ÍNDICE
1. Cristo de los reyes Fernando I y Sancha. Museo Arqueológico Nacional de Madrid
2. Cristo de los reyes Don Fernando I y Doña Sancha. (Reverso)
3. Cristo de Carrizo. Museo Arqueológico de León
4. Arca de San Juan Bautista y San Pelayo. San Isidoro de León
5. Arca de las Bienaventuranzas. Museo Arqueológico Nacional de Madrid
6. Arca de las reliquias de San Millán. La Rioja
7. Arca de las reliquias de San Millán. La Rioja
8. Díptico del obispo Don Gonzalo. Oviedo
9. Frontal de Silos. Museo de Burgos
10. Frontal de Silos (detalle). Museo de Burgos
11. Cofre de marfil esmaltado de Silos. Museo Arqueológico de Burgos
12. Arqueta esmaltada. Museo Lázaro Galdeano de Madrid
13. Retablo de San Miguel in Excelsis. Navarra
14. Frontal de San Miguel in Excelsis (detalle). Navarra
15. Frontal de San Miguel in Excelsis (detalle). Navarra
16. Crucifijo esmaltado. Museo de Seo de Urgel
17. Arca de las reliquias de San Isidoro. León
18. Arca Santa de Oviedo. Catedral de Oviedo
19. Cáliz de Doña Urraca. San Isidoro de León
20. Tapiz de la Creación. Catedral de Gerona
21. Tapiz de la Creación (detalle). Catedral de Gerona
22. Beato de Fernando I y Sancha. Biblioteca Nacional de Madrid
23-24. Beato de Burgo de Osma. Catedral
25-26. Beato de Gerona. Catedral de Gerona
27. Libro de Horas de Fernando I
28-29. Libro de los Testamentos. Catedral de Oviedo
30. Liber Feudorum Maior. Archivo de la Corona de Aragón. Barcelona
31. Biblia de Ávila. Biblioteca Nacional de Madrid
32. Silla Episcopal de Gerona
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VI - MOBILIARIO
Como muestra del mobiliario ceremonial de la época, damos la imagen de esta silla litúrgica, tallada en mármol, seguramente utilizada en la ceremonia de consagración de la Catedral de Gerona por su obispo Pedro Roger, en el año 1038. Los tronos románicos ceremoniales recuerdan más la construcción arquitectónica que la mobiliar, aunque muchos de ellos se construyesen en madera. Las ideas y las formas se tomaron directamente del arte de tallar la piedra. Los motivos decorativos más estimados fingían columnas de piedra, y se realzaban con una policromía de tonos vivos sobre fondo dorado. Estos asientos se encontraban reservados a los altos dignatarios, y con ellos se subrayaba el rango y las prerrogativas de los que los ocupaban.
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