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Uribe Castro, Hernando

Interdisciplinariedad: un desafío para transformar la universidad en el siglo XXI / Hernando Uribe Castro, Carlos Augusto Hernández Rodríguez, Enrique Leff Zimmerman, Carlos Eduardo Vasco, Yves Lenoir.-- Primera edición.-- Cali: Universidad Autónoma de Occidente, 2017. 184 páginas, ilustraciones.

Contiene referencias bibliográficas.

ISBN: 978-958-8994-48-2

1. Universidad. 2. Aproximación interdisciplinaria en educación. 3. Aproximación interdisciplinaria al conocimiento. 4. Educación superior. 5. Interdisciplinariedad. I. Hernández Rodríguez, Carlos Augusto. II. Leff Zimmerman, Enrique. III. Vasco, Carlos Eduardo. IV. Lenoir, Yves. Universidad Autónoma de Occidente.

378.9861 - dc23

Interdisciplinariedad:

Un desafío para transformar la universidad en el siglo XXI

ISBN 978-958-8994-48-2

Autor

© Carlos Augusto Hernández Rodríguez

Enrique Leff Zimmerman

Carlos Eduardo Vasco

Yves Lenoir

Hernando Uribe Castro

Gestión editorial

Director de Investigaciones y Desarrollo Tecnológico

Alexander García Dávalos

Jefe Programa Editorial

José Julián Serrano Q.

jjserrano@uao.edu.co

Coordinación Editorial

Jennifer Juliet García Saldarriaga

jjgarcia@uao.edu.co

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clgonzalez@uao.edu.co

Comunicadora

Luisa Fernanda Panteves

lfpanteves@uao.edu.co

Asistente Editorial

Jorge Hernán Acero Portilla

jhacero@uao.edu.co

Editoras

Silvia Alejandra Rey

Sonia Cadena Castillo

Diagramación

Sandra Tatiana Burgos Díaz

© Universidad Autónoma de Occidente

Km. 2 vía Cali-Jamundí, A.A. 2790, Cali, Valle del Cauca, Colombia

El contenido de esta publicación no compromete el pensamiento de la Institución, es responsabilidad absoluta de sus autores.

Este libro no podrá ser reproducido por ningún medio impreso o de reproducción sin permiso escrito de las titulares del copyright.

Diseño epub:

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Personería jurídica, Res. No. 0618, de la Gobernación del Valle del Cauca, del 20 de febrero de 1970. Universidad Autónoma de Occidente, Res. No. 2766, del Ministerio de Educación Nacional, del 13 de noviembre de 2003. Acreditación Institucional de Alta Calidad, Res. No. 16740, del 24 de agosto de 2017, con vigencia hasta el 2021. Vigilada MinEducación.

Contenido

Disciplinas, interdisciplina y universidad

Hernando Uribe Castro

1. Especialización e Interdisciplinariedad: ¿procesos complementarios?

2. ¿Por qué un seminario sobre interdisciplinariedad en la Universidad Autónoma de Occidente?

Bibliografía

Universidad e Interdisciplina

Carlos Augusto Hernández Rodríguez

Presentación

Aclaraciones terminológicas básicas

Interdisciplina y transdisciplina

Disciplinas esencialmente interdisciplinarias

Universidad y responsabilidad

Reflexiones finales

Bibliografía

El saber de la vida: más allá de la interdisciplinariedad del conocimiento

Enrique Leff Zimmerman

Presentación

El saber de la vida: más allá de la interdisciplinariedad del conocimiento

Bibliografía

¿Multi, Pluri, Inter, Trans, Meta o Postdisciplinariedad?

Carlos Eduardo Vasco

Presentación

La problemática de la interdisciplinariedad

Un poco de historia de América

Un poco de historia de Colombia

Educación e interdisciplinariedad

El paralelo entre la educación y la salud

La competencia de, en o para resolver problemas

La complejidad de los problemas

Un primer fracaso en el programa de maestría del Cinde y la Universidad de Nova

El diseño de la Facultad de Estudios Interdisciplinarios

Mis primeras aventuras interdisciplinarias

La reacción posmoderna

Interdisciplinariedad en y de la educación

El octágono de los puntos de vista para la educación en X

Saber sobre la enseñanza o sobre el aprendizaje

Los peligros de la interdisciplinariedad

Mirando hacia el futuro de la educación

Dos maneras de aprender mucho y rápido

El problema de la comunicación entre expertos

Un posible metalenguaje para la interdisciplinariedad

La integración de las disciplinas en la Renovación Curricular 1976-1994

El programa de investigación sobre integración curricular en el CINEP

El río Quilichao y la Teoría General de Procesos y Sistemas TGPS

El Doctorado en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud

Bibliografía

Interdisciplinariedad en la formación universitaria: una síntesis de sus especificidades y actualización

Yves Lenoir

Presentación

La interdisciplinariedad práctica

La interdisciplinariedad científica y escolar

La interdisciplinariedad profesional

La importancia de la dimensión organizacional a nivel operacional

Finalmente, ¿cuál es la definición de la interdisciplinariedad a retener?

Conclusión

Bibliografía

El proceso de la interdisciplinariedad en la Universidad Autónoma de Occidente

Hernando Uribe Castro

Presentación

La UAO y la cuestión interdisciplinaria

La UAO y el pensamiento crítico

Expresiones de procesos interdisciplinarios en la universidad

El proceso de la interdisciplinariedad en la UAO

Reflexión final

Bibliografía

Notas al pie

Disciplinas, interdisciplina y universidad

Hernando Uribe Castro1

huribe@uao.edu.co

El Seminario Internacional sobre inter y transdisciplinariedad llevado a cabo en el segundo semestre de 2014, en la Universidad Autónoma de Occidente, congregó un número importante de investigadores e intelectuales de disímiles áreas con el propósito de conversar, pensar y provocar preguntas con respecto al papel que juega la interdisciplinariedad en el desarrollo de la ciencia y la educación. También, el papel que desempeña esta cualidad investigativa en la construcción del campo de conocimiento.

Vivimos en un mundo donde los procesos sociales parecen ir a unas velocidades superiores a las que se mueven las instituciones. Por ello, este Seminario se considera como parte de un proceso desde el cual se reflexiona sobre la relación entre la ciencia, la sociedad y los desafíos del conocimiento. La situación actual del mundo, de crisis social, ambiental y política, exige de parte de la Universidad un mayor involucramiento con el contexto de la sociedad. La Universidad, a veces, parece quedar en una burbuja aislada de las realidades del contexto en la cual está inserta y cuya complejidad desborda las capacidades institucionales y los esfuerzos académicos e investigativos.

Ante este panorama, que es una característica del funcionamiento de las Universidades en todo el mundo, la Vicerrectoría Académica de la Universidad Autónoma de Occidente, realiza importantes esfuerzos para poner en el orden del día, las discusiones por la relación entre los contextos educativos investigativos, académicos e intelectuales con las realidades sociales usando como puente que las conecta, la interdisciplinariedad. La tradición ha demostrado que la superespecialización del conocimiento parcela la realidad social en mil partículas, y produce conocimientos profundos sobre estas partículas de la realidad y no sobre la realidad como una totalidad compleja. Por ello, la interdisciplinariedad aparece en el escenario académico e investigativo como una opción de hacer ciencia.

El propósito del documento que se presenta a continuación es compartir algunas ideas provocadoras para motivar la discusión, el debate y, en general, el encuentro académico en el marco de este seminario y después de él. La primera parte de este documento tiene que ver con la compleja relación existente entre especialización e interdisciplinariedad, no como procesos opuestos sino como complementarios en el desarrollo de la ciencia; la segunda parte, es una reflexión del porqué un seminario sobre estos temas es importante para la Universidad en general, y para la Universidad Autónoma de Occidente en particular.

1.Especialización e Interdisciplinariedad: ¿procesos complementarios?

La historia de la ciencia en la sociedad moderna muestra dos procesos cuyas tendencias los han postulado como contrarios aunque, al parecer, son complementarios: el primero corresponde a la especialización e hiperespecialización del conocimiento, y el segundo se refiere a la apertura de las fronteras disciplinares para lograr sus encuentros. Con respecto al primer proceso, es necesario reconocer que el siglo XX ha sido el escenario donde se ha gestado la profundización de la especialización al producirse el surgimiento de subdisciplinas o nuevas disciplinas que lograron fragmentar la realidad en diminutos componentes, como es el caso de las especialidades de las ingenierías, las ciencias del cuerpo y el organismo, o los microanálisis en el campo del lenguaje.

La fascinación por lo disciplinar y su hiperespecialización parece radicar en el hecho de que la ciencia moderna se convirtió en el mecanismo a través del cual el sistema capitalista lograba, por un lado, enfrentar las incertidumbres del medio para garantizar su rentabilidad desarrollando nuevos componentes e innovaciones en las tecnologías y, por otro, accedía a mayores niveles de exactitud para la toma de decisiones políticas y económicas. Esto, sin desconocer por supuesto la construcción de la disciplina como parte de un proceso histórico en el que se fue afinando la definición de su objeto de estudio a partir de los aportes de los agentes del pasado, así como la construcción de un lenguaje particular y sus representaciones (Serna, 2007, p. 39).

La ciencia moderna brindó elementos para afianzar el discurso del desarrollo y el progreso gracias a su “exactitud” con las pruebas, los datos y las cifras. De este modo, el conocimiento especializado ofrecía importantes beneficios para el desarrollo de la ciencia en ese proceso de capitalización del mundo, así como en la construcción de un discurso ideológico científico discriminante y distintivo entre las llamadas “ciencias duras” y las “ciencias blandas”2.

No es gratuito que en ese contexto, Morin (2005), advierta cómo “el espíritu hiperdisciplinario va a devenir en un espíritu de propietario que prohíbe toda incursión extranjera en su parcela del saber (2005, p.1). La propia Lynn Margulis, esposa de Carl Sagan y científica reconocida por sus estudios en el campo de la evolución biológica que aportó el concepto de la “simbiogénesis”, confirma este mismo supuesto en su bello estudio titulado Planeta simbiótico. Un nuevo punto de vista sobre la evolución (2002) que dice:

En Berkeley no había ninguna relación entre los miembros del departamento de paleontología, donde se estudiaba la evolución, y los del departamento de genética, donde la evolución era escasamente mencionada. Puesto que yo buscaba una educación en todos los aspectos de la evolución, la paleontología y la genética que pudiera iluminar la historia evolutiva de las células, al principio me impresionó el rigor del apartheid académico. Cada departamento parecía ajeno a las personas y materias que estaban fuera de sus fronteras. (p. 38)

No obstante, y a pesar de esta tendencia a la hiperespecialización científica, también emergen en la sociedad moderna intentos por traspasar las barreras disciplinares. Se lograron importantes avances en campos de pensamiento complejos que integraron diversas perspectivas paradigmáticas como la complejidad, las teorías del caos y el pensamiento sistémico. Emergen renovadas miradas para campos como la prehistoria, la arqueología, la cibernética, las ciencias cognitivas, la astrobiología y, por supuesto, la ecología. Frente a este último campo, considerado como un claro ejemplo de desarrollo interdisciplinar, Ángel Augusto Maya nos dice que:

La ecología debe considerarse pues, como un gran esfuerzo de análisis interdisciplinario que busca la comprensión de los sistemas vivos en relación con el entorno abiótico. Dicho esfuerzo no habría sido posible sin los aportes de la física moderna, de la química molecular, de la bioquímica, ni sin los mismos aportes de la biología y del resto de las ciencias básicas y aplicadas. Por ello en el estudio de la ecología se han incorporado biólogos, químicos, físicos, geógrafos, edafólogos y profesionales de las más diversas disciplinas. (2002, p. 147)

Lo interesante de este proceso es que la ciencia experimentó expresiones de intercambio, interconexión, usurpación, miradas extradisciplinarias y migraciones encaminadas al encuentro interdisciplinar, con el ánimo de provocar rupturas en la frontera de la disciplina que tienen que ver con la movilidad de conceptos, ideas, teorías, epistemologías y metodologías para abordar de otro modo los problemas (Cf. Morin, 2005).

Así, hoy, se presencian intentos importantes por resignificar el valor de la ciencia y su papel para el futuro social, institucional, económico y ambiental del mundo, donde se confrontan las falsas oposiciones entre teoría/metodología, mente/cuerpo, ciencia/cosmogonía, tiempo/espacio, individuo/estructura, naturaleza/sociedad, partículas/universo. Como lo expresa Fritjof Capra:

Desde nuestra ignorancia, dividimos el mundo percibido en objetos separados que vemos como firmes y permanentes, pero que son en realidad transitorios y cambiantes. Tratando de aferrarnos a nuestras rígidas categorías en lugar de entender la fluidez de la vida, nos condenamos a sufrir frustración tras frustración. (1998, p. 303)

El mundo y sus complejas problemáticas exigían miradas integrales y sistémicas que promovieran el sentido del trabajo en red una vez se empezó a comprender que aquello denominado como “realidad” no se podía descomponer en fragmentos disciplinares, desde donde se pretendía hacer hablar a la realidad como única verdad y como totalidad. No obstante, existía una paradoja que se hacía evidente cuando frente al vertiginoso desarrollo científico también pululaba la falta de comprensión del mundo. Al respecto Morin señala que:

Hemos adquirido conocimientos sin precedentes sobre el mundo físico, biológico, psicológico, sociológico. La ciencia ha hecho reinar, cada vez más, a los métodos de verificación empírica y lógica. Mitos y tinieblas parecen ser rechazados a los bajos fondos del espíritu por las luces de la Razón. Y, sin embargo, el error, la ignorancia, la ceguera, progresan, por todas partes, al mismo tiempo que nuestros conocimientos. (2011, p. 27)

Frente a la compartimentación del conocimiento se reclama una vuelta a la visión de la integralidad, a la comunicación sistémica e incesante entre el todo y la parte, y al pensamiento relacional. Se reclamó la necesidad de la articulación de conocimientos frente al desencantamiento del mundo producto de los conflictos internacionales, las guerras territoriales y la guerra armamentista. Conceptos como “verdad” y “realidad” se convierten en el foco de las discusiones entre los que defienden la objetividad y los que defienden la subjetividad.

El contexto contemporáneo encarna desafíos frente al futuro de las sociedades en el planeta, razón por la cual los escenarios de producción de conocimiento y transferencia del mismo están convocados a reflexionar y analizar en torno a esos grandes problemas, desde los distintos prismas de las disciplinas. El planeta ya no se comprende solo como planeta sino como Gaia (Lovelock, 1985).

La propuesta es entonces comprender que el proceso de especialización y el proceso que busca la interdisciplina no se oponen, sino que se complementan como parte del funcionamiento sistémico de la ciencia y del mundo. No se puede perder de vista que, si bien, las disciplinas poseen su identidad propia a partir de su objeto y todo su corpus, ellas no son campos estáticos y homogéneos sino espacios dinámicos donde se presentan confrontaciones de agentes (a veces divergentes), de tendencias, de escuelas y de perspectivas.

Como claramente lo hace ver Serna para el caso de las Ciencias Sociales y Humanas, “entre las disciplinas y al interior de cada una de ellas, se hicieron evidentes visiones divergentes sobre las fuentes y las dimensiones de la vida social” (2007, p. 39). En el caso de la física, la transición del paradigma mecánico al cuántico y las luchas del campo desatadas a partir de esa transición, sobre todo en las primeras décadas del siglo XX, permiten ver las luchas y las confrontaciones en el campo científico.

Incluso, uno de los grandes retos que implica la emergencia de la interdisciplinariedad es que puso a las disciplinas científicas en la búsqueda de su principio de reflexividad, en el sentido planteado por Pierre Bourdieu. Para este francés, el principio de la reflexividad “no es reducible a la reflexión sobre sí mismo de un yo pienso (cogito) pensando un objeto (cogitatum) que no sería otro que uno mismo. Es la imagen devuelta a un sujeto cognoscente por otros sujetos cognoscentes equipados con instrumentos de análisis que pueden serles ofrecidos eventualmente por ese sujeto cognoscente” (2001, p. 17). La reflexividad no tiene el papel de destruir o desacreditar el conocimiento científico, sino que su papel es el de permitir reforzar la ciencia y controlar sus efectos.

La reflexividad es poner en guardia. Es un “trabajo mediante el cual la ciencia social, tomándose a sí mismo como objeto, se sirve de sus propias armas para entenderse y controlarse, es un medio especialmente eficaz para reforzar las posibilidades de acceder a la verdad reforzando las censuras mutuas y ofreciendo los principios de una crítica técnica que permite controlar con mayor efectividad los factores adecuados para facilitar la investigación” (Bourdieu, 2001, p. 154). La interdisciplina, además de la reflexividad, conllevó a que se resignificara aquello que se ha dado en llamar el encuentro discursivo como proceso mediante el cual convergen de modo colectivo discursos complementarios.

La interdisciplina emerge como algo diferente a cada disciplina, a sus objetos, a sus métodos y sus representaciones. Emerge como un todo coherente, articulado y sistémico que es capaz de dar lecturas, interpretaciones, análisis y soluciones alternativas y complejas a los fenómenos de la naturaleza y la sociedad.

2.¿Por qué un seminario sobre interdisciplinariedad en la Universidad Autónoma de Occidente?

La Universidad del presente, en su sentido más amplio, guarda viejos resabios de la institucionalidad tradicional. Aquella que impuso sobre su estructura la departamentalización y fragmentación del conocimiento con el riesgo de reproducir lo que Edgar Morin dio en llamar la inteligencia ciega que es aquella que:

Destruye los conjuntos y las totalidades, aísla todos sus objetos de sus ambientes. No puede concebir el lazo inseparable entre el observador y la cosa observada. Las realidades clave son desintegradas. Pasan entre los hiatos que separan a las disciplinas. Las disciplinas de las ciencias humanas no necesitan más de la noción de hombre. Y los ciegos pedantes concluyen que la existencia del hombre es sólo ilusoria. Mientras los medios producen la cretinización vulgar, la Universidad produce la cretinización de alto nivel. La metodología dominante produce oscurantismo porque no hay más asociación entre los elementos disjuntos del saber y, por lo tanto, tampoco posibilidad de engranarlos y de reflexionar sobre ellos. (2011, pp. 30-31)

La Universidad como “ciudad sabia” es hoy un archipiélago habitado por seres humanos cuyas estructuras mentales fueron disciplinadas para las disciplinas. En la Universidad se presenta un doble proceso: de una parte, la resistencia al cambio donde la lógica administrativa es defensora de las unidades académicas3 (por Departamentos y Facultades) como espacios que expresan la organización científica. Estructura que incide no solo en la configuración espacial, arquitectónica y de cultura universitaria, sino también en un cerramiento mental de profesores y estudiantes a la posibilidad de intentar abrir caminos hacia el diálogo de saberes y de disciplinas4.

De otra parte, en la Universidad también emergen intereses por la demanda de estudiantes, aunada a la apertura de algunos profesores o directivos para abrir el espacio a esa búsqueda de la interdisciplinariedad no sólo en términos de la cultura académica a través de eventos, cursos, seminarios, actividades, investigaciones, sino también en la formulación y puesta en marcha de programas académicos de pregrado y posgrado no disciplinares. Por ello, para la Universidad Autónoma de Occidente es importante asumir la reflexión y el debate por la interdisciplinariedad como una búsqueda en su ejercicio académico, investigativo y de proyección social.

La Universidad valora su potencial humano y el peso que desde la tradición marca los constantes esfuerzos por caminar hacia el pensamiento crítico y complejo. Sumado a ese importante grupo humano que integra esta comunidad académica, está el valor investigativo y de desarrollo tecnológico con el que se ha logrado aportar a la construcción de una región con perspectiva internacional.

En este sentido, este Seminario sobre inter y transdisciplinariedad convoca a todos aquellos interesados en traspasar, usurpar y movilizar las fronteras de su propio campo de conocimiento, de sus a veces “reticencias” mentales, para abrirse a otras lecturas y comprensiones del mundo como opción y alternativa para pensar una sociedad diferente, respetuosa por el sentido de la vida de todo el sistema viviente.

Neutralizar la crisis generada por la racionalidad extrema del modelo educativo de la economía-mundo capitalista en el campo académico y universitario, sólo es posible en la medida en que quienes impulsan estos campos puedan comprender los marcos en los que operan y el contexto de sociedad que se impone como estructura. Las crisis y las incertidumbres no están solo en los campos de la ciencia, sino que también están en las estructuras estructurantes de la existencia institucional que las dinamizan.

Boaventura de Sousa Santos (2005) considera que buena parte de la respuesta a la crisis institucional creada por la mercantilización del conocimiento está en la capacidad que tiene el académico y el intelectual de neutralizar los efectos del modelo educativo liderado por la economía-mundo capitalista, a través de la capacidad de democratizar y emancipar la universidad. La tarea no es nada sencilla según Bourdieu (2002), pues la comunidad académica e intelectual puede volcarse a estimular la aparición de lo que serían las “condiciones organizacionales de producción colectiva”, con el fin de conducir a la creación de un proyecto político que aporte a la democratización del conocimiento y a su descolonización.

Pero esas condiciones sólo son posibles en el diálogo y el encuentro entre los intelectuales y los académicos en otras partes del país y del mundo, con otros actores sensibles a estos hechos que permitan crear las condiciones favorables para ese cambio social, lo que implica de entrada la superación de muchos obstáculos: las barreras físicas y simbólicas que las instituciones imponen para lograr integrarse de modo diferente y con autonomía al territorio comunitario, la región y la dinámica global.

La Universidad puede contribuir a formular proyectos alternativos al desarrollo, en sentido amplio, que claramente tengan en cuenta problemas y asuntos relacionados con la sustentabilidad y la dignidad humana, territorial y ambiental. Esto implica búsquedas de las que emerjan otras formas de construir conocimiento no solo con intelectuales y académicos sino también con las propias comunidades y las instituciones. Es decir, se trata tanto del conocimiento científico como del conocimiento “no científico”: el de los pueblos y culturas que se suman como parte de un todo explicativo.

Por lo tanto este Seminario debe entenderse como una búsqueda, un reflexionar sobre el encuentro de saberes. No es un evento que pretende adoctrinar o estandarizar. Contrario a ello, se pretende el encuentro de todo este potencial humano para debatir, argumentar y reflexionar e incluso para descolonizar el pensamiento tanto de las posturas que lo mercantilizan, como de aquellas que lo enjaulan. El espacio está abierto a las posturas epistemológicas y teóricas. Por ello, aquí se comprende que el disenso y el consenso no se oponen, e igualmente que la diversidad enriquece la discusión y el encuentro.

El objetivo general del Seminario es promover estrategias y actividades de intercambio de conocimientos entre las y los profesores, investigadores e invitados de distintos campos de conocimiento para el fomento de un hábitus intelectual de discusión abierta e interdisciplinaria. Los invitados son los reconocidos académicos e investigadores: Dr. Carlos Augusto Hernández; Dr. Enrique Leff; Dr. Carlos Vasco y el Dr. Yves Lenoir.

Este Seminario es una excusa para encontrarnos y re-encontrarnos; para dialogar, conocernos y reconocernos en nuestras semejanzas y diferencias epistémicas y disciplinares; y para que como colegas, de modo respetuoso y solidario, al compartir el amor y la esperanza por un mundo digno para el sistema viviente, nos encaminemos en estas discusiones sin prejuicios, prevenciones y con una apertura a escuchar y seguir aprendiendo. Nada más sorprendente, honesto y humilde que reconocer que sabemos menos de lo que somos (Taled, 2008).

Desde ya, la Universidad Autónoma de Occidente asume el compromiso de convertir estas reflexiones en esfuerzos de largo aliento, por lo que en un próximo volumen sobre la misma temática, se proyecta divulgar experiencias desarrolladas por miembros de la comunidad universitaria, con ese carácter interdisciplinario.

 

Bibliografía

Ángel Maya, A. (2002). El retorno de Ícaro. La razón de la vida. Muerte y vida de la filosofía. Una propuesta ambiental. Bogotá: PNUD.

Bourdieu, P. (2000). Cuestiones de Sociología. Madrid: Ediciones Istmo.

__________ (2001). El oficio del científico. Ciencia de la ciencia y reflexividad. Barcelona: Editorial Anagrama.

__________ (2002). Pensamiento y acción. Buenos Aires: Libros del Zorzal.

Bourdieu, P., Wacquant, L. (2005). Una invitación a la sociología reflexiva. Buenos Aires, Argentina: Siglo XXI Editores.

Capra, Fritjof (1998). La trama de la vida: una nueva perspectiva de los sistemas vivos. Barcelona: Editorial Anagrama.

De Sousa Santos, B. (2005). La universidad en el siglo XX. Para una reforma democrática y emancipadora de la universidad. México: Universidad Nacional Autónoma de México.

Hernández, C. A. y López. C., L. (2002). Disciplinas. Bogotá: Ministerio de Educación Nacional - ICFES.

Leff, E. (2006, Noviembre). Complejidad, racionalidad ambiental y diálogo de saberes. Ponencia presentada en el I Congreso internacional interdisciplinar de participación, animación e intervención socioeducativa. Barcelona, España.

Lovelock, J.E. (1985). Gaia, una nueva visión de la vida sobre la tierra. Barcelona: Ediciones Orbis.

Margulis, L. (2002). Planeta simbiótico. Un nuevo punto de vista sobre la evolución. Madrid: Editorial Debate.

Max Neef M. (2005). Foundation of transdisciplinarity. Ecological Economics 53, 5-16.

Morin, E. (2005). Sobre la interdisciplinariedad. París: Centre International de Recherches et Études Transdisciplinaires (CIRET).

_______ (2011). Introducción al pensamiento complejo. Barcelona: Editorial Gedisa.

Serna D., A. (2007). Hacia una caracterización de la interdisciplina. Sobre las formas de articulación de las Ciencias Humanas y Sociales. En Bravo L., F. y otros (Eds.), La cuestión interdisciplinaria. De las cuestiones epistemológicas a los imperativos estratégicos para la investigación social. Bogotá: Universidad Francisco José de Caldas.

Silva, R. (2007). A la sombra de Clio. Medellín: La carreta editores.

Taleb N., N. (2008). El Cisne Negro. El impacto de lo altamente improbable. (Trad. Roc Filella). Barcelona: Paidós.

Wallerstein, I. (2004). Las incertidumbres del saber. Barcelona: Editorial Gedisa.

__________ (2006). Abrir las ciencias sociales. Informe de la Comisión Gulbenkian para la reestructuración de las ciencias sociales. México: Siglo XXI Editores.

Universidad e Interdisciplina

Carlos Augusto Hernández Rodríguez5

cahernandezr@unal.edu.co

Presentación

Deseo agradecer esta invitación y saludar a las directivas, a los profesores, a los estudiantes que muy gentilmente han acudido a esta cita. Voy a referirme a la interdisciplinariedad como yo la comprendo y espero que podamos luego tener un momento para la discusión. Haré una introducción a la idea de la interdisciplinariedad para luego referirme a la idea de Universidad, recogiendo una reflexión de quien fuera mi maestro y director de tesis de doctorado, el profesor Guillermo Hoyos, a quien probablemente ustedes también han escuchado. Esta idea tiene todo que ver con el impulso al diálogo, con la discusión interna de la universidad y con la interdisciplina.

Aclaraciones terminológicas básicas

Iniciaré con algunas aclaraciones terminológicas básicas. Seguramente voy a reiterar cosas sobre las cuales ustedes han trabajado previamente y pido excusas si el planteamiento que voy a hacer resulta muy elemental dado el estado de la discusión en la Universidad. En primer lugar, la interdisciplinariedad exige un diálogo muy intenso entre quienes participan en un equipo. El trabajo conjunto al que contribuyen distintas disciplinas no es siempre interdisciplinario sino que, en ausencia de debate y aprendizaje mutuo, es con mucha frecuencia pluri o multi disciplinario. El trabajo multidisciplinario se parece al del panel de expertos, en donde, a propósito de un problema complejo, cada uno de ellos plantea su punto de vista desde su propia disciplina y a partir del conocimiento pertinente relacionado con el problema que se ha construido en su disciplina. En la perspectiva multi o pluri disciplinaria no necesariamente se construye una síntesis de los saberes involucrados, ni se concibe un trabajo compartido alrededor de un problema en el que cada uno aporta a la solución colectivamente encontrada. No se parte de la idea interdisciplinaria de que todos tienen un mismo problema y todos están comprometidos como equipo con este problema. Se trata más bien de una división del trabajo que se mantiene a lo largo del mismo y se piensa que la solución al problema será la suma de las contribuciones. En la perspectiva multidisciplinaria se reparten las tareas de acuerdo con las competencias o con las formaciones previas de los participantes. En el trabajo multidisciplinario, un organismo de una institución solicita a distintos especialistas que contribuyan con sus aproximaciones, pero será la institución, o la persona más directamente interesada en el problema, quien construya la síntesis.

Este trabajo es distinto al trabajo interdisciplinario que consiste en una construcción colectiva donde los participantes asumen y comprenden tanto el problema como el proceso y el resultado. Aquí es muy importante la idea de construcción colectiva, pues lo que surge del trabajo interdisciplinario no pertenece de manera exclusiva a ninguna de las disciplinas que contribuye en el proceso y de algún modo pertenece a todas. Colectivamente se formula el problema desde una mirada compleja que construye un objeto nuevo que no estaba inscrito en alguna de las disciplinas que interactúan para definir y adelantar el trabajo. En el trabajo interdisciplinario se trata de un aprendizaje mutuo, donde cada uno de los que participan tiene algo que enseñarle a otros y algo que aprender de otros; hay una disposición pedagógica y de aprendizaje fundamental en todos los participantes. El énfasis en el diálogo con el que se inició este Seminario es absolutamente clave para el trabajo interdisciplinario así como la disposición a aprender. Con razón se ha aludido al concepto de humildad, lo que de alguna manera es el reconocimiento de los límites, pero también el reconocimiento de que estamos siempre aprendiendo en la dinámica de construcción de conocimientos nuevos.

En este contexto es esencial la transparencia en la comunicación, la disposición a escuchar, la disposición a ser claro, porque es fundamental hacer conocer a quienes participan en el equipo y provienen de disciplinas distintas el concepto que el especialista está tratando de poner en juego dentro del equipo. Es decir, necesitamos esfuerzos pedagógicos para enseñarnos mutuamente las perspectivas que inicialmente están planteadas en lenguajes disciplinarios disyuntos, en lenguajes disciplinarios separados; por eso es necesario construir un lenguaje común, y la tarea de los equipos interdisciplinarios en un periodo de tiempo es la construcción de ese lenguaje común. Esto puede ser complicado porque requiere cambiar actitudes. Hay que disponerse a aprender y a asumir la pedagogía horizontal. Pero, al mismo tiempo, el trabajo interdisciplinario nos permite descubrir que sabemos más de lo que creemos y ese es un punto muy importante. Las perspectivas se provocan mutuamente y eso hace que descubramos que tenemos cosas que decir sobre problemas que aparentemente no son los nuestros. Los científicos naturales, en un diálogo con científicos sociales, descubren que tienen cosas que decir sobre los problemas de la sociedad en el campo específico de la problemática en la que trabajan interdisciplinariamente y lo mismo ocurre con los científicos sociales en su relación con los científicos naturales. Se trata de una forma de trabajo que aprovecha un conocimiento que no siempre es explícito, que muchas veces es un conocimiento tácito.

Lo realmente fundamental en este punto es la síntesis que es posible establecer: vamos a resolver un problema en equipo, vamos a contestar una pregunta común, y esta contestación, esta resolución, esta propuesta, resulta coherente en sí misma y se construye en una tarea colectiva. Con mucha frecuencia, aparece en el trabajo interdisciplinario la necesidad de construir nuevos conceptos en el encuentro entre diferentes disciplinas.

Insisto en este punto que me parece absolutamente estratégico: en el diálogo interdisciplinario surge algo nuevo. Y aquí es clave eso que se ha caracterizado dentro de la cultura académica como una condición fundamental de esa cultura que es la voluntad de saber, la disposición para aprender, que es aquí más radical que en la pluri-disciplina o la multi-disciplina.

Interdisciplina y transdisciplina

Tenemos además de la interdisciplina, pero emparentada con ella, la transdisciplina. Pero, a propósito de la idea de la transdisciplina, hay aproximaciones distintas. Morin, que ya ha sido citado en este seminario, piensa que lo transdisciplinario alude fundamentalmente a un saber transversal; el saber transdisciplinario es el saber de la teoría de sistemas, es el saber de la informática, es el saber de la estadística en muchas regiones, es decir, es un saber que se pone al servicio de interrogantes que provienen de muy distintas disciplinas.

Pero hay otra aproximación que conocen ya muchos de ustedes6