Radiestesia
Brian Stroud
© 2017, Brian Stroud
© 2017, Redbook Ediciones, s. l., Barcelona
Diseño de cubierta: Regina Richling
Diseño interior: Amanda Martínez
ISBN: 978-84-9917-467-9
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Índice
Radiestesia
Introducción
1. Una mirada a la historia
En el Imperio chino
En tierra de faraones
La Biblia
Grecia
Todos los caminos conducen a Roma
De la Edad Media hasta nuestros días
El importante papel del abate Bouly
El caso del abate Mermet
El aristócrata de la radiestesia: Henry de France
Otros radiestesistas famosos
2. Teorías radiestésicas
La teoría física
La teoría mentalista
3. Los instrumentos de trabajo
Las varillas
El péndulo
Las horquillas
El aurámetro
Instrumentos de verificación
4. La práctica de la radiestesia
Cómo llegar a ser un buen radiestesista
Cómo conseguir un estado de neutralidad total
Desarrollar un sexto sentido
El contacto con el péndulo o las varillas
Ejercicios con el péndulo
Convención sobre el movimiento del péndulo
Detectar la presencia de agua
Método de triangulación
Evaluar la profundidad y calidad del agua
Otros instrumentos de investigaciones
5 . Aplicaciones de la radiestesia
Ética en la búsqueda radiestésica
Conocer distintas personalidades
Búsqueda de goteras
Búsqueda de agua
Búsqueda de minerales
Encontrar personas
Encontrar animales perdidos
Otras aplicaciones
Las claves para ser un buen radiestesista
Introducción
El arte de la radiestesia consiste en algo tan sencillo como buscar algo con la ayuda de un sencillo instrumento manual, como una rama en forma de horquilla o un objeto oscilante suspendido por un cordel.
¿Qué busca un radiestesista?: Puede ser una corriente subterránea de agua, una bolsa de petróleo o una veta de mineral, una tubería, un cable eléctrico enterrado, una cartera o un perro perdido, alguien que ha desaparecido, etc.
La mayoría de personas, cuando se les habla del trabajo de un zahorí, reaccionan con una mueca de escepticismo. Y es que la radiestesia forma parte de un grupo de facultades mentales etiquetadas como «poderes psíquicos».
La radiestesia está al alcance de cualquier persona, siempre que tenga un espíritu abierto y no haya levantado ante sí un muro de prejuicios. Cuando oímos hablar de un zahorí nos viene a la mente la imagen de un campesino paseando por el campo con una vara en forma de horquilla en las manos buscando un lugar en el que excavar para alumbrar un pozo de agua. Si la vara se inclina hacia abajo y apunta al suelo, el zahorí sabe por su experiencia que una perforación allí tendrá éxito. Esto da a suponer que los efectos de una corriente de agua en aquel punto, aunque discurra a decenas de metros bajo el suelo, influyen de algún modo sobre el zahorí, sobre la horquilla que maneja o sobre ambos a la vez.
Luego, el zahorí aprende que puede evitarse muchas caminatas situándose en un ángulo del terreno que se dispone a examinar, y determinando desde allí la dirección en que pudiera hallarse el lugar adecuado para un pozo; luego no tiene más que confirmar esa dirección, pasar por encima de la vena de agua y confirmar lo que previamente ha detectado a distancia.
En la radiestesia a distancia pueden emplearse los métodos de triangulación, determinando desde puntos separados dos direcciones que, al interseccionar, forman un triángulo señalando el lugar que se busca.
De esa imagen del zahorí que parecía implicar cierta percepción físicamente de lo escondido bajo tierra se ha pasado hoy en día a un proceso mental puramente abstracto. Los hay que rechazan de plano que el movimiento de la vara lo causen sus músculos, y mantienen tenazmente que se trata de una fuerza misteriosa externa que la mueve. Otros disienten y lo invalidan alegando la existencia de personas especialmente sensibles que, sin necesidad de ningún instrumento, son capaces de captar directamente cambios fisiológicos en sus manos, pies, estómago, garganta y otros órganos de su cuerpo. Los defensores de una fuerza oculta suelen decir que esta brota del suelo y afecta a la vara cuando se encuentra encima del objeto buscado. Hay que señalar que, de existir esas fuerzas en juego, deben estar relacionadas con la actitud mental del operador.
La radiestesia es pues, una herramienta mental que emplea la intuición basada en el análisis. Es un instrumento útil porque encaja exactamente en la difícil brecha existente entre las herramientas racionales de la lógica, el análisis y método científico, y las herramientas sensibles de la imaginación, la intuición y el significado subjetivo. Como todas las herramientas, la radiestesia tiene un propósito: un conjunto de aplicaciones mentales que le ayudarán a resolver múltiples problemas.
Pero la radiestesia no es una panacea para todos los males del mundo ni tampoco es infalible, pero si se utiliza de modo inteligente verá qué útil puede resultar.
1. Una mirada a la historia