El Libro Egipcio De Los Muertos

Primera Versión Poética Según Los Textos Jeroglíficos

 

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Título: El Libro Egipcio de los Muertos

Autor: Anónimo

1ª Traducción: Karl Richard Lepsius (1842)

Título original: Das Todtenbuch der Ägypter

2ª Traducción: Samuel Birch (1867)

3ª Traducción: Édouard Naville (1886)

4ª Traducción: Ernest Wallis Budge (1895).

Título original: The Book of Death

Versión Poética: A. Laurent.

Editorial: AMA Audiolibros

© De esta edición: 2019 AMA Audiolibros.

Audiolibro disponible en tiendas digitales y el canal AMA Audiolibros en YouTube.

Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de la obra, salvo excepción prevista por la ley.

ÍNDICE

 

El Libro Egipcio De Los Muertos

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

PRÓLOGO: APOCALIPSIS DE ASCLEPIO DEL “CORPUS HERMETICUM”

Conjuro 1

Conjuro 2: PARA RESUCITAR TRAS LA MUERTE

Conjuro 3: PARA LLEGAR A LA LUZ DEL DÍA Y PARA VIVIR TRAS LA MUERTE

Conjuro 4: PASO POR SOBRE LA VÍA CELESTE EN EL RE-STAU

Conjuro 5: PARA NO TRABAJAR EN EL MÁS ALLÁ

Conjuro 6: LAS FIGURILLAS MÁGICAS

Conjuro 7: EL PASO POR DETRÁS DEL DETESTABLE APOPI

Conjuro 8: EL PASO A TRAVÉS DEL AMENTI

Conjuro 9: LUEGO DEL PASO POR LA TUMBA

Conjuro 10: UN ENCANTAMIENTO CONTRA LOS ENEMIGOS

Conjuro 11: UN ENCANTAMIENTO CONTRA LOS ENEMIGOS

Conjuro 12: PARA ENTRAR Y SALIR A VOLUNTAD

Conjuro 13: LA ENTRADA AL AMENTI

Conjuro 14: PARA FINALIZAR CON EL SENTIMIENTO DE VERGÜENZA QUE AQUEJA AL CORAZÓN DE LOS DIOSES

Conjuro 15: UN HIMNO A LA GLORIA DE RA

Conjuro 16

Conjuro 17: PARA ENTRAR EN EL MUNDO INFERIOR Y PARA SALIR DE ÉL

Conjuro 18

Conjuro 19: LA CORONA DE LA VICTORIA

Conjuro 20

Conjuro 21: PARA RESTITUIR A UN MUERTO LOS PODERES DE SU BOCA

Conjuro 22: PARA RESTITUIR A UN MUERTO LOS PODERES DE SU BOCA

Conjuro 23: LA APERTURA DE LA BOCA DEL DIFUNTO

Conjuro 24: UN ENCANTAMIENTO PARA EL DIFUNTO

Conjuro 25: PARA RESTITUIR AL DIFUNTO SU MEMORIA

Conjuro 26: PARA RESTITUIR AL DIFUNTO SU CORAZÓN

Conjuro 27: PARA QUE EL CORAZÓN NO LE SEA ARREBATADO AL DIFUNTO

Conjuro 28: PARA QUE EL CORAZÓN NO LE SEA ARREBATADO AL DIFUNTO

Conjuro 29: PARA QUE EL CORAZÓN NO LE SEA ARREBATADO AL DIFUNTO

Conjuro 30: PARA QUE EL CORAZÓN DEL DIFUNTO NO SEA RECHAZADO

Conjuro 31: PARA RECHAZAR A LOS ESPÍRITUS CON CABEZA DE COCODRILO

Conjuro 32 ESTANCAMIENTO PARA RECHAZAR A LOS ESPÍRITUS CON ROSTRO DE COCODRILO

Conjuro 33: PARA RECHAZAR A LOS DEMONIOS-SERPIENTES

Conjuro 34: PARA EVITAR LAS MORDEDURAS DE LOS DEMONIOS-SERPIENTES

Conjuro 35: PARA NO SER DEVORADO POR LOS DEMONIOS-SERPIENTES

Conjuro 36: PARA RECHAZAR A LOS DEMONIOS

Conjuro 37: INVOCACIÓN A ISIS Y NEFTIS

Conjuro 38: PARA VIVIR POR LA RESPIRACIÓN (Papiro Nu)

Conjuro 38: PARA VIVIR POR LA RESPIRACIÓN (Papiro Nebseni)

Conjuro 39: PARA RECHAZAR AL DEMONIO APOPI

Conjuro 40: PARA RECHAZAR AL DEMONIO AM-AAU

Conjuro 41: PARA RECHAZAR LAS MATANZAS

Conjuro 42: PARA RECHAZAR LAS MATANZAS

Conjuro 43: PARA IMPEDIR QUE SEA CORTADA LA CABEZA DEL DIFUNTO

Conjuro 44: PARA NO MORIR POR SEGUNDA VEZ EN EL MÁS ALLÁ

Conjuro 45: PARA IMPEDIR LA DESCOMPOSICIÓN DEL CUERPO EN EL MUNDO INFERIOR

Conjuro 46: PARA REVIVIR EN EL MUNDO INFERIOR

Conjuro 47: PARA QUE SU TRONO NO LE SEA ARREBATADO AL DIFUNTO

Conjuro 48

Conjuro 49

Conjuro 50: PARA NO SUFRIR EL CASTIGO (Papiro Nu)

Conjuro 51

Conjuro 52: UN ENCANTAMIENTO CONTRA LAS BASURAS

Conjuro 53: OTRO ENCANTAMIENTO CONTRA LAS BASURAS

Conjuro 54: PARA RESPIRAR AIRE EN EL MUNDO INFERIOR

Conjuro 55: PARA RESPIRAR AIRE EN EL MUNDO INFERIOR

Conjuro 56: PARA RESPIRAR AIRE EN EL MUNDO INFERIOR

Conjuro 57: PARA OBTENER PODERES SOBRE LAS AGUAS EN EL MÁS ALLÁ

Conjuro 58: OTRO ENCANTAMIENTO PARA TENER PODERES SOBRE LAS AGUAS

Conjuro 59: LOS PODERES SOBRE LA RESPIRACIÓN Y SOBRE LAS AGUAS

Conjuro 60: PARA ABRIR LAS PUERTAS DEL CIELO

Conjuro 61: LOS PODERES SOBRE LAS AGUAS DEL CIELO

Conjuro 62: PARA BEBER AGUA EN EL MUNDO INFERIOR

Conjuro 63: PARA NO SER ESCALDADO BEBIENDO EL AGUA

Conjuro 64: LA SALIDA DEL ALMA HACIA LA LUZ DEL DÍA

Conjuro 65: PARA TENER EN SU PODER A LOS ENEMIGOS

Conjuro 66: LA SALIDA DEL ALMA HACIA LA LUZ DEL DÍA

Conjuro 67: PARA ABRIR LAS PUERTAS HACIA EL MÁS ALLÁ

Conjuro 68: LA SALIDA DEL ALMA HACIA LA LUZ DEL DÍA

Conjuro 69: LA SALIDA DEL ALMA HACIA LA LUZ DEL DÍA

Conjuro 70

Conjuro 71

Conjuro 72: PARA ABRIRSE CAMINO EN EL MUNDO INFERIOR

Conjuro 73

Conjuro 74: PARA SERVIRSE DE LAS PIERNAS

Conjuro 75: PARA DIRIGIRSE HACIA HELIÓPOLIS Y PARA OBTENER ALLÍ UN LUGAR

Conjuro 76: PARA CAMBIAR DE FORMA A VOLUNTAD

Conjuro 77: METAMORFOSIS DEL DIFUNTO EN HALCÓN DE ORO

Conjuro 78: EL HALCÓN DE ORO

Conjuro 79: PARA SER TRANSFORMADO EN PRÍNCIPE DE LOS DIOSES

Conjuro 80: PARA SER TRANSFORMADO EN UN DIOS QUE ILUMINA LAS TINIEBLAS

Conjuro 81: PARA TRANSFORMARSE EN LOTO SAGRADO

Conjuro 82: PARA SER TRANSFORMADO EN DIOS PTAH Y PODER VIVIR EN IUNU

Conjuro 83: PARA SER TRANSFORMADO EN FÉNIX REAL

Conjuro 84: PARA SER TRANSFORMADO EN GARZA REAL

Conjuro 85: PARA SER TRANSFORMADO EN ALMA VIVA

Conjuro 86: PARA SER TRANSFORMADO EN GOLONDRINA

Conjuro 87: PARA SER TRANSFORMADO EN SERPIENTE

Conjuro 88: PARA SER TRANSFORMADO EN DIOS SEBEK

Conjuro 89: PARA UNIR EL ALMA AL CUERPO EN EL MÁS ALLÁ

Conjuro 90: PARA CONSERVAR LA MEMORIA EN EL MÁS ALLÁ

Conjuro 91: PARA QUE EL ALMA NO SEA CAPTURADA EN EL MÁS ALLÁ

Conjuro 92: PARA ABRIR AL ALMA Y A LA SOMBRA ACCESO A LA TIERRA

Conjuro 93: PARA NAVEGAR HACIA EL ESTE EN EL MÁS ALLÁ

Conjuro 94: PARA POSEER UN TINTERO Y UN PINCEL

Conjuro 95: PARA ACERCARSE A THOTH

Conjuros 96 y 97: PARA ACERCARSE A THOTH

Conjuro 98: PARA PODER CONDUCIR UNA BARCA EN EL MÁS ALLÁ

Conjuro 99: PARA CONDUCIR UNA BARCA EN EL MUNDO INFERIOR

Conjuro 100: PARA HACER PERFECTO EL ESPÍRITU SANTIFICADO

Conjuro 101: PARA PROTEGER LA BARCA DE RA

Conjuro 102: PARA SUBIR A LA BARCA DE RA

Conjuro 103: PARA PERMANECER JUNTO A LA DIOSA HATHOR

Conjuro 104: PARA HABITAR ENTRE LOS GRANDES DIOSES

Conjuro 105: PARA HACER OFRENDAS AL DOBLE ETÉRICO

Conjuro 106: PARA RECIBIR OFRENDAS

Conjuro 107

Conjuro 108: PARA CONOCER LAS ALMAS DEL OCCIDENTE

Conjuro 109: PARA CONOCER LAS ALMAS DE OCCIDENTE

Conjuro 110

Conjuro 111

Conjuro 112: PARA CONOCER LOS MISTERIOS DE LA REGIÓN DE BUTO

Conjuro 113: PARA CONOCER LOS MISTERIOS DE NEKHEN

Conjuro 114: PARA CONOCER LOS MISTERIOS DE KHEMENU

Conjuro 115: PARA CONOCERLOS MISTERIOS DE HELIÓPOLIS

Conjuro 116: PARA CONOCER LOS MISTERIOS DE KHEMENU

Conjuro 117: PARA PENETRAR EN EL RE-STAU

Conjuro 118: PARA RECORRER EL RE-STAU

Conjuro 119. PARA RECORRER EL RE-STAU

Conjuro 120 y 121

Conjuro 122: PARA PENETRAR EN EL AMENTI

Conjuro 123: PARA PENETRAR EN EL GRAN TEMPLO

Conjuro 124: PARA EFECTUAR LA METAMORFOSIS EN FÉNIX REAL

Conjuro 125: PALABRAS PARA PRONUNCIAR A LA ENTRADA DEL SANTUARIO DE MAAT

Conjuro 126: HIMNO A LOS CUATRO ESPÍRITUS SUPERIORES

Conjuro 127: HIMNO A LOS DIOSES DEL KERTI

Conjuro 128: HIMNO A LA GLORIA DE OSIRIS

Conjuro 129

Conjuro 130: PARA VOLVER PERFECTOS A LOS ESPÍRITUS SANTIFICADOS

Conjuro 131: PARA PERMANECER AL LADO DE RA

Conjuro 132: PARA VOLVER A LA TIERRA Y VOLVER A VER SU CASA

Conjuro 133: PARA VOLVER PERFECTO EL ESPÍRITU SANTIFICADO DEL DIFUNTO

Conjuro 134: PARA VOLVER PERFECTO EL ESPÍRITU SANTIFICADO DEL DIFUNTO

Conjuro 135: PARA PRONUNCIAR DURANTE LA LUNA NUEVA

Conjuro 136: PARA CIRCULAR EN LA BARCA DE RA

Conjuro 137: MIENTRAS SE ENCIENDE EL FUEGO EN EL MUNDO INFERIOR

Conjuro 138: MIENTRAS EL DIFUNTO ENTRA EN ABYDOS

Conjuro 139

Conjuro 140: PARA RECITAR CUANDO EL OJO DIVINO ESTÁ EN SU PUNTO CULMINANTE

Conjuros 141 y 142

Conjuro 143

Conjuro 144: LA ENTRADA EN LOS ARRITS

Conjuro 145: LOS PILONES DE SEKHT-IANRU

Conjuro 146

Conjuro 147

Conjuro 148: PARA APROVISIONAR AL DIFUNTO MEDIANTE OFRENDAS

Conjuro 149: LOS CATORCE IATS

Conjuro 150

Conjuro 151

Conjuro 152: PARA CONSTRUIR UNA CASA EN LA TIERRA

Conjuro 153: PARA ESCAPAR A OS ESPÍRITUS-PESCADORES

Conjuro 154: PARA QUE EL CUERPO NO PEREZCA

Conjuro 155: PARA FIJAR UN DJED DE ORO

Conjuro 156: PARA FIJAR UN TALISMÁN DE CORNALINA

Conjuro 157: PARA FIJAR EN EL CUELLO DEL DIFUNTO UN TALISMÁN REPRESENTANDO A UN GAVILÁN

Conjuro 158: PARA FIJAR UN COLLAR DE ORO

Conjuro 159: PARA FIJAR UN TALISMAN UADJ DE ESMERALDAS

Conjuro 160: PARA FIJAR UN TALISMÁN UADJ DE ESMERALDAS

Conjuro 161: PARA ABRIRSE UN CAMINO HACIA EL CIELO

Conjuro 162: PARA PRODUCIR UNA SENSACIÓN DE CALOR EN LA CABEZA DEL DIFUNTO

Conjuro 163

Conjuro 164

Conjuro 165: EL ARRIBO A LA ESCALA DEFINITIVA

Conjuro 166: LA ALMOHADA DEL DIFUNTO

Conjuro 167: PARA TRAER EL TALISMÁN DE UDJAT

Conjuro 168: PARA RECIBIR LAS OFRENDAS

Conjuro 169: PARA LEVANTAR EL LECHO FUNERARIO DEL DIFUNTO

Conjuro 170: PARA PREPARAR EL LECHO FUNERARIO

Conjuro 171: PARA FIJAR EL CADÁVER UNA «VESTIDURA DE PUREZA»

Conjuro 172: LOS HIMNOS PARA RECITAR

Conjuro 173 PALABRAS DE HORUS A SU PADRE DIVINO, OSIRIS, EN EL MOMENTO EN QUE ENTRA A SU CASA EN LA MORADA DEL INFERIOR

Conjuro 174: PARA HACER FRANQUEAR LA GRAN PUERTA AL ESPÍRITU SANTIFICADO

Conjuro 175: PARA NO MORIR POR SEGUNDA VEZ

Conjuro 176: PARA NO MORIR POR SEGUNDA VEZ

Conjuro 177: PARA HACER REVIVIR EL ALMA EN EL MUNDO INFERIOR

Conjuro 178: PARA PONER DE PIE EL CADÁVER Y PARA DEVOLVER LA VISTA A LOS OJOS, EL OÍDO A LAS OREJAS

Conjuro 179: PARA IR DEL AYER HACIA EL HOY

Conjuro 180: CÓMO ABRIR A LOS ESPÍRITUS SANTIFICADOS LOS CAMINOS DEL MUNDO INFERIOR

Conjuro 181: PARA PENETRAR ANTE OSIRIS Y SUS JERARQUÍAS

Conjuro 182: PARA HACER ESTABLE A OSIRIS MIENTRAS THOTH RECHAZA A SUS ENEMIGOS

Conjuro 183: HIMNO A OSIRIS

Conjuro 184 y 185

Conjuro 186 y 187

Conjuro 188: PARA CONSTRUIR UNA MORADA EN EL MUNDO INFERIOR Y PARA MOSTRARSE CON LOS RASGOS DE UN SER HUMANO

Conjuro 189

Conjuro 190

 

INTRODUCCIÓN

De todos los pueblos de la antigüedad, ninguno ha manifestado por el misterio de la muerte un interés tan apasionado y exclusivo como el egipcio. El rito mortuorio, en las primeras épocas privilegio de los reyes o altos funcionarios, pronto se trasladó a todas las capas sociales. Todo ser normal ambicionaba poseer las «Palabras de Potencia», las fórmulas para devenir un Dios, para sobrevivir en la tumba. Los parientes del muerto solicitaban a los escribas una selección de conjuros (la más numerosa que poseemos es la del papiro de Turín, de unos ciento sesenta conjuros) que, en forma de rollos, colocaban en su tumba. En la actualidad, poseemos unos 190 fragmentos de dimensiones y valor innegables. Richard Lepsius hizo la primera edición en 1842, con el nombre de «Libro de los Muertos», que si bien inexacta (el nombre correcto es «Salida del alma hacia la Luz del Día») ha perdurado hasta nuestros días.

El cuerpo del volumen consiste en un vasto monólogo del difunto, que dirige tanto a sí mismo como a los Dioses y entidades del más allá. Como en todos los textos de origen oriental, la repetición es una de las claves para la transmisión oral de las ideas. La actitud del recitante, el difunto es, en general, la de un visionario. Las visiones suceden a las visiones, y una cierta incoherencia no está jamás ausente. De las preocupaciones prosaicas (bienes, comida, bebida) se pasa a sublimes elucubraciones sobre la eternidad y el absoluto. Algunos pasajes son dramáticos, otros patéticos, pero todos imbuidos de una profunda religiosidad. En general, todo depende de la sangre fría del espíritu, si no ha sido puro sobre la tierra, puede sin embargo invocar las «palabras de potencia», llamar a los Dioses por su nombre, penetrar los misterios del más allá…

El antiguo Egipto estaba fascinado por el misterio de la muerte. El universo todo es un gran sarcófago, inmenso, cósmico. En el centro se encuentra Osiris, muerto y momificado, derrotado por las fuerzas del mal. Sólo los otros Dioses actúan, vengan a Osiris, pero son arrastrados por los peligros y a veces mueren. Las Diosas viven sollozando y lamentándose. Una atmósfera lúgubre, funeral se extiende sobre toda la vida egipcia. Las fuerzas del mal triunfan. Por cierto, Isis y Neftis, Hathor y Neith protegen al mundo, pero Isis, la Diosa principal, está viuda y por ende todo iniciado, todo egipcio, está desprotegido, abandonado… Osiris está muerto, pero Osiris vive. Es el señor del Amenti, rey del mundo inferior, juez supremo de los muertos. Existe, pero es un fantasma, un fantasma menos real que los muertos mismos y en esto consiste el carácter específico, único, del «Libro de los muertos», en esta conciliación singular y suprema de un Osiris a la vez presente y ausente. Es un Dios símbolo, sus roles caen sobre los otros Dioses: Ra, Tum, Horus… La falta de Osiris transforma a la existencia terrestre en irreal, en un crepúsculo para la vida póstuma, la única auténtica. La tragedia de Osiris baña a todo Egipto de una angustia indecible y, como resultado, tenemos una actitud espiritual única en todos los anales del espíritu humano.

Toda la atención del hombre está sujeta a su vida futura, y son precisamente estos conjuros los que indican el camino a seguir. Todo es caótico allí, el triunfo al lado del terror, de la barca del Ra a las tinieblas del Duat, de los campos de los bienaventurados a la constelación del Anca. Cronológicamente el desarrollo de la odisea tras la muerte es el siguiente:

El alma franquea el «Portal de la muerte», emerge en el «más allá» y es deslumbrada por la «plena luz del día». Después de haber recobrado la conciencia, el alma es irresistiblemente atraída hacia el cuerpo que acaba de abandonar, va y viene. Pero las entidades se encargan de guiarla, arrastrándola lejos del sarcófago. Así deberá atravesar una «región de tinieblas». Desesperación, lamentos y gritos llenan las tinieblas. El camino está obstruido.

La etapa siguiente será constituida por la llegada del difunto ante Osiris, el «Dios-Bueno», el «Dios-del-Corazón-Detenido», el rey del mundo inferior. Su morada es el Amenti (País occidental), el resto del mundo inferior es el Duat, región sombría y desolada, que contiene el lago de fuego, los campos de fuego (el infierno propiamente dicho) y los demonios. Una vez delante de Osiris, el difunto glorifica al «Dios-del-Corazón-Detenido» con los brazos elevados en adoración frente al Dios inmóvil, a cuyo lado se encuentran Isis y Neftis, el difunto pronuncia las fórmulas sagradas… A partir de ese momento la unión mística está hecha, el difunto y Osiris son un solo ser.

En la etapa siguiente, comparece ante el tribunal de justicia presidido, nominalmente por Osiris, también está presente Maat, la Diosa de la justicia, pero no toma parte en el debate. El difunto recita la célebre «Confesión negativa». Anubis pesa el corazón del difunto. Si no resiste esta prueba, deberá resistir en el reino de Duat, en caso contrario se transformará en un espíritu santificado, Iakhu. A partir de ese momento una nueva vida comienza para él. Es libre de todos sus actos, de una libertad absoluta. Puede recorrer a su voluntad el cielo, la tierra y el mundo inferior, reconfortar a los condenados, visitar los campos de la paz y los campos de los bienaventurados (el Paraíso), tanto como la barca de Ra o navegar con Khepra por el océano celeste. El mismo se ha transformado en un Dios… Está orgulloso, constata que es joven, vigoroso, que desborda vitalidad, en tanto que la mayor parte de los Dioses que lo rodean muestran signos de decrepitud. Es por eso que no cesa de proclamarse «El heredero de los Dioses». Así se identifica, entonces, con esos Dioses, unido a Osiris por su muerte, se transforma en Tum, Ptah, y Thoth… Los Dioses saludan a su sucesor. En general, estos Dioses son también personificaciones más profundas. La Diosa Maat, además de presidir la justicia, es también la noción del orden divino, de orden en el caos; la Diosa Hathor, madre del mundo, representada con una vaca sagrada, es en sí la naturaleza elemental; en tanto que el Dios Khepra preside el devenir universal… Los principales diez Dioses antiguos mencionados en el libro son: Nu (Nun), el Océano cósmico primordial donde reposan los gérmenes de los mundos por venir; Shu y Tefiiut (el aire y la humedad); Keb (Geb), Dios de la tierra; Nut (Diosa del cielo); Tum (Atum), el único, el solitario, el Dios del sol nocturno. Ra ocupa, entre otras cosas, el lugar de Zeus en la teología griega, y luego, Ptah, Amón y Khnum, Dioses demiurgos.

La traducción de este volumen fue efectuada revisando las traducciones anteriores y comparándolas con el texto jeroglífico de Wallis Budge. Este texto no tiene ningún tipo de puntuación, tan sólo la grave majestuosidad de las aguas del Nilo. Es quizás una idea arbitraria otorgarle un ordenamiento poético, pero no menos cierto es que una versión literal sería imposible, casi diría absurda. La dificultad esencial de la traducción no reside en la literalidad del texto, sino en la comprensión de los sentidos. Los egipcios pretendían que el libro estaba inspirado por el propio Thoth, y es este Dios quien habla por la boca del difunto, quien revela la voluntad de los Dioses. Así que, inspirado en Thoth, entrego esta versión, que sin sacrificar escrúpulos de orden gramatical, revela por primera vez el gran valor poético del texto.

PRÓLOGO:
APOCALIPSIS DE ASCLEPIO
DEL “CORPUS HERMETICUM”

«…¿Ignoras, Oh Asclepios, que Egipto es la imagen del cielo, o mejor dicho, que es la proyección aquí todo el orden de las cosas celestes? A decir verdad, nuestra tierra es el centro del mundo. Sin embargo, como los sabios deben prevenir todo, hay una cosa que debéis saber. Vendrá un tiempo en el que parecerá que los Egipcios han observado en vano el culto a los Dioses con tanta piedad y que todas sus santas invocaciones han sido estériles y desatendidas. La divinidad se retirará de la tierra y subirá al cielo, abandonando Egipto, su antigua morada, y dejándolo huérfano de religión, privado de la presencia de los Dioses. El país y la tierra, se llenarán de extranjeros y no solamente se descuidarán las cosas santas, sino lo que es aún más duro, la religión. La piedad y el culto a los Dioses serán proscritos y castigados por las leyes. Entonces esta tierra, santificada con tantas capillas y templos, quedará cubierta de tumbas y muertos. ¡Oh Egipto, Egipto! no quedarán de sus religiones más que vagos relatos en los que la posteridad ya no creerá, y palabras grabadas en piedra que cuenten tu piedad.»

HERMES TRISMEGISTO

Conjuro 1

En los conjuros que aquí comienzan, se narra la salida del alma hacia la plena luz del día, su resurrección en el espíritu, su entrada y sus viajes en las regiones del más allá. Son estas las palabras que deben pronunciarse el día de la sepultura, cuando el alma, separada del cuerpo, ingresa en el mundo del más allá.

¡Salve, Oh Osiris, toro del Amenti!

 

¡He aquí que Thoth, príncipe de la eternidad, habla por mi boca!

 

Ciertamente, ¡soy el gran Dios que acompaña a la barca celeste en su navegación!

 

Vengo ahora para luchar junto a ti, ¡Oh Osiris!

 

Porque soy una de esas antiguas divinidades que hacen triunfar a Osiris frente a sus enemigos en la pesada de las palabras.

 

¡Oh Osiris!

Estoy ahora en lo que te rodea, como los otros Dioses, nacidos de la Diosa Nut.

 

Ellos destruyen a tus enemigos y aprisionan a los demonios, pues yo integro tu séquito.

 

¡Oh Osiris!

En tu nombre, yo salgo al combate.

 

Soy Thoth, que hace triunfar a Osiris frente a sus enemigos, cuando son pesadas las palabras en el gran santuario de Heliópolis.

 

Ciertamente, soy Djedi, hijo de Djedi;

Nut, mi madre, me gestó y trajo al mundo en la ciudad de Djedu.

 

Yo soy de los que gimen y lloran por Osiris en las tierras de Rekht y logran que Osiris triunfe sobre sus enemigos.

 

Ra ha enviado a Thoth para que Osiris triunfe sobre sus enemigos;

he aquí que Thoth me hace triunfar, a mí, sobre sus enemigos.

 

Yo estoy junto a Horus el día en que la momia real de Osiris es vestida y hago brotar los manantiales del agua para purificar «El-ser-divino-del-corazón-detenido».

 

He aquí que deslizo el cerrojo de la puerta que se abre ante los misterios del mundo inferior.

 

¡Abrid la vía a mi alma hacia la morada de Osiris!

 

¡Que pueda acceder a ella con seguridad!

 

¡Que salga de ella en paz!

 

¡Que no sea repelida a la entrada e impulsada a retroceder!

 

¡Que le permitan entrar y salir a su voluntad y que la palabra de la potencia sea triunfadora!

 

¡Que sus mandatos sean cumplidos en la morada de Osiris!

 

¡Oh, espíritus divinos, observad!

 

Mi alma marcha a vuestro lado, ella os habla.

 

Está también purificada como vosotros, pues la balanza del juicio se ha declarado a su favor.

 

¡Que el veredicto de los jueces que me concierne no circule en boca de multitudes!

 

¡Que sea reconocida como justa y pura mi forma de obrar en la tierra!

 

¡Que pueda estar erguido, jubiloso, ante Osiris y que pueda aparecer delante de ti, Oh príncipe de los Dioses!

 

¡He aquí que arribo a la región de la Verdad-Justicia y que soy coronado como divinidad viviente!

 

¡Que emane la luz, Oh Dioses, como uno de vosotros!

 

¡Que pueda pisar con mis pies el sol sagrado de Her-Ahau y contemplar en su pareja travesía por el cielo a la barca sagrada de Seket!

 

¡Que no sea rechazado ni impedido de contemplar vuestros rostros, Oh Dioses del mundo inferior!

 

¡Que colocado al mismo nivel de los otros Dioses, pueda respirar el agradable olor de los alimentos, cuando el sacerdote invoque a los Dioses ante mi ataúd!

 

Estoy en la ciudad de Sekhem junto a Horus, cuando éste arranque a los enemigos el brazo izquierdo de Osiris.

 

Entro y paso, ileso, entre las divinidades resplandecientes el día en que son aniquilados los demonios de Sekhem.

 

Acompaño a Horus a las fiestas de Osiris.

 

En el templo de Heliópolis hago ofrendas el sexto día de la fiesta de Denit.

 

Ahora, soy sacerdote en Djedu, a cargo de las libaciones y éste es el día en que la tierra está en culminación.

 

Y he aquí que en mi presencia se realizan los misterios de Re-Stau…

 

En Djedu, pronuncio las fórmulas consagradas a Osiris, pues, sacerdote de difuntos, me ocupo de ellos.

 

Soy, igualmente, el gran amo de la sabiduría mágica, cuando se coloca sobre los trineos el barco del Dios Sokari.

 

Cuando en las ceremonias en Herakleópolis, hay que perforar la tierra, recibo una azada.

 

¡Oh, espíritus divinos, que hacéis ingresar a las Almas perfectas en la sagrada morada de Osiris!

 

¡Dejadme marchar a vuestro lado, a mí, alma perfecta!

 

¡Dejadme penetrar en el santuario de Osiris!

 

¡Que escuche como vosotros escucháis, que vea como vosotros veis, quede de pie o sentado, como vosotros, a mi voluntad!

 

¡Oh vosotros que ofrendáis a las almas perfectas en la mansión sagrada de Osiris, entregad dones consagrados para que mi alma viva!

 

¡Oh vosotros espíritus divinos, que libráis de obstáculos la vía, y delante de las ofrendas que me son destinadas!

 

¡Que pueda aproximarme al barco Neshem sin que mi alma ni su amo sean rechazados!

 

¡Salve, Oh Osiris, señor de Amenti!

 

¡Déjame penetrar en paz en tu reino!

 

¡Que los señores de la tierra santa me reciban con gritos de alegría!

 

¡Que me otorguen un lugar junto a ellos!

 

¡Que encuentre a Isis y Neftis en el momento propicio!

 

¡Que el Ser-Bueno me reciba con favor!

 

¡Que acompañe a Horus al mundo del Re-Stau y a Osiris a Djedu!

 

¡Que pueda pasar por todas las metamorfosis posibles y por todas las regiones del más allá, de acuerdo con los placeres de mi corazón!

RÚBRICA

Si durante su vida en la tierra el muerto ha aprendido este conjuro y lo ha hecho escribir en las paredes de su sarcófago, podrá salir o entrar en su mansión a voluntad, sin encontrar a nadie que pueda oponérsele. También estarán a disposición suya pan, cerveza y carne, el altar de Ra. Vivirá en los campos Sekht-Iarú y compartirá con él las cosechas de trigo y cebada; y allá lejos será fuerte y venturoso como lo fue en la Tierra…

Conjuro 2
PARA RESUCITAR TRAS LA MUERTE

¡Oh tú, Dios del disco lunar, que resplandeces en las soledades nocturnas!

 

¡Yo también estoy junto a ti, entre los moradores del cielo que te circundan!

 

Yo, Osiris, muerto, accedo a mi voluntad ora en la región de los muertos, ora en la de los vivos en la tierra, a cualquier lugar donde me guíe el deseo.

Conjuro 3
PARA LLEGAR A LA LUZ DEL DÍA Y PARA VIVIR TRAS LA MUERTE

¡Salve, Oh Tum!

 

¡Tú que te elevas sobre las profundidades de los abismos cósmicos!

 

¡Enorme es, ciertamente, tu fulgor!

 

¡Ante mí apareces en forma de un León con dos cabezas!

 

¡Permíteme aprender tu palabra de potencia!

 

¡Da tu fuerza a los que de pie, ante mí, te escuchan!

 

¡Aquí estoy y me uno a los innumerables Dioses que te circundan, Oh, Ra!

 

¡He dado cumplimiento a los mandatos que en la tarde has dado a tus servidores, Oh, Ra!

 

En verdad, como Ra, tras la muerte vivo, día tras día, y como renace todos los días de la víspera, así yo renazco de la muerte.

 

Todos los Dioses del cielo se regocijan viéndome vivir, así como se regocijan viendo vivir a Ptah, cuando se exhibe en todo su esplendor en el gran templo de Heliópolis.

Conjuro 4
PASO POR SOBRE LA VÍA CELESTE EN EL RE-STAU

¡He aquí que cruzo los abismos de las aguas celestes que están entre los dos combatientes y que arribo a los campos de Osiris!

 

¡Que pueda disfrutar de ellos a voluntad!

Conjuro 5
PARA NO TRABAJAR EN EL MÁS ALLÁ

Vengo de Hermópolis para erguir el brazo de aquellos que están incapacitados y abatidos.

 

Soy el espíritu vivo de los Dioses.

 

Fui instruido en el saber de los espíritus servidores de Thoth.

Conjuro 6
LAS FIGURILLAS MÁGICAS

¡Oh tú, figurilla mágica, óyeme!

 

Si he sido convocado, si he sido sentenciado a realizar tareas de toda índole, las que obligan a ejecutar a los espíritus de los muertos del más allá.

 

Pues entonces, ¡Oh Figurilla mágica, ahora que posees instrumentos, debes obedecer al hombre en su requerimiento!

 

Debes saber que tú serás la condenada en mi lugar, por los vigilantes de Duat a cultivar campos, a colmar de agua los canales, a transportar arena del este al oeste…

 

La Figurilla contesta: —Aquí estoy, espero tus órdenes…

Conjuro 7
EL PASO POR DETRÁS DEL DETESTABLE APOPI

¡Oh tú, funesta criatura de cera, que vives para destruir a débiles y desamparados!

 

¡Aprende que no soy débil!

 

¡Que no soy un alma exhausta y desanimada!

 

¡Que tus brebajes no podrán penetrar en mis miembros!

 

Porque el cuerpo de Tum ¡es mi propio cuerpo!

 

Y de no agonizar tú mismo, ¡tampoco los sufrimientos de la agonía podrán llegar a mis miembros!

 

¡Porque soy el Tum en el medio del océano celeste!

 

Y verdaderamente, ¡todos los Dioses me favorecen eternamente!

 

Mi nombre es un misterio.

 

Mi morada es sagrada para siempre.

 

Ya no afrontaré más a los jueces del infierno, pues desde ahora acompaño al propio Tum.

 

¡Soy impotente! ¡Soy impotente!

Conjuro 8
EL PASO A TRAVÉS DEL AMENTI

Yo penetro en los misterios de Hermópolis, pues el mismo Thoth ha puesto un sello sobre mi cabeza, y el ojo de Horus que he liberado me ampara, omnipotente.

 

Él reluce sobre la frente de Ra, padre de los Dioses.

 

Ciertamente, yo soy Osiris y permanezco en el Amenti.

 

Osiris, que conoce la hora fasta ¡No vivirá sin que yo viva!

 

¡Pues yo soy Ra, entre los otros espíritus divinos, y no pereceré en toda la eternidad!

 

¡Arriba pues, tú, Horus resucitado!

 

¡Los Dioses mismos te consagraron Dios!

Conjuro 9
LUEGO DEL PASO POR LA TUMBA

¡Oh tú gran alma, potente y llena de vigor!

 

¡Heme aquí!

 

¡Llego!

 

¡Te admiro!

 

He pasado las puertas del más allá para admirar a Osiris, ¡mi padre divino!

 

Ahora esfumo las tinieblas que te rodean, pues te amo, Osiris, y vengo a admirar tu rostro.

 

Yo he perforado el corazón de Seth.

 

He realizado los ritos fúnebres por Osiris, padre mío.

 

Yo despejo los senderos en el cielo y en la tierra, pues soy Osiris, tu hijo, que te ama…

 

He vuelto aquí, con espíritu puro y santificado.

 

Estoy fortificado por palabras de potencia…

 

¡Dioses del gran cielo!

 

¡Espíritus Divinos!

 

Todos vosotros

 

¡Contempladme!

 

Verdaderamente, habiendo concluido mi viaje llego aquí ante vosotros.

Conjuro 10
UN ENCANTAMIENTO CONTRA LOS ENEMIGOS

He violado la entrada del cielo.

 

Derribo ahora las puertas del horizonte.

 

Voy por la tierra toda entera.

 

Espíritus superiores están bajo mis órdenes, pues mis poderes mágicos son incontables.

 

Mi boca y mis mandíbulas tienen gran fuerza.

 

Ciertamente, para toda la eternidad, soy el señor del Duat, pero los medios de mi ascensión no os serán desvelados…

Conjuro 11
UN ENCANTAMIENTO CONTRA LOS ENEMIGOS

¡Oh tú, espíritu, que devoras tu propio brazo, aléjate de mi senda!

 

¡Pues yo soy Ra que se eleva en el cielo frente a sus enemigos!

 

Ya no podrán huir de mí, este Dios poderoso los ha dejado entre mis manos.

 

Mi brazo está restaurado como el del amo de la corona.

 

A medida que las Diosas-Serpientes se elevan, yo aligero mis pasos…

 

¡Ya no seré entregado a mis enemigos!

 

Pues colocados en mis manos ya no podrán huir de mí.

 

Estoy de pie como Horus, estoy sentado igual que Ptah.

 

Soy tan fuerte como Thoth, soy imbatible como Tum.

 

Mis piernas me llevan en su correr.

 

De mi boca se oyen palabras de potencia.

 

He aquí que busco por todo el cielo a mis enemigos, que me serán entregados y no podrán ya huir de mí.

Conjuro 12
PARA ENTRAR Y SALIR A VOLUNTAD

Bendito sea tu nombre, ¡Oh Ra, guardián de las puertas misteriosas de las que sale un camino hacia Keb y la Balanza que contiene la Verdad y la Justicia!

 

¡Observa!

 

¡Yo trazo mi camino a través de la Tierra!

 

¡Dios quiera que pueda, como un niño, renacer a la vida!

Conjuro 13
LA ENTRADA AL AMENTI

Entro al cielo como un halcón.

 

Exploro las regiones del cielo como un fénix.

 

Los Dioses idolatran a Ra y él libera los caminos.

 

Y ya penetro en paz en la bella Amenti.

 

Estoy aquí, al lado del estanque sagrado de Horus, tengo cautivos a sus perros.

 

¡Liberada sea la senda para mí!

 

¡Que penetre en ella y puede idolatrar a Osiris, señor de la vida eterna!

RÚBRICA

Declamar este conjuro sobre un brazalete de flores Ahkham, puesto en la oreja derecha del muerto; declamar del mismo modo, sobre otro brazalete, liado con un paño de tinte púrpura, en el que se inscribirá el nombre del difunto en el día de sus funerales.

Conjuro 14
PARA FINALIZAR CON EL SENTIMIENTO DE VERGÜENZA QUE AQUEJA AL CORAZÓN DE LOS DIOSES

¡Oh Dioses, reguladores de los ritmos sagrados, vosotros que dirigís el desarrollo de los misterios!

 

¡Que vuestros nombres sean glorificados!

 

Oíd mis palabras: «Ciertamente, los Dioses se avergüenzan y confunden cuando descubren mis maldades; pero con los golpes que hará caer sobre mis pecados el Dios de la verdad y de la justicia ¡Mis culpas y defectos se esfumarán!»

 

¡Oh, Dios de la verdad y de la justicia, aniquila el mal que habita en mí!

 

¡Borra mi maldad y mis crímenes, expulsa de mi corazón todo el mal que podría alejarme de ti, para que la paz sea entre nosotros!

 

Y tú, ¡Oh señor de las ofrendas, te traigo aquí lo que te dará vida, con el fin de que yo también pueda tenerla!

 

Y el sentimiento vergonzosamente que anida en tu corazón, por mi causa…

 

¡Destrúyelo para toda la eternidad!

Conjuro 15
UN HIMNO A LA GLORIA DE RA

¡Salve, Oh, Ra!

 

Como Tum te elevas sobre el horizonte y como Horus-Khuti culminas en el cielo.

 

Tu belleza alegra mis ojos y tus rayos dan luz a mi cuerpo en la tierra.

 

La paz se expande por los vastos cielos, cuando navegas en tu barca celeste.

 

He aquí que el viento impulsa las velas y regocija tu corazón.

 

Cruzas al cielo con ligera marcha.

 

Son abatidos tus enemigos y la paz te rodea.

 

Los genios planetarios recorren sus órbitas cantando tu gloria.

 

Cuando detrás de las montañas del oeste, bajas en el horizonte, los genios de las estrellas fijas te adoran hincándose ante ti…

 

Al alba y por la tarde, es grande tu hermosura.

 

¡Oh tú, señor de la vida y del orden de los mundos!

 

¡Gloria a ti, Oh Ra, cuando te elevas en el horizonte, y cuando como Tum, por la tarde te acuestas!

 

¡Pues ciertamente, tus rayos son bellos cuando desde la cumbre de la bóveda celeste te dejas ver en todo tu esplendor es allí donde vive Nut que te trajo al Mundo…!

 

He aquí que eres coronado rey de los Dioses.

 

Nut, tu madre, Diosa del océano celeste, se prosterna, adorándote a ti.

 

El orden y equilibrio de los mundos, de ti fluyen.

 

Cuando partes, desde la mañana hasta la tarde, al llegar, culminas por el cielo a grandes pasos.

 

Tu corazón se regocija y el lago celeste queda en paz…

 

¡Abatido en el Demonio sus miembros y vértebras son cercenadas!

 

Favorables vientos impulsan tu barca hacia el Puerto.

 

Eres adorado por las cuatro regiones del espacio.

 

¡Oh tú divina sustancia de la que fluyen todos los seres y las formas!

 

He aquí que has emitido una palabra, y callada, la tierra te escucha…

 

Tú, única Divinidad, reinabas ya en el cielo, cuando no era aún la tierra con sus montañas…

 

¡Tú, el señor!

 

¡Tú, el rápido!

 

¡Tú, el único!

 

¡Tú, el creador de lo existente!

 

Tú has modelado la lengua de las jerarquía divinas.

 

Tú has quitado los seres del primer océano y los has salvado en una Isla del lago de Horus…

 

¡Que pueda yo respirar el aire cerca de tu nariz y el viento del norte que envía Nut, tu madre!

 

¡Oh, Ra, dígnate a consagrar mi espíritu!

 

¡Oh, Osiris, reintegra a mi alma su naturaleza divina!

 

¡Gracias a ti, Oh señor de los Dioses!

 

¡Sea alabado tu nombre!

 

¡Oh artífice de obras admirables, esclarece con tus rayos mi cuerpo que descansa en la tierra por toda la eternidad…!

Conjuro 16

Sólo contiene una viñeta.

Conjuro 17
PARA ENTRAR EN EL MUNDO INFERIOR Y PARA SALIR DE ÉL

Comienzan aquí los himnos de adoración que deben pronunciarse cuando el difunto, fuera ya del cuerpo, entre en el glorioso mundo inferior y en la bella Amenti; o sea, cuando asomando a la plena luz del día, puede expresarse a voluntad en todas las formas de la existencia. Entonces, alojado en una sala, podrá jugar a las damas o quizá realizará, por su cualidad de alma viviente, extensos viajes. Y dirá:

Yo soy el Dios Tum, solitario de los amplios espacios del cielo.

 

Soy el Dios Ra elevándose al alba de los tiempos antiguos, similar al Dios Nu.

 

Soy la gran divinidad que procrea a sí misma.

 

Los poderes misteriosos de mis nombres crean las jerarquías celestes.

 

Los Dioses no se oponen a mi progresión, pues yo soy el ayer y conozco el mañana.

 

El cruel combate que libran los Dioses, unos contra otros, es de acuerdo a mis voluntades.

 

Sé el nombre misterioso de la gran divinidad que está en el cielo.

 

Soy el gran fénix de Heliópolis.

 

Soy el que guarda el libro del destino, donde se escribe todo lo que fue y todo lo que será.

 

Soy el Dios Amsu en el momento en que se hace presente y las dos plumas de la Diosa Maat engalanan mi cabeza.

 

He aquí que arribo a mi patria de origen y aguardo el lugar de mi morada definitiva.

 

El mal que habitaba en mí ha sido extirpado con sus raíces.

 

Mis defectos y mis vicios han sido barridos.

 

Yo recorro las sendas del más allá, ciertamente, me son conocidas...

 

Mi marcha sigue la dirección de la ordenación de los mundos.

 

Ahora, arribo al país del horizonte, cruzo el portal sagrado…

 

¡Oh Dioses!

 

¡Vosotros que os dirigís a mi encuentro, extended vuestros brazos hacia mí!

 

Pues conseguí ser un Dios, ¡vuestro igual!

 

Cuando el Ojo divino, en la batalla de Horus con Seth estaba por extinguirse, yo restituí su vigor y ordené los circuitos celestes luego de un gran desmoronamiento de los mundos…

 

Ayer vi nacer a Ra, cuando emergía de las profundidades del cielo.

 

¡Entonces su fuerza es mi fuerza!

 

Pues, realmente, soy un espíritu poderoso entre los que circundan a Horus…

 

¡Oh guardianes del orden de los mundos, salve!

 

Vosotros, jerarquías divinas que circundáis a Osiris, que destruís el espíritu del mal y vosotros, servidores de la Diosa Hotep-Sekhus permitidme alcanzaros.

 

¡Destruid el mal que se aferra a mi alma, como purificasteis a los siete espíritus obedientes a su señor, Sepa!

 

He aquí a Anubis que ordena sitios para ellos durante este gran día cuyo nombre es: «¡Por aquí, ven!»

 

Yo soy aquel cuya alma mora en la doble deidad Djafi.

 

Yo soy ese gran gato divino que cortó el árbol sagrado de Heliópolis en la noche de la destrucción de los demonios, esos enemigos de Neberdjer.

 

¡Oh Ra!

 

Tú que resides en el huevo cósmico.

 

Que resplandeces como oro puro en tu disco solar.

 

Que asciendes por sobre el horizonte y navegas por un cielo de bronce.

 

¡Tú, inigualable, único entre los Dioses!

 

El cielo sostenido por los pilares del Dios Shu, tú lo recorres en toda su extensión.

 

Un hálito de fuego emerge de tu boca y tus gloriosos espíritus alumbran las dos tierras…

 

¡Oh Ra, presérvame de ese demonio, que tiene su faz oculta tras un velo!

 

Los brazos de la balanza son tus dos cejas, cuando en la noche fatal mis pecados antes de ser destruidos serán computados.