Papá. La pala. La mata
de papá. Rosa blanca.
Mariposas, pajarito,
tienen alas.
Limón verde. Verdes ramas;
y amarillas las naranjas.
Mamá: aguja; las tijeras,
hilo negro, buena manta,
el dedal, los alfileres;
mamá corta, cose,
lava, plancha.
Hace torta en la cocina.
Fuego. Huevo. Leche. Natas.
Chiribí,
ronda flor, colibrí, bricolor,
flor oji tomora doalhelí;
jardín fiel, de rubí rumor;
campanita de miel
porque sí,
sí de miel, sí de luz, sí de olor;
camposol, sol campal,
campoamor,
morsolar, campanín,
campanón
y por ti
colibrí que te amó.
Iba a escribir: “mamá,”
cuando ronrón,
ronroneando, el gato,
me empujó el codo,
¡qué ingrato!,
y en vez de escribir: “mamá”
lo que hice fue un garabato.
¡Uy, la momia!
Se asomó por la ventana
donde ponen la begonia.
No tenía ojos,
ni nariz, ni boca;
era de esponja muerta,
¡Uy, la momia!
Lloran los niños.
La alcoba oscura.
Muy lejos, lejos,
los perros aúllan.
Silencia. Sombra.
Tras la ventana
de la begonia,
copo de niebla,
la extraña momia.
Esta, mayesta,
Martín de la Cuesta,
cuando cumplas años
vamos a tu fiesta.
Habrá una piñata
colgada en mecates
y llena hasta el borde
con los cacahuates,
y nances, y moras,
también chocolates
y la runfla entera
de los disparates:
botones y clavos
roscas de petate,
piedras de confites,
torta de aguacate.
Un pastel grandote,
de crema y de miel,
con las candelitas
ardiendo sobre él,
será lo más rico
que hemos de comer.
Con un solo soplo
las apagarás:
sopla, sopla, sopla,
¡una, dos y más!
Ya que se apagaron
vamos a cantar:
¡Cumplas muchos años
con felicidad!
Dame la mano, no andes tan de prisa;
caminemos los dos por el sendero:
mira la sombra quieta de los árboles
y el sol que en gotas de oro está cayendo.
¿Qué es eso?
En el agua dos cisnes van nadando
muy sí señores, son dos cisnes negros.
El agua muy dormida sueña frondas
como las ilusiones de un espejo.
¿Qué es eso?
Los sauces sueltan olas de verdores
en la cola invisible de los vientos
y baila una hoja seca en remolinos
con música no oída de otro cielo.
¿Qué es eso?
Vuela una mariposa de blancura
como flor de camelia en mudo fuego
y pasa, y se nos va sin esperanza…
¿A qué jardín irá? No lo sabemos.
—¿Qué es eso?