Este libro tiene dos partes claramente diferenciadas. En la primera parte expongo «Algunas claves para construir hoy un hogar cristiano». Estos capítulos pueden ayudar directamente a las parejas cristianas, pero pueden también servir para organizar en las parroquias o en los diferentes movimientos matrimoniales jornadas para padres de familia. También pueden ser utilizados como base de formación en los cursillos prematrimoniales.
En el primer capítulo, que lleva por título «El amor de la pareja, experiencia del amor de Dios», abordo un tema ignorado casi siempre en la educación de las parejas cristianas. Siguiendo de cerca el libro bíblico del Cantar de los Cantares, me detengo antes que nada a exponer el amor erótico como regalo sorprendente y don gozoso del Creador a los enamorados. Lo hago para descubrir luego en el fondo de ese amor una experiencia privilegiada que puede conducir a la pareja hacia el Misterio de Dios y hacia la experiencia de su amor insondable. Considero después la fragilidad y los límites de ese amor erótico, que, para ser vivo y creativo, está pidiendo desde su misma entraña ser impregnado por un amor nuevo que, sin anularlo, lo despliegue y ensanche aún más. Por último, subrayo la actualidad del Cantar de los Cantares y la importancia de su mensaje para nuestros días.
En el segundo capítulo expongo, como dice su título, la «Originalidad del matrimonio cristiano». Antes que nada, señalo brevemente los cambios más importantes que se han producido en la visión teológica del matrimonio cristiano en estos últimos años a partir del Vaticano II. Considero luego la realidad humana de todo matrimonio: convivencia sexual, comunión de amor, realidad social, comunidad abierta a la fecundidad. Solo después abordo detenidamente la originalidad del matrimonio vivido como sacramento cristiano: proyecto de vida matrimonial; sacramento del amor de Dios; estado sacramental. Termino indicando algunas dimensiones del matrimonio: liberación de la soledad; mutua complementación; disfrute de la dimensión sexual; comunidad de amor creciente; comunidad de mutua comprensión y perdón; culminación del matrimonio como fuente vida.
En el tercer capítulo trato de «Cómo vivir la fe en la familia actual». Después de una breve aproximación a la realidad compleja de las familias en la sociedad actual, expongo algunas dificultades para vivir hoy la fe –falta de comunicación; desacuerdo generacional; dificultad para educar en la fe–, para afirmar, sin embargo, que ningún grupo humano puede competir con la familia para educar en la fe, pues puede ofrecer como nadie «valores cristianos y experiencia religiosa más afecto y cercanía». Señalo luego algunas condiciones básicas para vivir la fe en la familia: amor real entre los padres; afecto hacia sus hijos; clima de comunicación; coherencia ante los hijos; pasar de una fe individualista a una fe compartida. Abordo a continuación directamente la oración en familia: la oración de la pareja; ambiente apropiado; cómo enseñar a orar; cómo orar en familia; la celebración del domingo... Señalo, por fin, algunas pautas para educar en la fe: no descuidar la propia responsabilidad de padres; atención a la imagen de Dios que transmiten con su conducta; el carácter decisivo del ejemplo; no caer nunca en el autoritarismo.
El objetivo del capítulo cuarto es ayudar a las parejas a abrir las puertas de casa para «Acoger a Jesús en el hogar». Comienzo por exponer que abrir las puertas de nuestra casa a Jesús es aprender a vivir «reunidos en el nombre de Jesús» y «seguir a Jesús» con verdad y fidelidad desde la familia. Abordo luego un tema de gran relevancia: cómo entender y vivir la familia como comunidad fraterna de Jesús. Para ello, hemos de romper el modelo de familia patriarcal; vivir en familia como un espacio sin dominación masculina; cuidar la igualdad y dignidad de la mujer en nuestros días; los pequeños como centro de atención y cuidado. Por último, señalo algunos pasos para ir caminando hacia una familia comprometida en el proyecto humanizador del Padre: acoger el reino de Dios desde la familia; de una familia instalada a una familia abierta y comprometida; hacia una experiencia nueva del amor fraterno hacia fuera de la familia.
En el capítulo quinto, titulado «El amor cotidiano en la pareja», recojo algunos pensamientos de carácter práctico extraídos de la Exhortación La alegría del amor, del papa Francisco en su capítulo cuarto. Francisco ofrece algunas consideraciones que pueden ayudar a las parejas a vivir día a día su amor en el seno de la familia. Así, va tratando de la paciencia; la actitud de servicio; el amor no tiene envidia; el amor no hace alarde ni es arrogante; el amor es amable; el amor no busca su propio interés; el amor no se irrita; el amor no lleva cuentas del mal; el amor no se alegra de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; el amor lo disculpa todo; el amor confía en el otro; el amor todo lo espera; el amor lo soporta todo.
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La segunda parte del libro es muy diferente y lleva como título «Compartir el Evangelio de Jesús en pareja», pues en ella propongo a las parejas cristianas, y, más en concreto, a los padres que desean construir un hogar más humano y más cristiano, hacer juntos un recorrido para conocer mejor a Jesús y dejar entrar en la familia la fuerza liberadora y transformadora del Evangelio. Os explico de dónde proviene esta idea.
Lo he repetido muchas veces estos años. En estos tiempos en que en la sociedad moderna se está produciendo un cambio sociocultural sin precedentes, en la Iglesia necesitamos una conversión también sin precedentes. Necesitamos sencillamente volver a Jesús para reavivar la fe rutinaria y gastada que vivimos con frecuencia en nuestras parroquias y comunidades cristianas, y para anunciar y contagiar de manera renovada la fuerza de su Evangelio.
Por eso, el año 2014, con la publicación del libro Grupos de Jesús y la apertura de la página web del mismo nombre, empecé a promover los «Grupos de Jesús». El objetivo principal de estos grupos es vivir juntos un proceso de conversión individual y grupal a Jesucristo, ahondando de manera sencilla en lo esencial del Evangelio. Esto es lo primero y decisivo: hacer juntos un recorrido que nos lleve a conocer mejor a Jesús y, sobre todo, a arraigar nuestra vida de seguidores de Jesús con más verdad y más fidelidad en su persona, su mensaje y su proyecto de hacer un mundo más humano: lo que Jesús llamaba el «reino de Dios». Desde estos Grupos de Jesús queremos responder a la llamada del papa Francisco, que nos invita a vivir, en estos tiempos difíciles para la fe, una «nueva etapa evangelizadora, animada por la alegría de Jesús» (La alegría del Evangelio 1).
Para promover estos grupos he recorrido durante estos años muchas diócesis de España y, al finalizar mi exposición sobre el proceso que se vive en ellos, el clima que se crea y lo que sienten los participantes, casi siempre me han hecho esta pregunta: «¿No hay algo semejante para ayudar a los padres a alimentar un clima más cristiano en los hogares?». Enseguida tomé nota de su petición, pues comprendí que estos padres y madres tenían razón. En unos tiempos en que está descendiendo el número de personas que acuden a la parroquia a celebrar su fe y escuchar el Evangelio, tal vez lo más urgente y decisivo sea recuperar la fe y el clima cristiano en nuestros hogares.
Al iniciar la segunda parte de este libro indico brevemente todo lo necesario para ahondar en doce temas. En cada uno de ellos propongo reflexionar sobre un texto evangélico y ofrezco diferentes ayudas para descubrir juntos el mensaje de Jesús, y también sugerencias para estimular vuestra reflexión, concretar vuestro compromiso y hacer oración en pareja. Sé que el encuentro con Jesús puede reavivar vuestro amor de pareja, enriquecer vuestra relación con los hijos y crear un clima más entrañable y cristiano en vuestro hogar.
PRIMERA PARTE