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“Al principio de la película Gladiator, el emperador habla de su sueño de lo que Roma podría llegar a ser. En Iglesias 24/7, Tim Chester y Steve Timmis transmiten su apasionante visión de lo que pueden llegar a ser las comunidades de misión. Comienzan con la cuestión vital de cómo alcanzar a los 40 millones de personas en el Reino Unido (o a los 85 millones de Estados Unidos) que no están dispuestas a asistir a una iglesia tal como estas son. Es la cuestión que toda iglesia debería plantearse. Leer este libro ha aumentado mi confianza en la visión de que Cristo nos llama a involucrarnos en el crecimiento de su iglesia en un mundo poscristiano. Lo que me encanta del libro es que evita la tendencia al pragmatismo, tomándose en serio las enseñanzas de las Escrituras y sugiriendo maneras de vivir esos principios bíblicos en la comunidad diaria. El resultado es transferible a cualquier contexto donde hay personas que se comprometen a ser discípulos de Jesús cada día”.

Reverendo Andrew Baughen, vicario de Sant James Clerkenwell en el centro de Londres y autor de The Because Approach.

“En Iglesias 24/7, Chester y Timmis nos retan una vez más a pensar de forma diferente y diligente en una comunidad y una misión centradas en el evangelio. Nos ofrecen muchas respuestas a la pregunta de cómo podemos enfrentarnos al creciente abismo entre la iglesia y el mundo, sin dejar de ser fieles al evangelio”.

Matt Chandler, pastor principal y maestro, The Village Church, Dallas, Texas.

“Este libro es un toque de trompeta al pueblo de Dios en el mundo poscristiano del siglo XXI para llevar a cabo lo que el apóstol Pedro pide a los cristianos de todos los siglos: vivir el evangelio en los márgenes de la sociedad, llevar las buenas noticias de Jesús a un mundo moribundo y ver a Dios iluminar el mundo con comunidades de luz. Si tu corazón anhela ver esto, lee este libro. Te inspirará a descubrir lo que el pueblo de Cristo puede, debería y debe ser. Más allá de eso, te hará elevar tu oración al único que lo puede hacer posible”.

Al Stewart, The Geneva Push, Australia.

Chester y Timmis nos llevan tras los bastidores de las comunidades de misión. ¿Cómo pueden infiltrarse los cristianos en un mundo cada vez más hostil y silenciar a la oposición? Las respuestas que propone este libro quizá te sorprendan. Tal vez te parezcan tan radicales que ni te atreverás a intentar realizarlas. O puede que te convenzan de que podrías disfrutar mucho siendo misional”.

Doctor Adrian Warnock, autor de Raised with Christ.

“Otro libro de Chester y Timmis que está lleno de ideas bíblicas, así como mucha sabiduría práctica para el ministerio diario y cotidiano en la cultura occidental de hoy en día”.

Timothy Keller, pastor de Redeemer Presbyterian Church, Nueva York; exitoso autor de La razón de Dios.

Índice

Introducción

1 La vida en los márgenes (1 Pedro 1:1–12)

2 Comunidad todos los días (1 Pedro 1:13–2:8)

3 Cuidado pastoral todos los días (1 Pedro 1:22–2:3)

4 Misión todos los días 1 Pedro (2:9–3:16)

5 Evangelización todos los días (1 Pedro 3:15-16)

6 La esperanza en los márgenes (1 Pedro 3:8-5:14)

Conclusión: los próximos pasos

Introducción

En 1915, la abuela de Tim se mudó a una casa de dos pisos con terraza en Darlington, un pueblo industrial en el norte de Inglaterra. Tenía un año. Todavía estaban pavimentando las calles cuando ella llegó allí. También estaban construyendo la capilla metodista dos calles más allá. Esa casa fue su hogar durante los siguientes noventa años y la capilla se convirtió en un segundo hogar.

Cuando mi madre era niña, la congregación tenía alrededor de cien miembros, con un coro de veinte personas y cincuenta niños en la escuela dominical. Más que eso: la iglesia era el núcleo de la vida del vecindario. Los conciertos, meriendas y salidas de la iglesia eran la única alternativa a los bares que tenía la clase trabajadora. Mi abuela y mi madre crecieron con la iglesia en el centro de sus vidas.

Con noventa años, mi abuela seguía tocando el piano los domingos por la mañana. Debido a su creciente sordera le costaba escuchar los cánticos, pero no había nadie que pudiera relevarla. La congregación se había reducido a una docena de personas, ninguna de ellas menor de cincuenta años. La gente del pueblo tiene otras cosas que hacer un domingo por la mañana. Los conciertos del coro no pueden competir con Factor X o con la Xbox. El edificio, recién construido cuando mi abuela empezó a asistir, se ha convertido en una reliquia: un monumento a una forma de vida anterior. Solo forma parte de las vidas de un puñado de personas. Es parte de la historia del vecindario, pero no de su presente.

Hoy en día, los cristianos cada vez se encuentran más en los márgenes de nuestra cultura. De hecho, vivimos en una cultura poscristiana. La mayoría de la gente en Occidente no tiene intención de asistir nunca a la iglesia. Otros muchos solo usan el nombre de Dios para decir una vulgaridad.1 Algunas iglesias notorias están creciendo, pero gran parte de este crecimiento se debe al traspaso más que al verdadero evangelismo.

Aun así, muchos de nuestros enfoques sobre la evangelización siguen asumiendo que vivimos en la cristiandad. Esperamos que la gente venga cuando tocamos la campana de la iglesia o cuando preparamos un buen culto. Pero la mayor parte de la población está desconectada. Cambiar lo que hacemos en la iglesia no llegará a ellos. Tenemos que encontrarnos con la gente en el contexto de la vida cotidiana.

Nuestro libro anterior, Iglesia radical2, sostenía que el evangelio cristiano y la comunidad cristiana deberían ser centrales en todos los aspectos de nuestra vida y misión. Este libro trabaja sobre esa misma base. Se trata de un llamamiento a que seamos una iglesia diaria con una misión diaria. Tenemos que dejar de centrarnos en organizar eventos atractivos y empezar a crear comunidades atractivas. Nuestra posición en la periferia de la sociedad es una oportunidad para redescubrir el llamamiento misionero de todo el pueblo de Dios. Podemos recuperar un testimonio de Cristo no empañado por el cristianismo nominal.

Estar en los márgenes también supone una oportunidad para reconectar con nuestras Biblias. El Nuevo Testamento es una colección de documentos misioneros escritos para situaciones misioneras. Lo escribieron cristianos que vivían en la periferia de su cultura. A lo largo de este libro estableceremos un diálogo con la primera carta de Pedro. Pedro escribía a cristianos que se habían convertido en extranjeros y exiliados en el Imperio Romano del primer siglo. Estaban en los márgenes, enfrentándose a difamación y abusos como nosotros. Este libro no es un comentario. En vez de eso, queremos ofrecer algunas reflexiones de misión sobre 1 Pedro para explorar, a través de esta porción de las Escrituras, lo que diría el Espíritu Santo sobre la iglesia occidental de hoy en día. Por encima de todo, hemos intentado escribir un libro práctico que muestre cómo deberían ser la iglesia diaria y la misión diaria sobre el terreno.

Al llamar a la iglesia a la misión diaria reconocemos que esto es lo que ya están haciendo muchos, muchos cristianos: ser buenos vecinos, compañeros de trabajo, familiares, haciendo el bien en situaciones hostiles, llevando el testimonio de Cristo en el contexto de la vida cotidiana. No pretendemos desestimar eso. Todo lo contrario. Queremos celebrarlo y ponerlo otra vez en el centro de la misión de la iglesia. Y, quizás, darle también más dirección y mostrar cómo puede ser más efectivo.

Un último apunte. Hemos escrito este libro juntos, de modo que en general usamos verbos en plural. Pero cuando describimos una experiencia concreta de uno de nosotros, empleamos verbos en singular.


1. N. del T. El Diccionario Collins explica: “Algunas personas dicen ‘Christ!’ [Cristo] cuando están sorprendidas, conmocionadas o irritadas, o bien para enfatizar lo que dicen. Este uso puede resultar ofensivo”.

2. Tim Chester y Steve Timmis, Iglesia radical: Evangelio y comunidad (Andamio editorial, 2015).