ACEITES PARA BAÑOS Y MASAJES
A continuación, una fórmula especialmente ideada para lograr tanto la relajación física como espiritual. Unas gotas en la palma de la mano harán que cualquier masaje tenga efectos casi mágicos y 2 cucharadas en el agua de cualquier baño de inmersión harán milagros.
ingredientes:
5 gotas de aceite esencial de abedul
5 gotas de aceite esencial de manzanilla
5 gotas de aceite esencial de jazmín
60 cm3 de aceite base
preparación:
0 Mezcle bien todos los ingredientes.
0 Embotelle en un frasco de vidrio oscuro y bien tapado.
En caso de que los “nervios” (lamentablemente, tan habituales en la vida diaria del hombre y la mujer contemporáneos) ya se hayan cristalizado en dolorosas contracturas, miembros rígidos y hasta algún dolor de cabeza, a continuación presentamos un aceite que, además de relajante, tiene propiedades analgésicas y calmantes. Las indicaciones para su uso son las mismas que en el caso anterior.
ingredientes:
3 gotas de aceite esencial de abedul
3 gotas de aceite esencial de jazmín
3 gotas de aceite esencial de lavanda
3 gotas de aceite esencial de manzanilla
3 gotas de aceite esencial de mejorana
3 gotas de aceite esencial de ylang-ylang
60 cm3 de aceite base
preparación:
0 Mezcle bien todos los ingredientes.
0 Embotelle en un frasco de vidrio oscuro y bien tapado.
La siguiente fórmula está especialmente recomendada para incrementar el nivel de energía a través de un baño de inmersión. Asimismo, se producirá un efecto similar si se lo utiliza para realizar masajes.
ingredientes:
8 gotas de aceite esencial de limón
6 gotas de aceite esencial de menta
6 gotas de aceite esencial de romero
60 cm3 de aceite base
preparación:
0 Mezcle bien todos los ingredientes.
0 Embotelle en un frasco de vidrio oscuro y bien tapado.
0 Para un baño, la dosis recomendada es de 2 cucharadas por bañera.
La fórmula que presentamos a continuación, además de ayudar a recobrar la firmeza de las mamas tal como reza el título, es agradablemente fragante y tiene un poderoso efecto emoliente e hidratante. Para utilizarlo verter unas gotas sobre las yemas de los dedos y masajear diariamente los senos, teniendo la precaución de no hacerlo sobre la areola ni el pezón.
ingredientes:
60 cm3 de aceite de almendra dulce
10 gotas de aceite esencial de rosas
preparación:
0 Mezcle bien los ingredientes.
0 Embotelle en un frasco de vidrio oscuro y bien tapado.
Como el lector tal vez ya lo sepa, exponerse hoy en día a los rayos del astro rey supone toda una serie de cuidados a tener en cuenta, tal como hacerlo en las horas adecuadas y de forma progresiva. Proteger la piel con un producto adecuado también forma parte de esa protección. A continuación, presentamos un aceite que, al tiempo que protege, estimula y facilita el bronceado.
ingredientes:
10 gotas de aceite esencial de ylang-ylang
20 cm3 de aceite de coco
20 cm3 de aceite de germen de trigo
20 cm3 de aceite de almendra dulce
preparación:
0 Mezcle bien todos los ingredientes y guarde la preparación en un frasco de vidrio oscuro y bien tapada.
0 Aplique antes de exponerse al sol.
• Para desinfectar y dejar fragante su vivienda coloque en un rociador una cucharada de aceite esencial de limón y llene el resto con una taza de agua mineral. Rocíe a la mañana y a la noche.
• ¿Desea dejar su vajilla ciento por ciento limpia y libre de gérmenes? Agregue 2 gotas de aceite esencial de árbol de té en el agua del lavado.
• Para desinfectar pisos, ventanas y artefactos del baño agregue a un balde de agua 10 gotas de aceite esencial de albahaca o de limón.
• Para lavar y desinfectar, añada 20 gotas de aceite esencial de albahaca en un balde de agua y utilícela. No enjuague.
• La citronella es un excelente repelente de insectos y, muy especialmente, de mosquitos. Colocar un difusor con agua y unas gotas de este aceite es una aromática y excelente manera de evitar esos molestos e indeseables huéspedes.
• Frotar aceite de cedro en armarios y cajones de madera los enriquece enormemente desde el punto de vista aromático, al tiempo que los purifica y protege de las polillas a la ropa que allí se guarda.
• Otra manera de aromatizar los cajones con su fragancia preferida es rociar la parte de atrás del papel que utilizará para forrarlos con unas gotas de aceite esencial disueltas en agua, dejar secar y proceder a forrar los cajones.
• El aroma de aceite esencial de enebro (por su calidez a madera) es especial para el invierno. En los días fríos, recuerde tener en su casa un difusor con unas gotas de ese aceite disueltas en agua.
• Confeccione usted los potpurríes para su hogar.
Para hacerlo:
– Guarde las cáscaras de toda fruta cítrica que consuma (pomelo, naranja, limón, etc.) y séquelas al sol.
– Cuando se encuentren bien secas y firmes coloque sobre ellas unas gotas de aceite de lemongrass y de bergamota.
– Finalmente, disponga las cáscaras ya aromatizadas en un cuenco que sea de su agrado y póngalo en el ambiente que desea aromatizar.
• Igualmente, usted puede realizar un exquisito y exclusivo lustre perfumado para muebles:
ingredientes:
120 cm3 de cera de abeja sin refinar
30 cm3 de jabón puro en escamas
1/4 litro de trementina
1/4 litro de agua destilada
20 gotas de aceite esencial de lavanda, romero, sándalo
o cualquiera que sea de su agrado y vaya bien con la madera
PREPARACIÓN:
Los aceites esenciales son sustancias oleosas y sumamente fragantes obtenidas de diversos vegetales y que sirven de base para la aromaterapia, esto es, la curación a través de los aromas. Pueden proceder de diferentes lugares de la planta en cuestión, tales como flores, frutos, hojas, raíces, madera, semillas y corteza. El aceite de cedro, por ejemplo, se extrae de la madera de ese árbol, el de hinojo de las semillas y el de limón de la corteza del fruto.
Apelando a una metáfora, se podría decir que el aceite esencial es el “alma de la planta” contenida en un frasco y que es el medio por el cual los vegetales transmiten sus propiedades. Efectivamente, cada uno de estos aceites posee una determinada combinación de componentes químicos que lo hace especialmente apto para determinados fines curativos, cosmetológicos y hasta espirituales. Comencemos, entonces, este primer capítulo haciendo una breve pero necesaria referencia a esos elementos químicos que hacen que un aceite esencial sea lo que es.
Los aceites esenciales son altamente fragantes debido a que contienen numerosas moléculas aromáticas. Si bien el estudio de la química de los aceites esenciales es un campo extremadamente técnico que no abordaremos en profundidad en el presente volumen, dedicaremos a continuación unas líneas a ello, mencionando brevemente algunas de esas moléculas y explicando sus particularidades.
• Alcoholes: se trata de moléculas que poseen propiedades antiinfecciosas. Algunas de ellos son el nerol, el geraniol y el linalol.
• Aldehídos: tienen una actividad antiinflamatoria y comprende, entre otros, al cuminal y al citronelal.
• Cetonas: grupo de moléculas muy habituales en buena parte de los aceites esenciales, con destacables propiedades (tales como ser cicatrizantes, por ejemplo) pero de uso muy delicado debido a que pueden resultar altamente tóxicas para el sistema nervioso. El alcanfor, por ejemplo, es una cetona.
• Furocumarinas: se trata de sustancias fotosensibilizantes, justamente las que hacen que el uso sobre la piel de los aceites esenciales derivados de los cítricos deban ser evitados antes de tomar sol.
• Ésteres: moléculas aromáticas que resultan de la combinación de un ácido y un alcohol y que suelen tener una leve acción antiespasmódica. Entre otros, se pueden mencionar a los acetatos y a los propionatos.
• Éteres: de efecto antiespasmódico, se pueden mencionar el anetol (de aroma anisado) y el estragol.
• Lactonas: familia química muy desarrollada con potente capacidad expectorante, pero que puede producir reacciones alérgicas en contacto con la piel.
• Fenoles: grupo aromático con propiedades antiinfecciosas, pero también muy irritante, por lo que su uso siempre debe hacerse con cuidado. Comprende, entre otros, al timol y al eugenol.
• Terpenos: se los considera energizantes e incluye a los pinenos (presentes en las coníferas) y al limoneno, presente en la cáscara de los cítricos.
Por supuesto, resultan más costosos que los de menor calidad o calidad dudosa, pero de esa manera tendrá la ventaja de saber que realmente está comprando aceites esenciales naturales y no un sustituto artificial que puede, incluso, tener efectos nocivos sobre la salud. Un buen criterio es: adquirir siempre los mejores aceites esenciales para usos medicinales y cosméticos (ya que tendrán contacto profundo con nuestro cuerpo) y dejar los de menor calidad para confeccionar repelentes ambientales, usarlos en la limpieza de la casa e, incluso, colocar en el hornillo a modo de desodorante.
Asimismo, es muy importante que al momento de comprar un aceite esencial verifique que en el envase o prospecto adjunto se detalle si la marca cuenta con las especificaciones legales reglamentarias propias del país de origen.
Eso implica, básicamente, cuatro medidas primordiales.
La primera de ellas es no exponer los aceites esenciales a la luz, ya que de esa manera se degradan y van perdiendo poco a poco sus características positivas y sanadoras. Por ello, es imprescindible guardarlos siempre en un frasco de vidrio oscuro muy bien tapado y, en caso de no conseguir uno oscuro, entonces colocar momentáneamente el frasco en cuestión dentro de un armario, ropero u otro sitio similar, de modo tal de resguardar de la luz su contenido.
La segunda medida de cuidado es evitar exponerlos a altas temperaturas ambientales, ya que de esa forma también se degradan. Si usted vive en un clima frío, fresco o templado no habrá problemas en dejar sus aceites esenciales a temperatura ambiente. Pero si habita en un sitio tropical o las temperaturas suben en extremo durante el verano, será necesario que guarde sus aceites esenciales en la heladera.
Un tercer consejo para cuidar los aceites esenciales es guardarlos siempre en recipientes de vidrio (tal como ya se lo especificó) ya que se trata de un material noble y jamás utilizar para el mismo fin frascos de plástico, material que, como tal vez el lector ya sepa, es innoble y sumamente contrario a las más elementales reglas del cuidado ecológico.
El último cuidado a tener en cuenta es asegurarse siempre de mantener las tapas de los frascos que contienen los aceites esenciales puros perfectamente cerradas y abrirlos solamente por el tiempo en que van a ser usados. Los aceites esenciales son sumamente volátiles y sus tan valoradas propiedades pueden evaporarse, a veces, en poco minutos.
Nunca se insistirá lo suficiente en que la ingesta de aceites esenciales no es recomendable bajo ninguna circunstancia. No están formulados para su uso interno como sí lo están los aceites utilizados en gastronomía (oliva, maíz, girasol, uva, soja, etc.) sino que su fórmula contempla exclusivamente el uso externo e ingerirlos podría resultar en serios riesgos para la salud. Nunca lo olvide.