cover.jpg

img1.png

img2.png

Para todos los niños del mundo:

nunca pierdan la capacidad de

preguntar y que los adultos, siempre los podamos

acompañar en cada una de sus búsquedas.

Agradecimientos

¿Por qué damos las gracias? Sería una pregunta más, pero en realidad es la respuesta instantánea y pura de la gratitud, de la satisfacción que viene del corazón. Para empezar gracias a los fundadores del colegio Gimnasio Fontana: Amparo Triana, Darío Zuleta, María Eugenia Gómez y Jorge León; por adquirir un compromiso trascendente con la humanidad y por crear un lugar en donde los niños son felices.

A los profesores y a los padres que creen en la posibilidad de educar de una manera diferente . No los nombramos a todos porque las páginas no nos alcanzarían . A los niños que, desde su inmensa curiosidad, se atreven a preguntar e inspiraron este libro con su maravillosa forma de ver la vida.

A Jorge Alí Triana por recorrer una a una las preguntas y abrir espacio para ellas en su lectura.

A Jaime Gaez, presidente de Media 24, comercializadora de Casa Editorial El Tiempo, por su capacidad para escuchar nuevas ideas y ayudarlas a fluir.

A Francisco Solé por escuchar, por apoyar las preguntas poderosas, por apoyar este sueño . A los editores, Juan José Gaviria y María Antonia Giraldo, por acompañarnos en cada una de las fases de este proyecto y por creer en la importancia de indagar.

Prólogo

Me hago con frecuencia una pregunta: ¿qué sería del género humano si no existieran personajes como Don Quijote de la Mancha o Romeo y Julieta; o si no existiera un pueblo llamado Macondo?

Seguramente no pasaría nada trascendental, pero nuestra realidad sería quizás más angosta . Estos personajes y estos mundos fruto de la imaginación del hombre y de la creatividad, le agregan mucho a nuestro acontecer y de manera tan poderosa que no podría imaginar la Tierra sin su existencia. Son producto de la ficción humana, nacieron de la curiosidad y de la capacidad de quienes los crearon, de ver su entorno con diferentes ojos . De conectarse con la grandeza del alma.

Don Quijote nos invita a mirar el mundo como quisiéramos vivirlo, a construir amores imaginarios, fantasear con personajes inexistentes pero maravillosos, situaciones que nunca sucedieron, escenarios fantásticos y diferentes que nos despiertan infinidad de interrogantes, que nos ensanchan el alma . Creo que al viajar por esos universos estamos permanentemente confrontándonos con los personajes y preguntándonos de qué manera actuaríamos en determinada situación . Diría que sucede un poco lo que pasa en el teatro, que genera verdaderos escenarios de encuentro y reflexión . Son espacios que nos hacen cuestionar lo que somos Cambiamos la mirada y nos damos cuenta que el mundo no es lo que tenemos de primera mano y que hemos perdido la verdadera capacidad de conectarnos con él y, entonces, nos surgen infinidad de preguntas que enriquecen nuestra existencia.

Es como si volviéramos a ser niños o recordáramos serlo Es fantasía de la más pura, pero al mismo tiempo es la metáfora de la realidad, de tener los pies puestos en la tierra para verla, sentirla, percibirla y cuestionar desde la primera inocencia.

Nos surgen preguntas que cuestionan la vida que tenemos y que nos invitan a imaginar otro universo, a no encontrar tan lógico el mundo acabado que se nos presenta, a sublevarnos contra las verdades estáticas y dogmáticas, cargadas de ideologías complicadas . A observar la realidad con una mirada infantil, sin prejuicios, ni miedos; parados en el lugar de la curiosidad de la niñez: con esa que nacemos y que la educación tradicional se encarga de disminuir para poner al servicio de las verdades absolutas . Por eso al hombre de hoy le cuesta tanto soñar, ya no hay Quijotes, los Romeos no hablan de amor y Macondo es el lugar reservado para un Nobel .

Surgen entonces las maravillosas preguntas de los niños contenidas en este libro . Interrogantes poderosos que se alimentan en un escenario de educación orientado hacia el ser y su más pleno desarrollo . Una apuesta a enseñar a cuestionar más que a entrenar para responder La pregunta es el camino y es el medio para avanzar, para llegar.

Ante una tempestad un niño le pregunta a su madre: “Si Dios se puede electrocutar; o si tiene boca” . Y con angustia metafísica otro tiene la preocupación “Si los años se acaban” y “Qué pasaría si no existiera el reloj” .

Dentro de estas 100 preguntas creativas, dignas de mirarlas todas con cuidado y dispuestos al asombro, recuerdo una pregunta que tiene respuesta en el indagador: “¿Quién es el dueño del mundo? Soy dueño de lo que observo, puesto que se queda en mi memoria” . O quien con esperanza de encontrar una respuesta de su maestra le pregunta: “¿Se puede comprar la felicidad?”

Este libro es una invitación a dar una mirada a la curiosidad infantil, a mirarnos a nosotros mismos y a reencontrarnos con la capacidad de asombro perdida en el camino a la adultez Su lectura promete llevarnos a un recorrido cargado de risas y anécdotas deliciosas, con una prosa sencilla para degustar los escenarios pintorescos y trascendentes de la vida, para regresar al deleite de la cotidianidad Los niños tienen mucho que enseñar y nosotros los adultos mucho que aprender.

En mi caso particular diría que los creadores de las grandes obras, que han inspirado al hombre, han estado parados allí, en el lugar de los niños, haciéndose las mismas preguntas sencillas y poderosas.

Después de esta deliciosa lectura yo me pregunto, si el mundo sería un lugar mejor si invitáramos a los niños a nunca parar de preguntar.

JORGE A TRIANA

¿Cómo Se hizo este libro?

Son pocos los espacios que brinda la escuela formal para que los niños aprendan a hacerse buenas preguntas, por el contrario, les enseñan solamente a encontrar respuestas únicas y “correctas”. Nuestra propuesta pedagógica está encaminada a valorar la imaginación y la curiosidad infantil, como puntos de partida para la aventura del conocimiento y la creación . El colegio Gimnasio Fontana ha desarrollado a lo largo de los últimos diez años una juiciosa investigación en torno a la pedagogía de la creatividad cuyo producto es la asignatura denominada ¿Qué pasaría si? (What If?).

En este ambiente de aprendizaje todo ocurre de una forma diferente, los maestros no tienen todas las respuestas, y las preguntas que hacen los niños son verdaderos detonantes para el descubrimiento . Hay espacio para el error, la diversidad y la fantasía . Es posible imaginar, experimentar y proponer El contenido de este libro surge de la sistematización de esta experiencia y de la recopilación de preguntas poderosas hechas por los niños y que han desencadenado profundos procesos de aprendizaje creativo.

Como una proclama a favor de una educación que promueva el desarrollo de la creatividad, maestros y estudiantes unieron sus voces para crear un derrotero en el siguiente manifiesto:

Este libro es una invitación a todos los que tenemos la responsabilidad de educar a valorar las preguntas de los niños, como un camino posible y fértil para construir desde el asombro, la ingenuidad, la autenticidad y la curiosidad nuevas formas de ver el mundo.

img3.jpg

¿Cómo están hechas las páginas de internet?

img4.png

Andrés navegaba todos los días en internet . Le encantaba pasear como un surfista profesional por las redes sociales, darse una vuelta por páginas de videos, detenerse un rato a ver las fotos de sus amigos, y poder hablar simultáneamente con ellos a través de varios servicios de mensajería instantánea . La red era un mundo enigmático por descubrir, pensando en ello se preguntó: “¿Cómo están hechas las páginas de internet?” .

Emprendió, entonces, la búsqueda hacia la respuesta, se dirigió a la biblioteca y empezó a buscar en los libros, se sorprendió ante la lentitud que ofrecía su exploración, pues no podía usar un ratón para leerlos . A través de las páginas se contaba una historia de experimentos militares, con complejos lenguajes de programación y aplicaciones avanzadas .

En plena exploración, se encontró con un investigador sentado al lado de su mesa, tenía libros enormes en donde identificó partes del código que había visto en una revista especializada. Sin mucho miedo, e impulsado por el motor de la curiosidad, le preguntó sobre las páginas de internet. El extraño personaje le respondió con memoria prodigiosa mencionando una jerigonza de términos sin fin: el HTML, el “pasado de moda” Microsoft Front Page, Adobe Flash Player, Adobe Dreamweaver. Habló también de legislaciones, de sitios pagos, de ecuaciones y de cosas que parecían sacadas más de la película The Matrix que de la realidad .

Con estos saberes en su mente, Andrés decidió sumergirse de nuevo en la red y explorar los caminos que le demarcó el sabio investigador. Con sorpresa y rapidez pudo comprender de qué estaba hecha la piel y el esqueleto de las páginas de internet Ese perfecto compañero en la búsqueda del saber.

¿Siempre existió tecnología?

Para Valeria, el celular era su mundo . No podía imaginarse el universo, un instante en el pasado, en el que no existieran aparatos como el pequeño gigante que la acompañaba en todo momento y lugar. Su diccionario, su navegador de internet, su instrumento de comunicación, su cámara y hasta su reproductor musical; todo lo que ella quería lo encontraba en su bolsillo y lo consideraba, por todas estas razones, su amigo más fiel . No obstante, un día, por hacer sus tareas, olvidó cargar el celular que en toda la mañana se la pasó sin sonar, parecía como si no tuviera indicios del mundo. Fue entonces cuando pensó: “¿Será que siempre existió tecnología? ¿Antes del celular, cómo sería?”.

img5.png

Como sucede con todas las buenas preguntas, la respuesta no apareció de inmediato . Por el contrario, la mañana sin su aparato le sirvió para empezar a buscar en todos los lugares que reemplazaban su celular. Libros, profesores, trabajos de grado, revistas y hasta el computador. Ellos se convirtieron en su fuente, en la vía para averiguar si la tecnología había nacido al mismo tiempo que ella .

No obstante, su sorpresa fue gigante al encontrarse con que efectivamente, desde los tiempos de la rueda, el ser humano siempre había fabricado tecnologías, sólo que sus avances habían sido distintos de época en época. También descubrió que muchos de esos inventos de diversos tiempos habían sido considerados como indispensables en su momento, igual que su celular: la máquina de vapor, la imprenta, el telescopio, el telégrafo; muchos más aparecieron para mostrarle que la tecnología había caminado de la mano del hombre para facilitarle la vida y extender su cuerpo .

Ahora, Valeria no se separa de los chips y los componentes . Aspira poder crear en un determinado momento eso que no sólo la haga pasar a la historia, sino que también corrobore que mientras exista creatividad y necesidades para los seres humanos, también existirá la tecnología

¿Se puede vivir en el cielo?

img6.png

Sebastián siempre andaba en las nubes. Eso le decían por momentos cuando se quedaba pensando en muchas cosas y a la vez en ninguna, o en los ratos en los que sólo se dedicaba a contemplar esos artefactos que servían para estar entre el azul y blanco del firmamento. Naves, cohetes, aviones, modelos, helicópteros a control remoto y toda suerte de aparatos, eran los mejores amigos del niño y lo acompañaban en las tardes cuando se ponía a jugar.

Entre sus juegos y sus pensamientos sobre las formas y hasta los sabores de las nubes (sostenía a ultranza que las grises sabían a sopa y las blancas a algodón de azúcar) . En medio de sus fantasías se le ocurrió preguntarse si en el cielo se podía vivir.

Fue así como empezó a buscar todas las posibilidades que han existido de vivir entre las nubes, como decían que él solía hacerlo . Leyó sobre los globos, los zeppelines, los satélites puestos en órbita e incluso degustó piezas inolvidables de la ciencia ficción . Se maravilló ante las estaciones espaciales y se imaginó que algún día podría construir una . Se fue a dormir esa noche, no sin antes imaginarse en una nave, viviendo lejos del universo terrenal . Pero se había percatado que para ello era necesario aprender todo lo que componía este mundo tan lleno de gravedad.

En adelante, Sebastián con los pies en la tierra inició su camino para la conquista de los cielos con conocimientos y saberes, como sus héroes lo habían logrado . Quería aprender lo necesario para poder volar y elevarse a esas nubes que desde siempre le habían sido conocidas en sus sueños.

¿Hay cosas sin colores?

img7.png

A mí me fascina dibujar. Hacer garabatos en una hoja en blanco me parece lo mejor. Cuando me pongo a pensar en formas de rostros, ojos y animales trato de darle una mirada más profunda al mundo que se encuentra a mí alrededor. Pero, no sé por qué, prefiero que mis dibujos no tengan color. Me parece que así, las líneas se ven claras y pueden expresar mejor lo que quiero . A veces me pongo a pensar si habrá cosas en el mundo sin color.

Mis profesores y compañeros se convirtieron en mis ayudantes para resolver mi duda; me hacían preguntas y me llevaban libros para que continuara mi investigación . En casa, mis padres navegaban en internet conmigo y me ayudaban a buscar, en los libros con los que ellos habían estudiado, la respuesta a mi pregunta.

Encontramos muchas y muy hermosa teorías sobre el color, pero también, como lo sospechaba desde el principio, que cosas como el agua no tenían esta característica . Pero mi sorpresa llegó cuando hablando del arcoíris y de la forma en que algunos animales ven, me enteré que en el mundo la atmósfera funciona como un prisma que desintegra la luz y permite que se perciba el color. También, supe que cuando vemos el color blanco estamos viendo la suma de todos los colores Salté de mi asiento y lleno de alegría volví a ellos, ahora sabía que mis dibujos no estaban sin colorear, sino que tenían el color de los colores, el que no necesita presentación.

¿Por qué existen las matemáticas?

Tenía que resolver el problema Me apasionaba, me encantaba pensar en la manera en que podría lograr hallar una solución a lo que en ese momento me inquietaba Sin embargo, después de darle muchas vueltas al asunto, no encontré la manera de resolverlo . Quería saber por qué existen las matemáticas.

img8.png

Con esa pregunta me acerqué a mi profesor. Contrario a lo que me esperaba, nos puso en la tarea buscar cómo funciona esta ciencia en todas las cosas. Así descubrimos que los números estaban en cada sitio y lugar. Vimos como había matemáticas en el azar y en lo improbable, hasta las reacciones químicas y físicas que explicaban el mundo necesitaban de números para poder funcionar. Vimos como todas las construcciones del universo se apoyaban en matemáticas, y que hasta los computadores con sus sistemas binarios funcionaban con ecuaciones y complejas redes de números.

Con el mismo interés que me generó el problema, me puse en la tarea de mirar cómo funcionaban todas las cosas y de encontrar en ellas las relaciones con los números y elementos que las ponían a funcionar. Así llegué a la conclusión de que las matemáticas, son como el barro, existen como material para elaborar todas las cosas y se encuentran en todo lugar.

¿Qué es la suerte?

img9.png

Estábamos disfrutando de la emoción del Mundial de fútbol. Hacíamos predicciones, pensábamos en quienes iban a ganar e intercambiamos las láminas con las figuras a quienes en las tardes de deporte nos gustaba imitar. Me llamaba la atención el mundo de apuestas que se movía en torno a este juego. Por ejemplo, uno de mis amigos se ganó un yogur por acertar el marcador del partido que ese día se jugó, pero no había podido saberlo de ninguna manera, ¿sería eso que algunos llaman suerte?

En clase, mis profesores asombrados con la pregunta, se pusieron a darme explicaciones desde diferentes ciencias. Me sugirieron libros, enciclopedias y páginas de internet para investigar. Exploramos diferentes fuentes y encontramos que existían varias teorías sobre el funcionamiento del azar, incluso se podía hacer una serie de cálculos matemáticos para tratar de saber a quién favorecería la suerte . Para las culturas antiguas era muy importante poder adivinar lo que depara el futuro, que es en parte cuestión de suerte, y descubrieron que hasta las cosas improbables se podían calcular.

Concluimos que existen múltiples maneras de entender la suerte y que, aunque a veces vana, era una cuestión que le importaba a gran parte de la humanidad . Asunto que me llevó a darme cuenta que lo más importante no era pensar únicamente en el azar, sino que la suerte se hacía con cada paso que en la vida se pudiera caminar.

¿Por qué el espacio no se acaba?

Mateo siempre fantaseaba con las estrellas . El telescopio que le habían comprado sus padres para el cumpleaños era su juguete preferido . De alguna manera y sin darnos cuenta, los recreos se habían convertido en un verdadero espacio de exploración astronómica. Cuando Mateo venía a mí en los descansos, sabía que traería alguna anécdota deliciosa sobre las estrellas. Siempre caminaba durante ese tiempo y esperaba que me invitara a soñar de su mano. Después de todo, los profesores debemos estar ahí para permitirles a nuestros niños volar con su imaginación. Sentí una palmada en la espalda y al mirar, el travieso juguetón había desaparecido. Logré encontrarlo detrás de una columna, pero decidí fingir ignorancia para continuar el juego. Entonces el “¡Bu!” propició nuestro encuentro. Mateo con sus inmensos ojos apareció para hacer de esa mañana una cálida pausa .

img10.png

Lo invité a sentarse en el muro que daba al parque, pero él quiso subir a la terraza para divisar el paisaje y estar en primera fila para fantasear con el cielo.

—Profesora ayer pude ver más de cerca la Luna y parecía un pedazo de queso.

La metáfora me conmovió e inspiró a preguntar más Mateo era un niño intuitivo y brillante, escucharlo era como ver el mundo a través de sus ojos .

—¿Qué más observaste? —pregunté .

—Muchas cosas, sobre todo estrellas súper brillantes volando por ahí, estrellas mensajeras .

—¿Sí? y ¿cómo es eso?

—Pues las que vuelan de un lado al otro guardando secretos, yo escuché que una me dijo que bajaría a la tierra .