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Dr. Camilo Cruz

Los genios no nacen...

¡SE HACEN!

Cómo programar tu mente para triunfar y ser feliz

TALLER DEL ÉXITO

Los genios no nacen... ¡SE HACEN!

Copyright © 2011 Camilo Cruz y Taller del Exito Inc.

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Editorial dedicada a la difusión de libros y audiolibros de desarrollo personal, crecimiento personal, liderazgo y motivación.

Primera edición publicada por Taller del Éxito en 2005

ISBN 10 : 1-931059-64-0

ISBN 13: 978-1-93105-964-0

ISBN ebook : 9781607381181

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A mis hijos, Richard Alexander, Mark Anthony y Daniel Sebastián, quienes cada día enriquecen mi vida con su amor y su creatividad sin límites.

A mi esposa Shirley por su infinito amor, comprensión y apoyo durante las largas horas de investigación y trabajo que demandó este libro.

A todo el equipo del Taller de Éxito, quienes con su dedicación y compromiso han contribuido a la realización de esta obra y día a día permiten que su mensaje llegue a cientos de miles de personas alrededor el mundo.

PRÓLOGO

 

Todos poseemos la habilidad para triunfar en cada una de las áreas de nuestra vida. Contamos con la capacidad para lograr nuestras metas y sueños más ambiciosos. Hemos entrado en la que algunos investigadores han llamado la “era psicozoica”, la era de la mente. Lo que logremos hoy será el resultado directo de usar el ilimitado poder que reside en nuestra mente. Nuestras múltiples inteligencias, no sólo nos permitirán vivir una vida de plenitud, sino que nos pueden mostrar el camino para cambiar el mundo.

Este extraordinario libro del doctor Camilo Cruz es un gran paso para entender cómo funciona nuestra mente y cómo podemos crear la realidad que deseamos construir. Los resultados que obtenemos en nuestra vida, positivos o negativos, son la consecuencia de los pensamientos que albergamos en nuestro interior, que se manifiestan en nuestra realidad exterior. Leer este libro es como caminar por una casa oscura, donde cada capítulo nos permite encender una nueva luz.

Cada capítulo es una puerta de acceso a nuevas ideas, estrategias y posibilidades que cambiarán su vida. Logrará un mayor entendimiento de su propio potencial y del mundo que le rodea. Las ideas expuestas en esta obra le ayudarán a aprender cómo tomar control absoluto de su manera de pensar, reprogramar su mente con ideas de éxito y alcanzar así cualquier sueño o meta que se proponga.

Los genios no nacen, ¡se hacen!, es un tratado donde el lector encontrará diversas técnicas y métodos prácticos que le permitirán utilizar el poder ilimitado que ya reside en el interior de su mente subconsciente. Es importante entender que dicho poder se encuentra dentro de cada uno de nosotros y sólo espera ser utilizado para lograr nuestras metas, aumentar nuestros ingresos, mejorar nuestra salud y relaciones personales y avanzar hacia un futuro de plenitud y abundancia.

Durante los pasados 25 años, he escrito más de 30 libros, los cuales han sido traducidos a más de 20 idiomas; he producido más de 300 programas en audio y video en todas las áreas del crecimiento y desarrollo del potencial humano. Después de leer este libro de mi amigo, el doctor Camilo Cruz, puedo aseverar, sin temor a equivocarme, que Los genios no nacen, ¡se hacen!, ha logrado, por primera vez, conjugar muchas de las ideas que hasta ahora habían sido tratadas sólo en un plano teórico, junto con los últimos descubrimientos en el área del estudio del cerebro, para dar forma a un libro profundo pero sencillo de entender, que le permite al lector poner en práctica -de manera inmediata- estrategias para mejorar cualquier área de su vida.

Prepárese para empezar una excitante aventura. Este libro abrirá sus ojos a posibilidades infinitas y a oportunidades que quizá pasaron inadvertidas. Tome notas mientras lee esta obra, de manera que pueda poner esas ideas a trabajar de manera inmediata y disfrute este fascinante viaje de autodescubrimiento.

—BRIAN TRACY

INTRODUCCIÓN

Genio: (1) Fuerza intelectual extraordinaria o facultad capaz de crear cosas nuevas y admirables. (2) Talento, capacidad para hacer algo. (3) Disposición para una cosa. (4) Aptitud superior de quien poses fuerza creadora. (5) Don altísimo de invención y organización. (6) Gran inteligencia.

La genialidad de la que hablan estas definiciones es la que ha permitido a ciertas personas moldear y cambiar la historia de la humanidad con sus ideas, descubrimientos, teorías, inventos y obras. No obstante, con frecuencia olvidamos que la misma mente que nos ha permitido explorar los lugares más distantes del universo, descifrar el código genético, crear las más exquisitas composiciones musicales o concebir las más ingeniosas invenciones, también es la encargada de mostrarnos el camino al éxito y a la felicidad personal.

Como ya lo dijera Aristóteles hace más de 2,300 años: “Todos los seres humanos, a pesar de perseguir metas distintas, buscan y anhelan lo mismo: la felicidad”.

Por esta razón, he querido escribir un libro que nos muestre cómo cultivar y desarrollar las mismas capacidades que creíamos reservadas sólo para los Einstein, Edison y Da Vinci del mundo, y nos ayude a descubrir cómo utilizarlas a favor de nuestro éxito y nuestra felicidad. Porque cuando utilizo las palabras “desarrollar” y “cultivar”, lo hago con la absoluta certeza de que los genios no nacen, se hacen. Una de las pruebas más contundentes de la validez de esta aseveración es la vida de Thomas Alva Edison, cuya fe en sus propias habilidades y ética de trabajo lo convirtieron en uno de los inventores más prolíficos de todos los tiempos.

En cierta ocasión, al preguntársele acerca de sus dotes como inventor y pedírsele que hablara de su obvia genialidad, Edison definió al genio en los siguientes términos: “1% de inspiración y 99% de sudor y trabajo duro”. La disciplina y dedicación que siempre le acompañaron, le mostraron que podía aprender lo que su escasa educación formal no le enseñó e hicieron de él uno de los más grandes genios de la historia. Patentó 1,093 inventos originales y mejoras a otros. El telégrafo, el fonógrafo, la bombilla incandescente, el micrófono, la cámara de cine, el alumbrado eléctrico, la máquina de escribir, el audífono, la batería alcalina y la aplicación práctica del teléfono son algunos de los más notables. Sin embargo, sus intereses e investigaciones abarcaron también la fotografía, el cine, la industria textil y la química.

Su genialidad fue, sobre todo, el resultado de su imaginación, su espíritu de trabajo y su perseverancia. Como ejemplos de esta inagotable persistencia basta recordar que construyó cincuenta prototipos distintos antes de crear el gramófono; o que después de más de diez mil aparentes fracasos durante la invención de la batería alcalina, cuando alguien le preguntó si no le frustraban tantos fracasos, Edison respondió: “¿Fracasos? ¿Cuáles fracasos? Todo lo que he hecho es descubrir diez mil maneras en que la batería no funciona. Pero cada intento me lleva un paso más cerca del éxito”. Esta actitud de no permitir que las caídas lo frustrasen o deprimiesen fue lo que hizo posible que un niño que padeció de sordera progresiva toda su vida y fue expulsado de la escuela antes del tercer grado por considerársele “retrasado e incapaz de prestar atención y aprender”, se convirtiera en una de las personas que más contribuyó al progreso de la civilización.

Esto me lleva a expresar una vez más mi total convicción de que los genios no nacen, se hacen. Así que esta obra pretende servir de guía práctica para dilucidar una de las mayores incógnitas que los seres humanos hemos tratado de entender acerca de nosotros mismos: ¿cómo despertar ese genio que todos llevamos dentro y utilizar el poder de nuestra mente para vivir una vida de plenitud y alcanzar nuestras metas más ambiciosas?

Sobre ningún tema se ha escrito, hablado y especulado tanto, como sobre el secreto para alcanzar la felicidad y el éxito. Al respecto, se han propuesto todo tipo de fórmulas, estrategias y técnicas. Los más grandes pensadores han dejado un vasto legado de escritos acerca del tema y, aunque muchos han centrado su interés en la persona y en las circunstancias que le rodean, pocos han explorado la evidente relación que existe entre nuestra manera de pensar y el nivel de éxito que podemos experimentar.

Durante más de una década, he dedicado gran parte de mi vida a ser un observador del comportamiento humano. Todos estos años me han mostrado que existe una enorme diferencia en la manera de pensar de la persona que logra cosechar grandes éxitos y vivir una vida plena y feliz y aquella que se limita a subsistir, a responder a sus necesidades inmediatas y a vivir lo mejor posible, de acuerdo a las circunstancias que encuentra en su entorno.

Sin embargo, como lo demuestra la vida y obra de Edison, esta diferencia tiene poco que ver con las circunstancias que las personas experimentan en determinado momento; con su legado, herencia familiar, país de origen o formación profesional. La gran diferencia parece centrarse alrededor del sistema de creencias, el diálogo interno y la forma de procesar información. Todos estos procesos, que ocurren en el interior de la mente, son responsables de la autoestima de la persona, de los hábitos que desarrolla, de su actitud y nivel de motivación, de sus expectativas de la vida y de la imagen que crea de sí misma. Y todo esto, a su vez, es responsable del éxito y la felicidad que experimenta a lo largo de su vida.

Edison no creía simplemente que podía triunfar. Esperaba triunfar, estaba seguro de su éxito y se encargó, a partir de su diálogo interno, de crear las imágenes mentales que reafirmaran dicha convicción. Cuando abrió su laboratorio, al que llamó: “Fábrica de inventos de todo tipo”, declaró que cada diez días haría un pequeño invento y cada seis meses uno grande y asombroso. Es indudable que cuando se reta la imaginación de tal manera, terminamos por descubrir el enorme potencial que se encuentra en el interior de nuestra mente.

Platón, el gran filósofo griego, observó que los objetos y las estructuras de nuestro mundo no son mas que el reflejo de nuestras ideas y convicciones. Como consecuencia, todo lo que obtenemos de él es resultado de nuestra manera de pensar. Todo aquello en lo que concentramos nuestro pensamiento termina por convertirse en nuestra realidad. Este es, sin duda, el mayor poder que posee el ser humano y es el tema central que trataremos en este libro.

Esta no es una obra sobre la estructura de la mente, las funciones fisiológicas del cerebro o los complejos planteamientos neurosicológicos que pretenden explicar el comportamiento humano. Aun cuando a cada glándula del cerebro la llamaremos por su nombre y hablaremos de estadísticas que ilustrarán el potencial que reside en la mente humana, lo que verdaderamente persigo es que cada uno de los lectores aprenda ciertos pasos que le permitan cultivar el poder ilimitado que reside en lo más profundo de su mente. Todos los mensajes, estrategias, consejos y técnicas contenidas en estas páginas, te ayudarán a despertar el genio que reside en tu interior.

He seleccionado una metáfora muy especial como punto de partida de este peregrinar por los recónditos parajes de la mente subconsciente. Espero que disfrutes este viaje de autodescubrimiento.

Capítulo uno

El mensaje de los sabios

Aquel que no sabe, y no sabe que no sabe es un idiota. ¡Evítale! Aquel que no sabe, y sabe que no sabe es un ignorante. ¡Enséñale! Aquel que sabe y no sabe que sabe está dormido. ¡Despiértale! Aquel que sabe y sabe que sabe es sabio de verdad. ¡Síguele!

—Proverbio árabe

Existe una leyenda acerca de una época en la historia de la humanidad en que los seres humanos aparentemente abusaron tanto del secreto del éxito y la felicidad que el concilio de sabios que estaba encargado de cuidarlo, decidió tomar el secreto y esconderlo de las personas en un lugar donde nunca pudieran recuperarlo.

El dilema era dónde esconderlo. Uno de los miembros del concilio sugirió enterrarlo en lo más profundo de la tierra, pero el más sabio de todos dijo: “No, nunca funcionaría ya que con el tiempo los seres humanos podrán excavar hasta los rincones más profundos de la tierra, y sin duda, lo encontrarán”.

Otro de los sabios propuso depositarlo en la tenebrosa oscuridad del más profundo de los océanos. Pero el más sabio de todos intervino nuevamente: “No, tampoco allá serviría, ya que finalmente los hombres con seguridad aprenderán cómo llegar a la parte más honda del más profundo de los océanos, y entonces lo hallarán”.

Alguien preguntó si la mejor solución no sería tomar el secreto del éxito y llevarlo a la cumbre de la montaña más alta para esconderlo allí. “¡No, no! -respondió el más sabio de ellos-, eso tampoco daría resultado, ya que un día los humanos aprenderán cómo escalar inclusive la más alta de todas las montañas, lo descubrirán y se adueñarán de él nuevamente”.

Cuando todos coincidieron en que no había lugar seguro en la tierra o en el mar donde pudieran esconder el secreto del éxito sin que las personas, tarde o temprano, lo pudieran encontrar, el más sabio de todos los hombres tomó la palabra y dijo: “He aquí lo que haremos para que los seres humanos nunca puedan volver a encontrar el secreto del éxito y la felicidad. Lo enterraremos muy adentro de su propia mente, pues con seguridad ellos nunca pensarán en buscarlo dentro de sí mismos”.

La historia cuenta que hasta el día de hoy, las personas han viajado por todos los rincones del mundo; han estado excavando, explorando y navegando por los confines más recónditos, en busca de algo que ya está dentro de ellos: el secreto para alcanzar el éxito y la felicidad.

La moraleja de esta historia es muy sencilla: Todos queremos ser felices y tener éxito en la vida, pero buscamos, infructuosamente fuera de nosotros algo que siempre se encontró en nuestro interior: el secreto para vivir una vida plena y feliz. Es triste que en medio de nuestro afán por lograr el éxito y perseguir la felicidad no nos sepamos poseedores de tan gran fortuna.

Entonces, ¿cuál es el mensaje de los sabios? Lo podemos resumir afirmando que: todo lo que necesitamos saber para triunfar y vivir una vida plena y feliz se encuentra en el interior de nuestra mente. Lo único que debemos hacer es preguntar, escuchar y confiar. Sólo así lograremos despertar al genio que se encuentra en nuestro interior.

La respuesta a todas nuestras preguntas, la solución a todos nuestros problemas, el poder para hacer realidad nuestras metas más ambiciosas se encuentra en lo más profundo de nuestra mente. Todo lo que necesitamos hacer es preguntar y escuchar la voz interior de nuestro subconsciente.

MENSAJE # 1:

Todos queremos ser felices y alcanzar el éxito en la vida. Pero buscamos fuera de nosotros, infructuosamente, algo que siempre se encontró en nuestro interior, el secreto para vivir una vida plena y feliz. La respuesta a todas nuestras preguntas, la solución a todos nuestros problemas y el poder para hacer realidad nuestras metas más ambiciosas se encuentra en lo más profundo de nuestra mente. Todo lo que necesitamos hacer es preguntar y escuchar la voz de nuestro subconsciente.

Capítulo dos

Esta increíble máquina llamada cerebro

En lo más profundo de la mente humana habitan ciertos poderes adormecidos que le asombrarían, poderes que el ser humano jamás soñó poseer, fuerzas que revolucionarían su vida si despertaran y entraran en acción.

—Orison Marden

El hecho de que estés leyendo este libro demuestra tu interés por aprender a utilizar mejor el poder que reside en tu mente.

Quizás desees utilizarlo para alcanzar nuevas metas, triunfar en un área específica de tu vida o como base para tener una vida equilibrada. No sé cuál es el punto de partida de tu camino hacia la realización del éxito y la verdad es que no importa mucho qué tan lejos creas estar de hacer realidad tus sueños. No importa si estás empezando de cero, de tres, de cinco o de menos cinco. No sé con qué aptitudes cuentas o qué habilidades necesitas aprender para llegar a donde quieres. Eso sólo lo sabes tú. Lo único que te puedo asegurar es que en este momento tienes a tu disposición la máquina más poderosa que existe en el universo: tu cerebro.

Si de verdad quieres triunfar, es vital que entiendas y aprendas a manejar tu cerebro, esa increíble máquina, cuna de tu mente consciente y subconsciente. Esos 15 centímetros que hay entre oreja y oreja; ese kilo y medio de materia gris que contienen cien billones de neuronas, capaces de almacenar más de diez trillones de bites de información, son o tu mejor aliado o tu peor enemigo en el camino hacia el logro de tus metas.

Tu cerebro, tu mente, es la cuna de un ilimitado potencial de aptitudes que puedes desarrollar. Ahí puedes programar tu misión de vida, los sueños, valores y principios que deseas que gobiernen tu camino. Tienes la opción de llenarla de posibilidades y oportunidades para triunfar o de dudas, miedos irracionales y falsas creencias acerca de ti mismo y de tu verdadero potencial, que no sólo te van a impedir ser feliz sino que seguramente te detendrán para alcanzar tus metas y sabotearán tu éxito. Así que, como ves, hasta donde llegues en el juego de la vida será el resultado de todo lo que depositaste en tu mente. Por esta razón, a lo largo de este libro te pediré que realices ciertos ejercicios y dinámicas orientadas a programar y reprogramar tu mente subconsciente con ideas para el éxito.

MENSAJE # 2

Tu cerebro, tu mente, es la cuna de un potencial ilimitado de aptitudes que puedes desarrollar. Ahí puedes programar tu misión de vida, tus sueños, tus valores y principios personales, o puedes colmarla de dudas, miedos irracionales y falsas creencias acerca de ti mismo. Así que, como ves, hasta donde llegues en el juego de la vida será el resultado de todo lo que depositaste en tu mente.

Todos queremos triunfar. Una gran mayoría de nosotros está dispuesta a cambiar y aprender lo que sea necesario para lograrlo. Muchos comienzan con este proceso de cambio y algunos logran realizar ciertos ajustes, pero son muy pocos quienes desarrollan los nuevos hábitos que les permitan alcanzar el éxito que buscaban cuando tomaron la decisión de cambiar.

¿Por qué crees que esto sucede? ¿Por qué, aunque todos queremos triunfar, muy pocos lo logramos? ¿A qué se debe que comencemos con gran entusiasmo y al poco tiempo nos encontremos en el mismo lugar de partida, a pesar de nuestras mejores intenciones? Muchos simplemente claudican si no logran ver resultados inmediatos. Otros, optan por renunciar a cualquier responsabilidad y se contentan con culpar de sus fracasos a su medio, al destino o a otras personas.

Hay quienes llegan a cuestionar sus habilidades y comienzan a dudar de su propio potencial. Los oyes hacer afirmaciones tales como: “quizá no poseo lo que se necesita”, “tal vez mi mente no funciona como debiera” o “quizá yo no sirvo para eso.”

Hay quienes van más lejos: “tal vez no tuve la fortuna de heredar buenos genes y no hay nada que pueda hacer”, y terminan por aceptar sus limitadas capacidades. Lo peor de todo es que, desafortunadamente, muchas veces otras personas se encargan de reforzar estas limitaciones.

En su libro Despertando el gigante interior, Anthony Robbins menciona una entrevista que le hicieron al actor Sylvester Stallone en la que le preguntaban sobre una frase en particular de la película Rocky. En esta escena el protagonista dice: “Dios no me dio mucho cerebro, entonces tuve que aprender a utilizar mis puños”.

Stallone, quien escribió el guión para la película, decía que eso fue algo que muchas veces oyó de su padre y que por muchos años lo frenó para ver su verdadero potencial. Él cuenta que sólo comenzó a triunfar cuando logró deshacerse de ese prejuicio, de esa creencia limitante y empezó a creer en sí mismo. Y creer en uno mismo no es más que darnos cuenta de nuestro verdadero potencial, reclamarlo, aceptarlo y comenzar a utilizarlo. Eso es precisamente lo que espero que tú hagas al leer este libro.

Tus tres cerebros

Para poder apreciar la complejidad de esta poderosa máquina y saber cómo aprovechar su potencial al máximo es vital tener ciertos conocimientos básicos sobre su funcionamiento. Imagínate que si uniésemos todos los axones de las células de tu cerebro, el resultado sería tres veces la distancia que hay de la tierra a la luna. El número de células cerebrales suma veinte veces la población de la tierra. Existen más conexiones entre las neuronas que forman parte de tu cerebro que las que hay en todos los sistemas telefónicos del mundo juntos. Más sorprendente aún es el hecho de que los estímulos nerviosos, que se transmiten a través de las neuronas, viajan a una velocidad superior a los 400 kilómetros por hora.

Generalmente, cuando hablamos del cerebro nos referimos a este órgano en singular aunque lo cierto es que no se trata de uno sino de tres cerebros. Los neurólogos contemporáneos los conciben como tres computadoras biológicas interconectadas, fusionadas en una sola estructura, cada una con su inteligencia particular.

En la parte más profunda de la estructura cerebral, justo en el extremo superior de la espina dorsal, se encuentra el primero de nuestros tres cerebros: el reptiliano. También se le conoce con los nombres de cerebro primario, primitivo o posterior.

Hace millones de años, el planeta estaba poblado principalmente por reptiles cuyo cerebro era simple y se ocupaba casi exclusivamente del mantenimiento de las funciones básicas de supervivencia. De la misma manera, nuestro cerebro reptiliano se ocupa fundamentalmente de nuestra supervivencia. Sus conductas están programadas en forma primitiva similar a las de los reptiles y sus funciones básicas son el control muscular, cardiaco, respiratorio y del balance.

En lo referente a la supervivencia, el cerebro reptiliano está involucrado en la concepción de la delimitación territorial. Además, es el responsable de nuestra tendencia a mantener una existencia rígida, obsesiva y casi programada. La repetición es típica de esta conducta. Un reptil nunca improvisa o investiga nuevas maneras de llegar de un lugar a otro. Una vez aprendido el camino, morirá realizando una y otra vez el mismo itinerario, sin detenerse nunca a evaluar formas más efectivas de llegar a ese árbol desde esta piedra y sin aprender de las equivocaciones.

Por esto el cerebro reptiliano es totalmente reacio al cambio. Cambiar de lugar de residencia, de hábitos de vida o de actitudes, creando nuevas situaciones, va en contra de su naturaleza. Esto explica la fuerte resistencia a los cambios que experimentan la mayoría de los seres humanos, independientemente de sus ventajas o desventajas.

MENSAJE # 3:

Generalmente cuando hablamos del cerebro nos referimos a este órgano en singular, pero lo cierto es que se ha encontrado que no se trata de uno sino de tres cerebros. Los neurólogos contemporáneos los conciben como tres computadoras biológicas interconectadas, fusionadas en una sola estructura, cada una con su inteligencia particular.

Aproximadamente en el centro del cerebro está nuestro segundo cerebro, conocido como el sistema límbico, paleomamífero o cerebro medio. Este es mucho más joven y avanzado que el anterior y, en el ser humano, se encuentra situado anatómicamente entre el cerebro reptiliano y la corteza cerebral.

Es en esta área del cerebro donde procesamos nuestras emociones y las relaciones con los demás. Es aquí donde se gestan los comportamientos para enfrentar o escapar de situaciones de peligro y donde se originan los procesos que nos llevan a evitar el dolor y buscar el placer. El cerebro medio controla los sistemas hormonales, inmunológicos y sexuales del organismo, y se ha descubierto que también está involucrado en las emociones y la memoria. Una de sus funciones más importantes está ligada con la generación de emociones vinculadas a los comportamientos asociados con la preservación, la reproducción y el cuidado de la especie.

Con la evolución de los mamíferos, toda una serie de nuevas emociones se agregan al repertorio de comportamientos de sus ancestros reptilianos. Aparecen las pasiones, el amor y el odio, de manera que la vida no sólo adquiere calor, sino también un grado de libertad que implica riesgos, sin los cuales la vida carecería de sabor para un verdadero mamífero, a diferencia del comportamiento reptiliano.

El tercer cerebro, con el que la mayor parte de las personas está familiarizada, es el conocido como corteza cerebral o neocórtex. Esta tercera y más reciente fase evolutiva del cerebro provee la capacidad para solucionar problemas, desarrollar la memoria y ser creativos, entre otras funciones. Muestra dos hemisferios bien definidos. Las funciones asociadas con el lenguaje, la lógica y las matemáticas ocurren en el hemisferio izquierdo, mientras que los conceptos artísticos, musicales y creativos se sitúan en el derecho. Estos dos hemisferios están conectados por una compleja red de más de 200 millones de neuronas, lo cual significa que, a pesar de que cada uno se encarga de diferentes funciones, los dos están involucrados en casi todas las actividades mentales.

En los seres humanos la corteza ocupa dos terceras partes del total de la masa cerebral y en ella se integran las capacidades cognoscitivas, ver, escuchar, hablar, pensar y crear. Allí está nuestra capacidad de ser conscientes, de establecer relaciones y de hacer razonamientos complejos. Es ahí donde se toman decisiones, se evalúan las experiencias vividas y se le da cierto orden al mundo.

Esto no quiere decir que la corteza cerebral domine a los otros dos cerebros. El sistema límbico, regulador de las emociones, puede muchas veces dominar todas las funciones mentales superiores, como veremos más adelante. Por ejemplo, algunos investigadores en el campo del aprendizaje acelerado (proceso que busca mejorar nuestra capacidad para aprender, de acuerdo con nuestras preferencias individuales en cuanto a estilo de aprendizaje e inteligencia dominantes, que discutiremos con profundidad en el capítulo cuatro) han descubierto que existe una relación muy cercana entre las emociones y la memoria. Ellos encontraron que la información que viene acompañada de profundas emociones positivas perdura mucho más tiempo en nuestra memoria y se recuerda con mayor facilidad. Esta es sólo una muestra de la interacción que existe entre nuestros tres cerebros.

Los millones de años que tomó la evolución del cerebro -desde el primitivo cerebro reptiliano, pasando por el cerebro emocional de los mamíferos para culminar en el cerebro pensante de los humanos- se recrean en cada embrión durante los nueve meses que este toma para desarrollarse en el interior del vientre materno.

La unidad compuesta por estos tres cerebros constituye el disco duro (hardware) donde se extiende una red neurona!

de casi cien trillones de interconexiones en serie y paralelas, que proporcionan la base física que permite el funcionamiento cerebral. Gracias a estos circuitos formados por las neuronas somos capaces de procesar información sensorial procedente del mundo que nos rodea y de nuestro propio cuerpo. Estos circuitos o “sinapsis,” como también se les conoce, son el origen de las respuestas emocionales, el aprendizaje, la conciencia, la imaginación, la memoria y muchos otros de los procesos mentales que describiremos en los siguientes capítulos.

MENSAJE # 4:

Los millones de años que tomó la evolución del cerebro -desde el primitivo cerebro reptiliano pasando por el cerebro emocional de los mamíferos para culminar en el cerebro pensante de los humanos-, se recrean en cada embrión durante los nueve meses que este toma para desarrollarse en el interior del vientre materno.

Capítulo tres

La anatomía de la mente

El poder para mover el mundo se encuentra dentro de tu mente subconsciente.

—William James

No hay ninguna parte del cerebro que haya sido identificada como la cuna de la mente. A pesar de que, en muchas ocasiones, nos referimos a ella como un objeto, lo cierto es que sería mucho más preciso pensarla como una función o un proceso. En cierto sentido, el término mente se refiere a la acción e interacción de las células, neuronas, sinapsis y procesos electroquímicos que ocurren en nuestro cerebro. En síntesis, la palabra mente describe todas las actividades cognoscitivas del cerebro, el proceso de pensar y procesar la información y los estímulos provenientes del mundo exterior.

Después de muchos años de investigación hemos entendido el papel que juegan ciertas partes del cerebro en los procesos mentales que ocurren en el consciente y el subconsciente de la persona. Sabemos, por ejemplo, que el hipocampo funciona como un sistema de comparación, contrastando continuamente la información que llega del mundo exterior con la que se encuentra almacenada en el disco duro del subconsciente.