A través de nuestras publicaciones se ofrece un canal de difusión para las investigaciones que se elaboran al interior de las universidades e instituciones públicas de educación superior del país, partiendo de la convicción de que dicho quehacer intelectual solo está completo y tiene razón de ser cuando se comparten sus resultados con la colectividad. El conocimiento como fin último no tiene sentido, su razón es hacer mejor la vida de las comunidades y del país en general, contribuyendo a que haya un intercambio de ideas que ayude a construir una sociedad madura, mediante la discusión informada en la que tengan cabida todos los ciudadanos, es decir utilizando los espacios públicos.

Con nuestra colección Pública crítica presentamos una serie de investigaciones en torno a la crítica, a la teoría y a la reflexión literarias, elaboradas por académicos —principalmente mexicanos— pero que, como el quehacer literario, trasciende por mucho los límites o fronteras nacionales.

Títulos de Pùblicacrítica

1. Constelaciones I.

Ensayos de Teoría narrativa y Literatura comparada

Luz Aurora Pimentel

2. Galería de palabras.

La variedad de la ecfrasis

Irene Artigas Albarelli

3. La risa en la literatura mexicana

(apuntes de poética)

Martha Elena Munguía

4. Análisis del discurso:

estrategias y propuestas de lectura

Irene Fenoglio Limón, Lucille Herrasti y Cordero y Agustín Rivero Franyutti (coordinadores)

5. Tránsitos y umbrales en los estudios literarios

Adriana de Teresa Ochoa

(coordinadora)

6. De Perséfone a Pussycat.

Voz e identidad en la poesía de Margaret Atwood

Claudia Lucotti

7. Poesía, pensamiento y percepción.

Una lectura de Árbol adentro de Octavio Paz

Martina Meidl

Los derechos exclusivos de la edición quedan reservados para todos los países de habla hispana. Prohibida la reproducción parcial o total, por cualquier medio conocido o por conocerse, sin el consentimiento por escrito de su legítimo titular de derechos.

Aproximaciones a la escritura autobiográfica. De la vida de los otros a la vida de los nuestros

Blanca Estela Treviño García, coordinadora

Primera edición: agosto 2016

De la presente edición:

D.R. © 2016, Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Filosofía y Letras

Ciudad Universitaria, C. P. 04510,

Coyoacán, Ciudad de México

Bonilla Artigas Editores, S. A. de C. V., 2016

Cerro Tres Marías número 354

Col. Campestre Churubusco, C. P. 04200

Ciudad de México

Tel.: (52 55) 55 44 73 40 / Fax (52 55) 55 44 72 91

editorial@libreriabonilla.com.mx

www.libreriabonilla.com.mx

ISBN: 978-607-8450-54-1 (Bonilla Artigas Editores)

ISBN: 978-607-02-8227-0 (UNAM)

ISBN edción ePub: 9786078450855

Diseño editorial: Saúl Marcos Castillejos

Diseño de portada: Teresita Rodríguez Love

Hecho en México

Nota del editor: A lo largo del libro hay hipervínculos que nos llevan directamente a páginas web. Aquellos que al cierre de esta edición seguían en funcionamiento están marcadas en color azul y con el hipervínculo funcionando. Cuando el vínculo ya no está en línea, se deja con su dirección completa: <http://www.abc.def>, sin estar en azul.

Contenido

Contenido

Presentación

Blanca Estela Treviño García

I
Reflexiones teóricas en torno a la escritura autobiográfica

La autobiografía en el siglo XXI: entre el yo y el Yo

Anna Caballé Masforroll

Memoria, olvido y ficción en la escritura autobiográfica

Luz Aurora Pimentel

María Zambrano (1904-1991) y Rosa Chacel (1898-1994):
perspectivas hermenéuticas de la confesión literaria y “autoconfesión” en forma de ensayo

Ana Bundgård

Las escrituras del Yo: continuidad o discontinuidad de un discurso moderno

Claudio Maíz

El relato testimonial en Paul Ricoeur: entre la historia y la autobiografía

Greta Rivara Kamaji

Vidas propias-vidas ajenas: reflexiones en torno a la escritura (auto)biográfica

Mónica Quijano Velasco

La escritura como mitosis del yo

Hugo Enrique Del Castillo Reyes

II
Algunas expresiones en torno a la escritura del Yo

Otra posible autobiografía de sor Juana Inés de la Cruz y la verdadera hagiografía de Inés de la Cruz

Margo Glantz

María Martínez de Nisser: la legitimación de la guerra a través de la palabra

Carmen Elisa Acosta Peñaloza

“Carta cerrada que abrirá el lector”:
un acercamiento al género epistolar en las publicaciones periódicas mexicanas del siglo XIX

Dulce María Adame González

Memorias de Juan de Dios Peza o el álbum de la República

Pablo Mora

Luis G. Urbina: anécdotas de la intimidad

Miguel Ángel Castro

Memorias y ficción en Victoriano Salado Álvarez

Alberto Vital
Alejandro Sacbé Shuttera

“La hondura interior” en el epistolario de Amado Nervo

Gustavo Jiménez Aguirre

Tres dimensiones de las memorias de Enrique González Martínez: lo familiar, lo social y lo nacional

Horacio Molano Nucamendi

Rodolfo Reyes, hijo del general, hermano de Alfonso, y sus memorias mexicanas

Fernando Curiel

La invención de un libro: El águila y la serpiente, de Martín Luis Guzmán

Nicholas Cifuentes-Goodbody
Susana Quintanilla Osorio

Correspondencia Pedro Henríquez Ureña y Alfonso Reyes

Adolfo Castañón

Metamorfosis del yo en las vidas de Gilberto Owen

Vicente Quirarte

Un perfil de Elena Garro y los rostros del yo en las Memorias de España 1937

Carlos Alberto Gutiérrez Martínez

Juan José Arreola y el arte del dictado

Sara Poot Herrera

La voz autobiográfica de Juan Rulfo

Roberto García Bonilla

III
Homenajes

En torno a la publicación de Salamandra. Cartas entre Octavio Paz y Joaquín Díez-Canedo
(1961-1963)

Aurora Díez-Canedo F.

Efraín Huerta en su tinta. Poesía y autobiografía

Israel Ramírez

Resonancias: relaciones entre biografía, realidad y ficción

Eugenia Revueltas

Una autobiografía intelectual: José Emilio Pacheco ante el público

Rafael Olea Franco

Sobre los autores

Índice onomástico

Sobre la coordinadora

Presentación

Me dijiste un día –¡Qué intensa y rara

ha de aparecer nuestra vida

a los que mañana

se asomen a contemplarla con amor.

Alfonso Reyes

En su célebre libro La confesión como género literario, María Zambrano afirma: “Lo que diferencia a los géneros literarios, unos de otros, es la necesidad de la vida que les ha dado origen. No se escribe ciertamente por necesidades literarias, sino por necesidad que la vida tiene de expresarse”.1 Esta aseveración es la que alienta y estimula, impulsa y anima, en una primera instancia, la escritura de autobiografías y memorias, diarios y epistolarios; narraciones, entre otras, que hoy se designan como literatura del yo; o bien como aquellos textos que se situan dentro del llamado género autobiográfico; es decir, ese espacio en el que se inscribe la familia de los relatos memorialísticos.

Dentro de las escrituras del yo, la autobiografía ha ocupado un lugar privilegiado, ha sido una de las manifestaciones literarias más asediadas y mejor investigadas desde hace medio siglo. Ha contado con una bibliografía creciente cuyo análisis muestra el interés que ha suscitado entre los teóricos de la literatura, la lingúística y la historia, incluyendo también la participación denodada de los filósofos. Esta circunstancia obedece no sólo al sentido histórico que ha tenido la autobiografía, sino además por el lugar que ocupa el género en la configuración de obras como las Confesiones de san Agustín, los Ensayos de Montaigne, las Confesiones de Rousseau y porque, de modo preponderante, la discusión sobre la autobiografía, como lúcidamente observa Ángel Loureiro, “ha sido un campo de batalla donde se enfrentan, al pretender articular mundo, yo y texto: la lucha entre ficción/verdad, los problemas de la referencialidad, la cuestión del sujeto, la narratividad como constitución del mundo”2 y desde luego el papel medular que adquieren la memoria, el recuerdo y el olvido.

La preeminencia de la autobiografía en la reflexión teórica contemporánea inicia con la publicación del ensayo seminal “Condiciones y límites de la autobiografía” de Georges Gusdorf en 1956, que problematizó las relaciones entre autobiografía e historia y las condujo hacia aquellas de autobiografía y sujeto. A este texto siguieron los trabajos de James Olney donde apunta que el estudio de la autobiografía se desarrrolla en tres etapas históricas a partir de las raíces de esta palabra: el autos (yo), el bios (vida), y la grafé (escritura) que permitieron, junto con sus luminosas reflexiones sobre la “ontología de la autobiografía” un acercamiento distinto a la cuestión autobográfica.

Igualmente destacan los trabajos de Philippe Lejeune, preponderantemente su emblemático y polémico ensayo “El pacto autobiográfico” (1975) que contribuyó, desde otro enfoque, al estudio de la autobiografía y estableció la controvertida definición de la misma: “Relato restrospctivo en prosa que un personaje real hace de su propia existencia, poniendo énfasis en su vida individual y, en particular, en la historia de su personalidad”. Esta acepción donde se acentúa la forma del lenguaje y el manejo del tiempo resultó insuficiente para sustentar algunos de los postulados del crítico francés; lo condujo, entre otras cuestiones, a establecer la equivalencia autor/narrador/personaje y la noción de pacto en el que deposita la particularidad de la autobiografía desde la circunstancia del lector, incorporando así un tipo de contrato social que existe entre el lector y el autor o la firma de éste.

Los planteamientos de Lejeune provocaron diversas reacciones y propiciaron el debate teórico de los autores de la deconstrucción. Paul de Man en su estudio “La autobiografía como desfiguración” (1979) aporta ciertas herramientas para acercarse a la dimensión lingüística y retórica presente en los textos autobiográficos. La autobiógrafía para el filósofo belga, no es un género sino un modo de textualidad que puede estar presente en cualquier texto; en éste el sujeto se muestra como el objeto de su propio entendimiento, participa de una estructura especular donde los dos yos implicados se manifiestan mediante una estructura lingüística y tropológica basada en la prosopoeya. De tal manera la autobiografía no sería la representación de una vida ni de un sujeto, sino una construcción retórica en la que lo referencial se transforma en ilusión y el referente se diluye en una ficción.

Si bien los acercamientos y debates teóricos han versado, desde hace medio siglo, sobre la autobiografía, esta circunstancia no impide destacar la atención que han merecido las diversas manifestaciones autorreferenciales. Es decir, aquellas expresiones literarias identificadas por su capacidad de revelación personal “en las que un yo rememora una experiencia propia, sea ésta más o menos íntima, observable o pública lo que marcará diferencias interiores dentro de esa familia de géneros”;3 manifestaciones que, por otra lado, y a decir de Anna Caballé, comparten “la autorreferencialidad y el apoyo estructural tripartito [de]: un eje temporal o histórico, un eje individual y un eje literario”;4 ejes cuya importancia y función se modifican de un género a otro y explican las distinciones existentes entre ellos.

El propósito de estas sucintas reflexiones es ubicar el horizonte teórico alrededor del cual ha venido discutiendo el Seminario de Escritura Autobiográfica en México desde su constitución en el año 2012; análisis que, asimismo, debe mucho a las aportaciones de los investigadores y estudiosos españoles –Ángel Loureiro, Anna Caballé, José María Pozuelo Yvancos, José Romera Castillo, entre otros– al campo de la autobiografía y a las diversas narraciones del yo. Ese “yo” que ha conmocionado la esfera de conocimiento de diversas disciplinas; ese “yo” que gracias a la ficción-realidad que comulga en toda obra de arte se ve transfigurado en “otros” y nos devuelve y devela la esencia de nuestra condición humana.

En el transcurso de tres años, el Seminario de Escritura Autobiográfica de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM ha emprendido una investigación en diversos acervos y ha creado una página web5 que reúne las obras memorialísticas de los escritores nacionales y dimensiona la producción de textos autobiográficos en la literatura mexicana. Esta indagación constata la inclinación de nuestros hombres de letras por mostrar la huella de su interioridad, la de sus experiencias personales en el contexto histórico que les tocó vivir, a pesar de la discreción y timidez que suele atribuírsele al temperamento mexicano.

A menudo, autores y críticos afirman que los países hispanoamericanos carecen de una producción fecunda en el territorio de la escritura autobiográfica. El argumento para sostener este aserto, no sólo es el de comparar el ejercicio de esta práctica en nuestras naciones con la abundancia de los géneros del “yo” en otros dominios literarios (el francés o el anglosajón, por ejemplo), sino también el declarar que los escritores de la América hispana son poco afectos a exhibir y a confesar sus vidas por escrito. Estas afirmaciones plantean algunas cuestiones nodales: ¿cuál ha sido la situación de la escritura autobiográfica en hispanoamerica? ¿Cómo asumieron y han asumido el ejercicio de las escrituras del yo los literatos en los siglos XIX y XX? ¿Cómo fueron y han sido leídos esos textos?

Al repasar los géneros memorialísticos del siglo XIX se observa que las tendencias de los escritores se encaminaron por el ejercicio de las memorias, los diarios y epistolarios y que fue ciertamente exigua la escritura de autobiografías. Una de las causas posibles de la ausencia de este género, se debió a los innumerables conflictos históricos que vivieron los hombres de letras en esa convulsa centuria situándolos, al relatar su vida, en el marco de las literaturas nacionales emergentes; de tal suerte que al yo que allí se muestra “se atribuye una representatividad pública que le confieren la guerra o la lucha por determinados ideales, lo cual tiende a convertir al sujeto autobiográfico en héroe nacional, casi igualándolo al concepto de nación”.6 Otra causa, digna de dilucidar, es la que ofrece Sylvia Molloy en uno de los trabajos más conspicuos sobre la escritura autobiográfica en Hispanoamérica, al advertir que: “Si bien hay y siempre ha habido autobiografías en Hispanoamérica, no siempre han sido leídas autobiográficamente: se las contextualiza dentro de los discursos hegemónicos de cada época, se las declara historia o ficción, y rara vez se les adjudica un espacio propio”.7

Estas aseveraciones conducen a pensar en la situación de incertidumbre en que han sido leídas un buen número de autobiografías, consideradas como memorias en el siglo XIX y parte del XX mexicano, porque el sujeto autobiográfico carecía de un espacio institucional y abría, mediante diversas tácticas, el yo a una comunidad, atenuando así su fragilidad como sujeto. Será paulatinamente que los autobiógrafos cobren conciencia de lo que significa verter ese yo en una construcción retórica que permita dar cuenta de su preocupación por buscar la comprensión de su propia existencia.

Si bien quedan muchas cuestiones por esclarecer y problematizar en relación con los escritos autobiográficos hispanomericanos, es necesario vindicar las autobiografías y las memorias, los diarios y los epistolarios como géneros literarios, pues como asegura Guillermo Sheridan: “su valor fundamental es el de operar como literatura, como una instancia escritural válida en sí misma y por sí misma. Sus valores accesorios son inimaginables: aportan una visión complementaria del quehacer de un escritor, de su mundo y de su actitud ante él”.8 Y también, porque los relatos autobiográficos –como afirma Claudio Maíz– son “portadores de una visión interiorizada, es decir, en ella se puede apreciar, a escala, el modo como el tejido cultural se construye con los significados subjetivos de los individuos”.9

Las vidas ajenas, las vidas de los otros son siempre seductoras; despiertan en nosotros la curiosidad y el morbo del corazón. Sobre todo, cuando en esas vidas se nos devela parte de nuestro ser individual y también nuestra pertenencia a una colectividad: creamos vínculos de reciprocidad y afecto al sentirnos parte de su vida, de las historias y testimonios que han forjado, aquéllas que guarda la memoria y tientan al olvido. Es así como la vida de los otros deviene en la vida de los nuestros.

Este volumen es el resultado de las inquietudes expresadas en estas páginas y del trabajo coordinado por el Seminario de Escritura Autobiográfica de la Facultad de Filosofía que ha contado con el apoyo de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la Universidad Nacional Autónoma de México al auspiciar el Proyecto PAPIME 400813. El libro reúne conferencias, artículos y ensayos de estudiosos de España, Hispanoamérica y Estados Unidos;10 los trabajos se agruparon en tres secciones de acuerdo con la naturaleza de las cuestiones y los temas abordados.

La primera ofrece diversas reflexiones que dialogan con el campo teórico de la autobiografía, desde sus planteamientos iniciales hasta su devenir en el siglo XXI, donde puede advertirse la relevancia que tienen los estudios del psicoanálisis y la neurociencia, así como las aportaciones de Paul Ricoeur sobre la memoria y el olvido en el ámbito de la narratividad. También se abordan géneros de suma importancia como la biografía, el testimonio y la confesión que amplían la perspectiva de estudio de estas prácticas escriturales y su relación con la autobiografía.

En la segunda sección se analizan memorias y autobiografías, epistolarios y diarios, desde distintos enfoques que posibilitan apreciar el desarrollo de estos géneros en el tránsito del siglo XIX al XX. Se realiza un recorrido por algunas de las obras de personalidades de nuestras letras, desde sor Juana Inés de la Cruz hasta Elena Garro. Predominan, sin embargo, los acercamientos a las narraciones memorialísticas de escritores que formaron parte del Modernismo y de la generación del Ateneo; autores que vivieron la transición entre siglos, las contiendas armadas y culturales que incidieron en su personalidad y los llevaron, ya en el siglo XX, a relatar sus vidas con una mayor conciencia de su yo como sujeto y a emplear nuevas formas discursivas para mostrar su autofiguración.

Finalmente se incluyen homenajes dedicados a Efraín Huerta, Octavio Paz y José Revueltas en los que se interpretan sus textos autobiográficos, pues coincidentemente en 2014 se celebró el centenario de su nacimiento. El inesperado fallecimiento de José Emilio Pacheco, escritor imprescindible de las letras mexicanas, completa los homenajes considerados en la tercera sección donde se discierne sobre aspectos y experiencias decisivas en la formación artística y vital de estos escritores.

Blanca Estela Treviño García

Facultad de Filosofía y Letras
Universidad Nacional Autónoma de México

Notas


1] María Zambrano. La confesión: género literario. Madrid: Ediciones Ciruela, 2004, p. 25.

2] Ángel G. Loureiro. “Problemas teóricos de la autobiografía”, en Ángel G. Loureiro (coord.). La autobiografía y sus problemas teóricos. Estudio e investigación documental. (Suplementos. Monografías temáticas, 29). Barcelona: Anthropos, 1991, p. 10.

3] José María Pozuelo Yvancos. De la Autobiografía. Barcelona: Crítica, 2006, p. 9.

4] Anna Caballé. Narcisos de tinta. Madrid: Megazul-Endymion, 1995, p. 40.

5] Esta página es resultado de una numerosa base de datos, producto de la investigación de los integrantes del Seminario en distintos acervos y bibliotecas de la Ciudad de México. Se consignan, también, los datos bibliohemerográficos de las contribuciones de académicos de diferentes instituciones universitarias del país que se han ocupado de estas manifestaciones literarias. La dirección electrónica es escrituraautobiografica.filos.unam.mx/.

6] Margara Russotto. “Vidas malditas, vidas ingenuas, vidas artísticas. El viaje formativo del texto autobiográfico”, en Carmen Elisa Acosta y Carolina Alzate (eds.). Relatos Autobiográficos y otras formas del yo. Bogotá: Universidad de los Andes, 2010, p. 252.

7] Sylvia Molloy. Acto de presencia. La escritura autobiográfica en Hispanoamérica. José Esteban Calderón (trad.). México: El Colegio de México/Fondo de Cultura Económica, 2001, p. 12.

8] Guillermo Sheridan. “José Juan Tablada en su Diario”. José Juan Tablada. Obras-IV (1900-1944). México: Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, 1992, p. 5.

9] Claudio Maíz. “Aproximación al sujeto moderno hispanoamericano. Una lectura de textos epistolares a Unamuno”, en Estudios. Revista de Investigaciones Literarias y Culturales, año 5, núm. 10, jul.-dic. 1997.

10] En la publicación de dichas trabajos, se han respetado las grafías y los énfasis utilizados por los distintos autores en los conceptos y en sus aparatos críticos (nota de los editores).