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“El conflicto interpersonal promueve la infelicidad al provocar caos e inseguridad. Robert Jones conduce cuidadosamente por el estrecho camino que lleva a la paz y despierta el gozo. Su presentación es sensata, amplia, equilibrada, bíblica y llena de gracia. Todo consejero necesita saber estas cosas. Cualquier persona que l uche en medio de conflictos y que esté dispuesta a tomarse el tiempo va a beneficiarse–y todos luchamos en estos asuntos. ¡Prohibido leerlo rápidamente! En busca de la paz necesita ser absorbido lentamente y sería maravilloso para un estudio de doce semanas”.

David Powlison, profesor de la facultad, Christian Counseling and Educational Foundation; editor principal, Journal of Biblical Counseling [La revista de consejería bíblica]

“El conflicto viene en muchas formas y tamaños, por lo que necesitamos una variedad de perspectivas y puntos de vista sobre cómo responder a él de una manera fiel a la Biblia. Estoy encantado de que Robert Jones haya aportado sus muchos años de experiencia pastoral y de consejería para tratar este tema–proporcionando una nueva perspectiva sobre cómo abordar el conflicto y acercarnos a las personas distanciadas de una manera llena de gracia y centrada en el evangelio”.

Ken Sande, presidente, Peacemaker Ministries; autor, Pacificadores

“En días en los que la sociedad parece ver la cultura, la política y la religión a través de un parámetro pre-establecido de ‘nosotros y ellos’, Robert Jones nos ha proporcionado un camino sano, bíblico y pragmático para experimentar la paz que por causa de Dios la mayoría de nosotros deseamos. Si bien el libro puede encontrarse en el plan de estudios de muchas clases de consejería cristiana, es igualmente adecuado para la escuela de teología práctica. Lleno de referencias bíblicas y conectado a la aplicación práctica, En busca de la paz será útil específicamente para quienes lidian con situaciones de conflicto en cualquier ámbito de la vida, y en general para todos los que deseen obtener una comprensión más clara de cómo interactuar con los demás en formas que agraden a Dios. Con perspectivas asombrosas y gran claridad, el Dr. Jones examina y luego explica los conflictos normales y cotidianos, y cómo deben ser manejados a fin de que pueda experimentarse una resolución completa. Este libro es realmente una contribución útil para la cultura de nuestros días”.

Thom S. Rainer, presidente y director general, LifeWay Christian Resources

Robert Jones ha escrito un libro verdaderamente útil y sólido: En busca de la paz. Aunque desearía que no fuera necesario en la iglesia hoy en día, el hecho es que el mensaje y los consejos de este libro son tremendamente necesarios incluso entre los creyentes. Insto a todos los líderes de Dios en la familia de la fe no solo a leer este volumen, sino también a discutirlo como una guía sobre qué hacer la próxima vez que se perturbe la paz de la iglesia de Cristo. Tal lectura y discusión ahorrarán mucho sufrimiento y algunos dolores de cabeza futuros, así como la posible pérdida del gozo del Señor”.

Walter C. Kaiser Jr., presidente emérito, Gordon-Conwell Theological Seminary

“Los conflictos en las relaciones son inevitables. Sin embargo, estos no tienen que ser destructivos. En busca de la paz es una guía fiel y bíblica que nos muestra cómo podemos crecer y madurar espiritualmente, y encontrar gracia y paz al recorrer el camino. Este valioso recurso será de gran beneficio para el cuerpo de Cristo”.

Daniel L. Akin, presidente, Southeastern Baptist Theological Seminary

“Los seres humanos pecaminosos viven en un mundo roto y caído lleno de oportunidades no deseadas para el conflicto doloroso y destructivo. Las ideas prácticas y bíblicas del Dr. Jones proporcionan una excelente guía para navegar las realidades del conflicto en formas efectivas y que honran a Dios. Este libro es para todos los que luchamos con el inevitable conflicto que afecta tan profundamente nuestras vidas y relaciones. En busca de la paz promueve la fe, la esperanza y el amor en Aquel que es el Príncipe de Paz. Una lectura requerida para todos los creyentes”.

Judy Dabler, especialista en reconciliación y fundadora, Live at Peace Ministries; coautora, Peacemaking Women: Biblical Hope for Resolving Conflict [Mujeres hacedoras de paz: esperanza bíblica para la resolución de conflictos]

“Robert Jones nos da una enorme visión del conflicto desde la perspectiva de Dios junto con un mapa práctico y realista para la restauración de nuestras relaciones. El panorama general nos hace volver al evangelio una y otra vez para obtener nueva gracia y sabiduría, y la guía práctica proporciona una aplicación clara a la vida diaria. Este libro me ha ayudado personalmente y será un recurso valioso para mí como pastor mientras aconsejo a otros que están atravesando conflictos con cónyuges, familiares y amigos”.

Mike Wilkerson, pastor, Mars Hill Church, Seattle, Washington

“No necesitas leer este libro si nunca experimentas conflictos o si no conoces a nadie que lo haga. Sin embargo, si el conflicto es parte de tu experiencia –como lo es para el resto de nosotros– debes leer este libro. Las palabras del Dr. Jones están ancladas en las palabras de las Escrituras, llenas de la gracia de Cristo y de sabiduría práctica. Este libro servirá como una guía confiable para cualquier persona interesada en buscar la paz en las relaciones”.

Heath Lambert, profesor asistente de consejería bíblica, The Southern Baptist Theological Seminary; autor, The Biblical Counseling Movement after Adams [El movimiento de consejería bíblica después de Adams]

En busca de la paz es una excelente guía para ayudar a las personas a resolver el conflicto bíblicamente y es muy necesario en nuestro mundo de conflicto inevitable”.

Oletha Barnett, directora de resolución de conflictos, Oak Cliff Bible Fellowship, Dallas, Texas; abogada

Publicado por:

Publicaciones Faro de Gracia

P.O. Box 1043

Graham, NC 27253

www.farodegracia.org

ISBN 978-1-629461-50-2

Pursuing Peace: A Christian Guide to Handling Our Conflicts

Copyright© 2012 by Robert D. Jones

Published by Crossway a publishing ministry of Good News Publishers Wheaton, Illinois 60187, U.S.A.

This edition published by arrangement with Crossway.

All rights reserved.

©2019 Publicaciones Faro de Gracia.

Traducción al español realizada por Ana Lopez; edición de texto Paula Bautista diseño de la portada y las páginas por Francisco Hernández. Todos los Derechos Reservados.

Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación de datos o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio—electrónico, mecánico, fotocopiado, grabación o cualquier otro—excepto por breves citas en revistas impresas, sin permiso previo del editor.

©Las citas bíblicas son tomadas de la Versión Reina-Valera ©1960, Sociedades Bíblicas en América Latina. © renovada 1988, Sociedades Bíblicas Unidas, a menos que sea notado como otra versión.

Utilizado con permiso.

Impreso en los EEUU, 2019

A mi esposa, Lauren,y a mis hijos adultos, Tim y Dan

“¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!” (Salmo 133:1)

Estoy agradecido con nuestro Señor y con cada uno de ustedes, mi hermana en Cristo y mis dos hermanos en Cristo, por los muchos años de paz y placer que hemos tenido en Hurricane y Raleigh, la bendición “buena y deliciosa”que hemos disfrutado juntos como regalos de la gracia de Dios para la familia Jones.

Contenido

Prefacio

Agradecimientos

1. Encontrando esperanza en el Dios de paz

2. El conflicto desde el punto de vista de Dios

3. Manteniendo a Dios central

4. Llegando al corazón de nuestros conflictos

5. Reconocer nuestros pecados ante dios nuestro Salvador

6. Cuando pedir perdón hace la diferencia

7. Cultivando actitudes de gracia

8. Perdonar o no perdonar

9. Luchando contra la amargura con gracia

10. Redimiendo el arte de la reprensión y otorgar perdón

11. Reconciliación en acción

12. Cuando nada funciona

Apéndice A — Perdón en dos niveles

Apéndice B — Creo en el perdón de los pecados

PREFACIO

¿Por qué me apasiona buscar la paz relacional? Porque las relaciones se marchitan sin ella.

En 2004, mi esposa Lauren, nuestros dos hijos y yo nos mudamos a Raleigh, Carolina del Norte, donde enseño en el Southeastern Baptist Theological Seminary en Wake Forest. Después de haber vivido en apartamentos y luego en una casa de la iglesia durante diecinueve años, compramos nuestra primera casa. Luego de ver veintitrés opciones en dos días, nos decidimos por nuestra mejor opción: espaciosa para nuestro cuarteto familiar, con un precio modesto y localizada en un callejón sin salida. Y para rematar, estaba situada en una propiedad de tamaño ideal para mí, 0,08 hectáreas (sí, la coma decimal es correcta; pensé que podía arreglármelas para cortar el pasto de un jardín de ese tamaño, o pagarle a un adolescente cuando mis hijos se fueran de la casa).

En lo que no nos fijamos fue en la condición de ese pequeño terreno. Era un desastre lleno de maleza, un campo no de sueños sino de montones de mala hierba. Uno de mis hijos cuenta que una noche en que regresaba cerca de las 2:00 a.m. descubrió, cuando su automóvil se acercaba a la casa, que nuestro pequeño patio era un sitio de reunión para los venados locales a altas horas de la noche. (Hemos contemplado colgar un letrero que diga “Buffet de Hierbas” y cobrarles a nuestros queridos amigos venados una tarifa de 9,95 USD por todo lo que puedan comer).

¿Qué hicimos? Añadimos un camión lleno de tierra con abono, la sembramos y luego hicimos todas las cosas que los expertos recomiendan en intervalos adecuados: fertilizar, esparcir cal, airear, resembrar, etc. Pero antes de volver a sembrar, nos advirtieron, teníamos que completar otro paso vital. Sembrar semillas de pasto encima de las malezas produciría poco pasto; teníamos que quitar la maleza del terreno.

Los conflictos relacionales son como esa maleza. Anhelamos desarrollar relaciones caracterizadas por confianza, alegría, buena disposición y honestidad, pero a medida que las buscamos encontramos pedazos de conflictos sin resolver por debajo. Pocas enfermedades plagan nuestras vidas más que el conflicto relacional. Ya sea en nuestros hogares, nuestros lugares de trabajo, nuestras escuelas o incluso en nuestras iglesias, las tensiones continúan y las disputas brotan rápidamente. Los conflictos suceden en todas las relaciones: esposo y esposa, padre e hijo, hermano y hermana, supervisor y empleado, miembro de la iglesia y miembro de la iglesia–la lista continúa. Cuando era un joven estudiante de consejería, una vez le pregunté a un mentor de doctorado si era inusual tener más conflictos con mi esposa que con otras personas. Él me aseguró que mi experiencia era bastante común. Los conflictos pueden marcar y estropear muchas de nuestras relaciones, incluso las más queridas.

Entonces, ¿qué debemos hacer? Tu decisión de tomar este libro en tus manos me dice tres cosas sobre ti. Primero, estás experimentando conflictos en tu vida (o alguien por quien te preocupas está experimentando conflictos). En segundo lugar, eres lo suficientemente honesto para admitirlo. Tercero, eres lo suficientemente humilde o estás lo suficientemente desesperado como para buscar ayuda.

Este libro tiene dos objetivos simples: ofrecerte un proceso paso a paso para buscar la paz en todas tus relaciones y darte una herramienta que puedas utilizar para ayudar a otros. Deseo proporcionarte un camino claro por el cual tú, tus amigos y familiares puedan caminar con confianza y esperanza. Es un camino bíblico, que se basa en la autoridad absoluta, la suficiencia y el poder vivificante de la Palabra inspirada por el Espíritu de Dios. Es un camino centrado en Cristo, uno que depende de la gracia de perdón y capacitación de Jesús, nuestro Redentor, y uno que imita la vida de Jesús, nuestro ejemplo. Es un camino práctico, que proporciona pasos de acción concretos, ejemplos de casos y lenguaje sugerido para manejar situaciones específicas. Y es un camino comprobado, uno que Dios me ha permitido seguir en mi vida (aunque imperfectamente), y uno en el que he tenido el privilegio de guiar a cientos de individuos, parejas, iglesias y escuelas cristianas durante casi treinta años como pastor, profesor, consejero bíblico certificado, conciliador cristiano certificado, intervencionista e instructor de conflicto en iglesias.

Mi propio interés en alcanzar la paz de una manera bíblica comenzó a mediados de la década de 1980 cuando me gradué de Trinity Evangelical Divinity School y, a los veintiséis años, me convertí en el pastor de una pequeña iglesia en Hurricane, West Virginia. La iglesia había sufrido una división severa, y la congregación a la que me uní fue la del remanente lastimado. Las repercusiones de ese conflicto eran reales, y yo sabía muy poco sobre cómo manejarlas. Con el tiempo me volví cada vez más deseoso por saber cómo pastorear mejor a mi gente, así que comencé a asistir a la semana anual de capacitación en consejería bíblica que la Christian Counseling and Educational Foundation (CCEF) brinda cada junio en un suburbio al norte de Filadelfia. Como lo atestiguarían mi esposa y mi iglesia, ese entrenamiento cambió radicalmente mi vida y mi ministerio.

Un verano, el conferencista principal invitado fue Ken Sande, presidente de Peacemaker Ministries, quien presentó una de las primeras versiones de los materiales de su seminario Peacemaker. Siendo un joven pastor, me sentí atraído tanto por el contenido sabio y bíblico de Ken como por su manera de enseñar encantadora y amable. Su enseñanza esa semana despertó un interés especial que Dios ha avivado durante más de dos décadas. Junto con mi capacitación continua en consejería bíblica a través de CCEF, the National Association of Nouthetic Counselors y el Westminster Theological Seminary (doctorado en ministerio), comencé a asistir a las conferencias anuales de Peacemaker Ministries. Pronto ingresé a su programa de capacitación para conciliadores y fui invitado a servir en sus equipos de intervención de la iglesia. Continúo sirviendo de manera conjunta con Peacemaker Ministries en varios roles.

Este libro se basa en un modelo simple de tres pasos con un recordatorio de cuatro palabras para memorizar: Paso 1-Agrada a Dios; Paso 2-Arrepiéntete y Paso 3-Ama. En otras palabras, enfocarme en Dios, luego en mí (y en mi parte en el conflicto) y luego en la otra persona. Comenzamos con dos capítulos de introducción. En el capítulo 1 contemplamos al “Dios de Paz” y rastreamos Su obra de pacificación a través del libro de Romanos. Allí lo encontramos como el Dios que hace las paces con nosotros a través de la cruz de Jesús, derrama Su paz interior sobre nosotros y en nosotros, nos garantiza la paz mundial futura, y nos llama y nos capacita para buscar la paz relacional con todos. El capítulo 2 resume una forma bíblica de considerar los conflictos desde el punto de vista de Dios. Los conflictos son inevitables y pecaminosos, pero también proveen oportunidades excelentes para nuestro crecimiento espiritual y el de los demás. Con el capítulo 3, empezamos a andar por el camino de tres pasos para alcanzar la paz, comenzando con un compromiso, en respuesta a la gracia salvadora de Dios, para que nuestra meta de vida sea complacerle a Él y que esa sea nuestra búsqueda consciente en medio del conflicto. En los capítulos 4-6, desglosamos el Paso 2. Abordamos lo que significa humildemente identificar, arrepentirnos de y confesar nuestros pecados —tanto nuestros pecados de corazón como nuestros pecados de conducta— delante de Dios y delante de los demás.

Con el capítulo 7, pasamos al Paso 3 —qué significa amar a la otra persona— el cual abarca el resto del libro. El capítulo 7 resume las actitudes clave –actitudes de gracia en las relaciones– que necesitamos demostrar hacia la otra persona. Los capítulos 8-9 exploran el perdón, comenzando con el perdón de Dios hacia nosotros y luego nuestro perdón para los demás, tanto en el nivel de actitud (incondicional) como en el nivel de perdón efectuado (basado en el arrepentimiento). Prestamos atención especial al problema de la amargura. En el capítulo 10 abordamos la práctica amorosa pero a menudo descuidada de la reprensión, respondiendo a media docena de preguntas sobre cuándo, cómo, por qué y qué pasaría si. Los últimos dos capítulos se enfocan en los pasos finales y continuos, dependiendo de las respuestas de la otra persona a nuestros esfuerzos previos. El capítulo 11 se centra en cómo fortalecer una relación reconciliada, incluidos los principios de comunicación y la toma de decisiones conjuntas cuando tú y la otra persona tienen opiniones diferentes sobre un asunto importante. El capítulo 12 brinda consejos sobre cómo relacionarse –cómo ministrar con la gracia de Dios– a alguien que se endurece y no quiere la reconciliación.

AGRADECIMIENTOS

Se necesita una comunidad para escribir un libro. Detrás de este libro se encuentra un equipo de personas influyentes. Estoy agradecido con el Señor por usar a innumerables personas para entrenarme, desafiarme y alentarme en mi propia búsqueda de la paz, en mi trabajo de conciliar y entrenar a otros, y para escribir este libro.

Hoy pienso en mis iglesias pasadas y presentes. Antes de llegar al Southeastern Baptist Theological Seminary ministré durante diecinueve años como el pastor principal de Grace Fellowship Church, en Hurricane, West Virginia. Los líderes me proporcionaron generosamente el tiempo y los fondos necesarios para llevar a cabo un entrenamiento completo sobre cómo establecer la paz. Pacientemente soportaron mis primeros intentos de enseñar las verdades incluidas en este libro y de entrenar a nuestros miembros. Y me permitieron servir en y liderar los equipos de intervención de la iglesia. Después de esto, cuando me mudé a Raleigh para enseñar en Southeastern, el Señor nos guio a mi familia y a mí a otra iglesia de primer nivel, Open Door Baptist, donde tengo el privilegio de servir como anciano y dirigir nuestros ministerios de consejería y conciliación.

Peacemaker Ministries brindó la mayor parte de mi entrenamiento bíblico para establecer la paz a través de sus conferencias anuales, sus libros y su programa práctico de certificación a nivel profesional y sus seminarios avanzados. Casi todos los capítulos de este libro reflejan las ideas de Ken Sande y mi “red” de amigos y mentores. Gracias, Ken, Gary Friesen, Dave Edling, Rick Friesen, Annette Friesen, Jerry Wall, Paul Cornwell, Corlette Sande, Glenn Waddell, Lynn Pace, Ted Kober, Tara Barthel, Alfred Poirier, Kris Hart y otros que han mostrado cómo construir la paz, me han enseñado y me han animado, y me han invitado a servir con ellos de varias maneras. De hecho, si ustedes y CCEF se casaran algún día, no sabría de qué lado del pasillo sentarme en la boda. Su influencia se extiende mucho más allá de Billings, Montana.

Doy gracias a Dios por los cientos de personas, parejas y familias que me han invitado en sus luchas contra los conflictos y me han permitido aplicar el evangelio de nuestro Redentor-Pacificador. A esa lista podría agregar dos docenas de iglesias, escuelas cristianas y denominaciones que me han permitido impartir seminarios de pacificación a sus congregaciones y al personal o proveer intervenciones para el conflicto en la iglesia y una mediación a nivel de los líderes.

También estoy agradecido por mis estudiantes. Durante siete años he enseñado este material sobre la resolución de conflictos en clases de maestría y doctorado como profesor de tiempo completo en Southeastern y como profesor visitante en otras escuelas para hombres y mujeres que se capacitan para el ministerio. Sus ideas me iluminan, sus preguntas me conmueven, y su entusiasmo por la paz centrada en Cristo me impulsa.

Dios también me bendijo a mí y a mis colegas de Patterson Hall en Southeastern con un par de secretarias talentosas, Billie Goodenough y Carrie Pickelsimer. Gracias, señoritas, por leer cada capítulo, ofrecer comentarios perspicaces y ayudarme a cumplir con mis deberes en el campus aún en medio de mis fechas límite para escribir.

Me siento honrado de asociarme con Crossway para este proyecto, después de haber apreciado durante muchos años el énfasis Cristo-céntrico que poseen sus publicaciones. Estoy especialmente agradecido con Al Fisher por darme esta oportunidad, a Jill Carter por su orientación administrativa y a Thom Notaro por su edición meticulosa. Nada hace más humilde a un escritor que recibir su manuscrito original y encontrar cada página llena de anotaciones con mejoras sugeridas. Gracias, Thom, por hacer este libro mucho mejor que lo que merezco. (Excepto por su juego de palabras de “lo siento” al comienzo del capítulo 6 y los infinitivos separados que amablemente permitió, cualquier otra falla de escritura es mía).

Estoy especialmente agradecido por mi esposa, Lauren, y los veintinueve años de matrimonio que nuestro Señor nos ha dado. Gracias, Querida, por mostrarme cómo buscar la paz y por crear un hogar pacífico. Incluso durante nuestros choques matrimoniales ocasionales, hemos aprendido mucho acerca de Jesús, de nosotros mismos y el uno del otro, y no cambiaría por nada ni un día de la alegría, la paz y el placer que hemos experimentado juntos en Jesucristo.

Sobre todo, pienso hoy en mi Salvador Dios –Padre, Hijo y Espíritu Santo– quien me ha traído la plenitud de Su paz multidimensional que resume el capítulo 1. Damos paso ahora a esa descripción del panorama general.