deriva de la dedicación y compromiso de un ser humano hacia lo que verdaderamente ama. Sus teorías sobre el origen y la evolución del universo, tan revolucionarias como las que Einstein expusiera en la primera mitad del siglo XX, lo sitúan como el más importante exponente en el campo de la Astrofísica, en la segunda mitad del mismo.

Desde muy temprana edad eran evidentes sus extraordinarias aptitudes en el área de las Ciencias. Sin embargo, poco después de empezar sus estudios universitarios, Hawking cayó víctima de una enfermedad conocida como esclerosis amiotrófica lateral (amyotrophic lateral sclerosis, o Lou Gehrig's disease). Esta enfermedad, que afecta el sistema nervioso central, lo redujo en pocos años a una silla de ruedas, privándolo del uso voluntario de los músculos de su cuerpo y pronto sucumbió ante una profunda depresión que lo llevó a abandonar sus estudios y lo condujo al alcohol como el vehículo de su autodestrucción.

En enero de 1963 su vida cambió cuando conoció a Jane Wilde, estudiante de idiomas, de quien se enamoró profundamente y con quien se casó más tarde. Debido al amor de Jane y a la influencia positiva que ella trajo a su vida, Hawking retornó a sus estudios y finalmente recibió su doctorado en Cosmología en 1966.

Su habilidad para hablar y comunicarse se había deteriorado paulatinamente, hasta tal punto que la única manera de lograrlo era a través de una de sus estudiantes que traducía sus clases interpretando los confusos e indescifrables sonidos provenientes de sus cuerdas vocales. No obstante, en 1986 Stephen desarrolló neumonía con severas complicaciones que obligó a los doctores a remover su tráquea dejándolo mudo de por vida.

Actualmente se comunica a través de una computadora que opera con los tres dedos de su mano derecha, sobre los cuales aún tiene cierto control. Así logra traducir lo que escribe en el teclado, al lenguaje hablado. De esta manera Stephen Hawking ha conseguido escribir varios libros y cambiar la percepción y el entendimiento sobre los orígenes del universo.

Más de diez millones de ejemplares vendidos de su primera obra, en más de treinta idiomas; algo difícil de creer para un trabajo de divulgación científica. No obstante, más increíble aún es el hecho que su autor lo escribiera veinte años después que los médicos le dieran una esperanza de vida de no más de dos años.

En mi carrera como escritor y conferencista he contado con la buena fortuna de conocer gente proveniente de todos los rincones del planeta, y he podido descubrir que, independientemente de cual sea su país de origen, su profesión o sus creencias religiosas, todos ellos tienen algo en común: un profundo deseo de triunfar. Aún cuando su concepción del triunfo es diferente para cada una de ellas, puesto que el éxito es una aventura personal, todos cuentan con metas, sueños y aspiraciones únicas e individuales que desean alcanzar. De ahí que la mejor manera de definir el éxito es como la realización progresiva de tus sueños.

De manera que el secreto para alcanzar el éxito está en identificar tus sueños, en atreverte a pensar en grande, en creer que mereces lo mejor, y en salir tras todo ello aceptando los riesgos que demanda lo grandioso.

La vida de Stephen Hawking es una historia de éxito y de cómo los sueños son el combustible que mantiene ágil nuestro andar. Por esta razón, a lo largo del libro reitero una y otra vez, que el paso más importante de tu plan de éxito es identificar tus sueños y descubrir tu misión de vida.

El libro presenta los primeros seis pasos en forma de pregunta, puesto que lo que estás a punto de iniciar es la planificación de tu futuro; a eso se debe que seas tú el único que puede proveer las respuestas. Asegúrate de terminar cada paso antes de dar el siguiente. Para que tu plan de acción sea efectivo, necesitas ser absolutamente honesto contigo mismo. No obstante, también deberás ser valiente y temerario. Sueña en grande, ten fe en ti mismo y en tu plan, y toma la decisión de hacer todo cuanto tu plan de éxito requiera. Recuerda, son tus sueños los que están en juego; es tu misión de vida lo que está de por medio.

Para obtener los mejores resultados de este libro te sugiero que primero leas cada uno de los pasos. Cuando termines de leer el primero de ellos, sigue las indicaciones y asegúrate de responder a los interrogantes que encontrarás al final del capítulo, en la sección titulada PLAN DE ÉXITO PERSONAL. El éxito de este método está en no apresurarte a dar el siguiente paso, sin antes haber interiorizado y grabado en tu mente subconsciente los conceptos expresados en el paso anterior.

Inicialmente, invierte una a dos horas para completar cada uno de los pasos. Al final del sexto paso, cuando ya tengas una visión global de cómo estructuraste tu plan de acción inicial, podrás examinarlo de nuevo y determinar si necesitas invertir un poco más de tiempo en algún aspecto en particular.

Cuando encuentres el PLAN DE ÉXITO PERSONAL, lee cuidadosamente las instrucciones y responde las preguntas en el espacio asignado, o en una libreta de notas, si lo prefieres. Para crear un plan de acción efectivo, tu total participación es vital.

Completa cada paso de la mejor manera posible y más adelante, en la medida en que interiorices cada una de las ideas, podrás complementar o cambiar lo que hayas escrito.

Es importante que revises periódicamente tu plan de trabajo y lo actualices, ya que en la medida en que tus circunstancias personales cambien, tus prioridades también cambiarán.

PRIMER PASO

¿Hacia dónde vas?

“Muéstrame un obrero con grandes sueños y en él encontrarás un hombre que puede cambiar la historia. Muéstrame un hombre sin sueños y en él hallarás a un

simple obrero”.

J. C. Penney

“Todo empieza con un sueño,

suéñalo y podrás lograrlo”

Walt Disney

A

ún cuando el título de este libro es suficientemente claro -Siete pasos para convertir tus sueños en realidad— la subjetividad de la palabra “sueños” hace que esta idea sea interpretada de manera distinta por cada lector.

Al leer este título, algunos pensaran inmediatamente en el gran sueño o propósito de su vida, cualquiera que este sea; otros seguramente se centrarán en una meta específica de carácter personal o profesional. Mientras algunos pueden estar pensando en metas de mediano o corto alcance, otros seguramente se enfocaran en objetivos a largo plazo, deseos y aspiraciones mucho más ambiciosas.

No obstante, puedo afirmar con total certeza que los pasos que presentaré aquí te permitirán lograr, desde los sueños más triviales hasta los más sublimes, de la manera más eficiente posible.

Ahora bien, independientemente de cuáles sean las metas y sueños que deseas alcanzar, es indudable que para lograrlos lo primero debe ser identificarlos con absoluta claridad. Este es el objetivo del primer paso: determina qué es lo que deseas lograr y hacia dónde te estás dirigiendo. Si lo que persigues al leer este libro es desarrollar un plan de vida que te permita conseguir tus sueños y metas más ambiciosos, entonces, este es el momento de determinar qué es realmente importante para ti, ¿Cuáles son tus sueños? ¿Qué es lo que verdaderamente anhelas obtener? ¿Cuál es tu propósito o misión de vida?

Te sorprenderá saber que una gran mayoría de las personas que conoces sólo poseen una vaga idea de cuál es el proyecto de su vida, o a dónde desean llegar.

¿Crees que esta aseveración es un tanto exagerada? Voy a darte la oportunidad para que juzgues por ti mismo si es así. Para esto, te sugiero que lleves a cabo un simple experimento propuesto por David Schwartz, autor del libro “La magia de pensar en grande”. Consigue una libreta de apuntes, ubícate en una calle bastante transitada y entrevista a unos cuantos individuos. Empieza por saludarlos amablemente, y luego averíguales si te permiten que les hagas unas cuantas preguntas.

Comienza con la siguiente cuestión: “¿Por qué razón se ha levantado usted esta mañana?” Muchos de los entrevistados seguramente te mirarán de arriba a abajo cuestionándose de qué manicomio te habrás escapado, así que repite la pregunta y espera pacientemente su respuesta. Es probable que muchos de ellos respondan “Pues... porque tengo que ir a trabajar”. Entonces continúa: “¿Por qué tiene que ir a trabajar?”. La respuesta seguramente será algo así como: “Porque tengo que comer”. Ahora averíguales: “¿Y para qué tiene que comer?”.

A esta altura muchos de ellos habrán confirmado sus sospechas acerca de tu estado mental. Sin embargo, algunos te contestarán: “Porque si no como será difícil seguir viviendo ¿no cree usted?” Ahora, puedes darles el golpe de gracia y preguntarles: “¿Y para qué quiere seguir viviendo?” No te extrañe que la respuesta sea algo así como: “Para poder levantarme mañana e ir a trabajar”.

La verdad es que por absurdo que esto pueda parecerte, para muchas personas este círculo vicioso ha terminado por convertirse en su estilo de vida, en una rutina que ofrece pocas variantes y que termina por apagar el fuego, la pasión y el entusiasmo con que una gran mayoría de ellas empezaron sus vidas.

En una encuesta similar, que se realizó hace algún tiempo, se encontraron las siguientes respuestas, como las más populares a la pregunta: ¿Por qué va usted a trabajar el día de hoy?

“¿Cómo que por qué voy a trabajar, qué clase de pregunta es esa?”

“¡Porque necesito comer y pagar la renta!”

“¿Qué me voy a quedar haciendo en casa?”

Es triste, pero en un mundo que ofrece millones de oportunidades excitantes, más del 95% de la gente se levantará mañana para ir a trabajar, de tal forma que pueda tener con qué comer y así poder seguir viviendo, para levantarse al día siguiente, ir de nuevo a su trabajo y continuar con ese círculo vicioso.

Una de las mayores causas de frustración y los peores enemigos de tu éxito, son no saber qué deseas alcanzar; olvidar cuáles son tus aspiraciones y metas a largo y corto plazo. Ambrosse Bierce en su “Diccionario Siniestro”, explica que el verdadero fanatismo consiste en redoblar nuestro esfuerzo una vez hemos olvidado qué es lo que perseguimos. Esto se aplica a muchas personas que trabajan arduamente sin tener idea alguna de qué es lo que verdaderamente desean lograr en sus vidas.

Cuando di personalmente los pasos que describiré a lo largo de este libro, experimenté un vuelco total en mi vida. Así que lo que encontrarás en estas páginas es, en cierto sentido, muy autobiográfico.

Todo comenzó con la decisión consciente de desarrollar una lista de todo aquello que era verdaderamente importante para mí. Recuerdo que tomé una libreta y escribí en la parte superior de la primera hoja: “He aquí una lista de todo lo que quiero realizar antes de morir”. Durante el resto del día escribí 137 sueños personales, metas grandes y pequeñas, aspiraciones profesionales a corto y largo plazo, ideales, ilusiones y deseos que habían vivido y reposado dentro de mí por muchos años.

Mi esposa hizo lo mismo y luego nos dimos a la tarea de identificar las metas que queríamos alcanzar como pareja. Después de leer, releer e intercambiar listas sobre lo que habíamos escrito -una experiencia que nos dio un conocimiento mutuo mucho más profundo- desarrollamos un inventario de los diez objetivos más importantes que deseábamos hacer realidad en los siguientes diez años de nuestra vida y encontramos que existían sueños y aspiraciones que seguramente demandarían cambios importantes en nuestros hábitos además de un compromiso firme hacia nuestras metas: comprar nuestra primera casa, eliminar las deudas existentes; deseábamos tener un hijo, yo ansiaba tener la oportunidad para renunciar a nuestros empleos y empezar nuestra propia empresa. Juntos coincidimos en querer viajar por todos los continentes y lugares posibles y ayudar a nuestras familias. Yo anhelaba escribir un libro y compartir mis ideas y pensamientos con cientos de miles de personas alrededor del mundo.

Piensa por un momento en la importancia de haber realizado aquel ejercicio. Pude identificar con absoluta claridad más de un centenar de sueños, metas y aspiraciones que deseaba cumplir, pero que hasta aquel momento había ignorado, por no ser más que un montón de ideas vagas y confusas que había ido almacenando en algún rincón de mi mente, con la esperanza que algún día se hiciesen realidad. Pero no había trabajado en ellas, ya que hasta ese instante no había tomado el tiempo para escribirlas y asignarles una prioridad a cada una.

Así que el hecho de haber tomado el tiempo para hacer una lista de mis metas y sueños, me permitió enfocar mi energía en lograr todo lo que consideraba verdaderamente importante en mi vida.

Pero eso no fue lo mejor. Los resultados de haber dado este primer paso fueron asombrosos pues tan sólo cuatro años después de haber escrito esa primera lista, un 70% de las metas que nos habíamos propuesto alcanzar como pareja eran ya realidad.

Si te dijera que de todas las metas y sueños que logres identificar hoy, un 70% pueden ser realidad en menos de cinco años, ¿cuánto tiempo le dedicarías a escribir esta lista?