© ediciones / metales pesados

© Luc Delannoy


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ISBN: 978-956-8415-76-1


Imagen de portada: Polígrafo I. Impresión digital sobre tela, 120*190 cm., 2011. Mario Soro · www.mariosoro.cl · sitio de youtube: diagramasoro


Corrección de estilo: Edison Pérez

Diagramación: Alejandra Norambuena

Diseño de portada: Alejandra Norambuena


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Santiago de Chile, marzo 2015


Impreso por Salesianos Impresores S.A.

Introducción

Es tan difícil encontrar el principio.

O, mejor dicho: es difícil iniciar al principio.

Y no intentar ir más allá.


Ludwig Wittgenstein. On Certainty. Núm. 471


Neuroartes nace de dos preguntas: ¿Cómo un individuo con parálisis cerebral profunda percibe la música? ¿Que vive su cerebro y su cuerpo al escuchar música? Formulé estas preguntas en mi niñez. Tocaba el piano (¿o jugaba con el piano?) en nuestra casa en Bruselas. A una corta distancia, acostado en un sofá con cojines de terciopelo ocre, un amigo con parálisis cerebral agitaba su cabeza; percibía su mano izquierda acurrucada en el interior de su muñeca moverse lentamente. Ambos teníamos diez años y nuestras sesiones musicales se habían vuelto una costumbre desde hacía varios meses. Era imposible saber si escuchábamos la música de la misma manera, o mejor dicho si musicalizábamos las frecuencias para llegar a tener un resultado similar. Estas preguntas de niño tomaron relevancia años después cuando estudiaba filosofía y particularmente cuando me preguntaba, ¿cómo percibimos? Cuando estamos en presencia de obras de arte, una pintura por ejemplo o cuando estamos en una sala de concierto, ¿es la percepción idéntica para cada ser humano? ¿Primero sentimos y luego percibimos?

Arte, percepción, salud mental, fueron los temas que me ocuparon durante años, en mis estudios, en mis investigaciones, en mis conversaciones con amigos, músicos, artistas, médicos, filósofos, (neuro)científicos. Quería pensar la percepción humana, buscar vías para relacionar el arte y la salud mental en beneficio del bienestar individual y colectivo. A la fecha las preguntas siguen vivas. Con el paso de los años y como resultado natural de mis conversaciones, tejí una red transdisciplinaria de profesionales en cuatro continentes; compartimos reflexiones con el propósito de actuar localmente tomando en cuenta nuestras diferencias y similitudes culturales. Esta red internacional de filósofos, artistas, médicos, psicólogos, biólogos y neurocientíficos contribuye al marco teórico-práctico de nuestras propuestas. El Instituto de Neuroartes nació como una extensión de esta red; invita a un diálogo entre filosofía, psicología, medicina, arte y ciencia empírica, con el propósito de poner en práctica nuestras reflexiones y propuestas.

Una década atrás, en México, se impartió el primer curso de Neuroartes; desde entonces las actividades se han extendido a Argentina, Bélgica, Chile, Colombia, Cuba, España, Estados Unidos, Perú. Desde el inicio de nuestras actividades académicas hemos considerado fundamental unir la teoría a la práctica; o sea, integrar en la sociedad el proceso de la investigación y sus resultados aún provisionales –lo que implica reivindicar los espacios sociales para lograrlo–. Así, en paralelo a nuestras actividades teóricas proponemos intervenciones en diferentes comunidades. Neuroartes es un servicio a la comunidad, ponemos el pensamiento en acción.

* * *

Las conversaciones sostenidas con Gerald Edelman, Premio Nobel de Medicina 1972, con Edmond Wright, Profesor Emérito de la Universidad de Cambridge en Inglaterra y con Jean-Pierre Changeux, Profesor en el Colegio de Francia, en París, fueron determinantes para el desarrollo de las propuestas teóricas de Neuroartes. Agradezco profundamente a Edelman por compartir sus investigaciones sobre los correlatos neuronales de la conciencia, a Wright por sus propuestas filosóficas sobre la percepción y a Changeux por sus reflexiones vanguardistas sobre la neuroestética. Neuroartes se nutre también de una larga tradición filosófica iniciada hace más de 2.500 años en Occidente y en Oriente.

Este libro ofrece una introducción a Neuroartes; son notas (filosóficas, neurocientíficas, sociológicas, artísticas) de cursos impartidos en varias instituciones académicas y culturales de Hispanoamérica a lo largo de once años (2003-2014). Las notas son presentadas como ensayos que pueden parecer, a veces, audaces, comprometedores e incluso subversivos. Se nos podría reprochar pensar en orden disperso, desafiar al diablo, llegar a los límites, cazar furtivamente… Queremos, simplemente, atravesar las fronteras de las diferentes disciplinas –filosofía, psicología, neurociencia, neuromusicología, neuroestética, ya que la ciencia sin el pensamiento filosófico está incompleta–. Negar el conformismo institucional, salir de la totalidad y no entrar en la filosofía académica. Ante todo trataremos de abrir puertas, de lanzar preguntas sin forzosamente proponer respuestas definitivas –en la filosofía todo es provisional–. Aspiramos a dibujar una constelación por medio de una serie de preguntas y propuestas. Preguntas que provocan, que suscitan nuevas reflexiones e incitan a propuestas de intervenciones sociales.

Hemos aprendido de muchas y muchos y principalmente de nuestros estudiantes, que nunca dudaron debatir nuestros planteamientos; pero también de docentes en varias universidades del continente americano que han abierto sus puertas a las ideas de Neuroartes. Otra fuente valiosa de inspiración han sido y siguen siendo los miembros de las diferentes comunidades con las cuales hemos colaborado: hospitales psiquiátricos, casas de retiro para adultos mayores, albergues para niños y adolescentes en situación de abandono, grupos de personas con trastornos neurológicos y mentales, comunidades artísticas en diferentes culturas cuyos miembros se han transformado en actores sociales. Por otra parte, la ignorancia, la clara animadversión y la apatía de algunos políticos han reforzado nuestro entusiasmo y nuestro deseo de colaborar localmente con miembros e instituciones de la sociedad civil para hacer de los programas de Neuroartes iniciativas de vanguardia para favorecer el bienestar individual y colectivo. Hemos entendido que es necesario hacer política y no esperar de los políticos.

El capítulo uno propone una introducción general a Neuroartes: parte de su contenido ha sido utilizado en conferencias para presentar Neuroartes a diferentes públicos, de los más especializados como filósofos o neurocientíficos, a públicos más amplios, como estudiantes de secundaria. El concepto de Neuroartes implica la formulación de nuevas propuestas sobre la percepción humana, la imaginación, la educación, el conocimiento y su propósito, la sabiduría y el bienestar individual y colectivo. Implica el desarrollo de investigaciones sobre el cerebro humano, su evolución, su estructura y sus funciones; propone además un acercamiento al entendimiento de la mente y de la conciencia humana.

Para permitir al lector entender el funcionamiento básico del cerebro humano en el segundo capítulo abordamos brevemente la variabilidad y la plasticidad cerebral. Existe una variabilidad en las estructuras neuronales y una variabilidad en las conexiones de nuestras redes cerebrales debido al desarrollo individual del cerebro. La variabilidad intrínseca de las redes neuronales resulta, en parte, de las modalidades de su desarrollo. La plasticidad cerebral o neuroplasticidad es un concepto clave para entender Neuroartes; se refiere a los cambios estructurales y funcionales en el cerebro que resultan del aprendizaje y de la experiencia; es la habilidad de los circuitos neuronales de experimentar cambios en su función o en su organización debido a una actividad previa. Relacionamos estos conceptos con la práctica artística y la salud mental.

Tomando al arte como eje fundamental de nuestras reflexiones, el capítulo tres ofrece una propuesta teórica sobre la percepción humana. Nuestra reflexión es epistemológica, entendiendo la epistemología como el estudio de los procesos constitutivos del conocimiento y del entendimiento. Una reflexión epistemológica profunda refuerza nuestra libertad de pensamiento, de expresión y de acción en un mundo que parece cada día más totalitario. Proponer elementos para establecer una teoría de la percepción es fundamental no solamente para los programas de Neuroartes sino también para lograr y entender la comunicación humana. Estudiamos el cerebro visual en el capítulo cuatro y lo relacionamos directamente con diferentes aspectos de nuestras intervenciones en comunidades. Todavía estamos lejos de conocer y entender completamente las bases biológicas de las reglas que dictan la creatividad artística, el acto creativo y la apreciación estética; sin embargo el conocimiento cada día mayor del cerebro y del cerebro visual en particular nos permite empezar a formular algunas hipótesis neuronales del arte y de la estética. Los capítulos cinco y seis ofrecen enfoques filosóficos y neurocientíficos sobre la música con unas reflexiones extensas sobre los qualia y su dimensión ética. Veremos que todo en la música y en el cuerpo humano es sensación, percepción, sentido, vida, acción, movimiento, energía; todo es evolución, nada es permanente. La música es efímera, se presenta como metáfora para entender los procesos de la vida. La música es un hacer corporal.

De ninguna manera los textos incluidos en el libro constituyen una muestra definitiva del marco teórico de Neuroartes. Todas nuestras propuestas teóricas están abiertas al debate, con los lectores, los públicos de las conferencias, los estudiantes y los profesionales con los cuales estamos en contacto. Los textos presentados en este libro son plataformas de reflexión para nuestros cursos y los comentarios de los lectores siempre serán bienvenidos.

A lo largo del libro el lector encontrará referencias a artistas y a obras que por razones legales no podemos reproducir; sugerimos buscar estas obras visuales y musicales en internet o en libros en bibliotecas a medida que avanza en la lectura. Es importante hacer notar que hemos decidido mantener en su idioma original algunas citas, cuya traducción hubiera podido afectar su significado.


Un día de noviembre de 2014 en el desierto sonorense